Epílogo

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Los dos yacían mirándose en el puente mientras la nieve caía lentamente, el pecoso se sorprendió cuando Katsuki estornudo. 

-Vayamos a mi casa- lo tomo de la mano- Te resfriaras si nos quedamos a la intemperie. 

El rubio cenizas lo siguió sin replicar alguna palabra, a paso lento por medio de las calles llegaron a una pequeña casa, en donde los pelinegros los estaban esperando.

-Fueron ustedes- hablo el peliverde mirándolos.

-Un regalito para nuestro hermano- menciono Luke.

-Trajimos las cosas que Katsuki dejo en la parada del autobús- sonrió Lois.

-Gracias- respondió Izuku con una sonrisa.

-Vendremos el fin de semana- menciono el pelinegro alejándose con su hermana- Cuida de Izuku- le dijo al rubio cenizas.

Sus amigos desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos.

-¿No viven contigo?- pregunto.

-No- respondió el peliverde abriendo la puerta- Trabajan en la capital.

La temperatura cambio dramáticamente, el interior del hogar era acogedor, las paredes eran de madera oscura que contrastaba con la del piso que era un poco mas clara. La sala tenia grandes ventanas que iluminaban el interior y en frete de de estas estaba la chimenea, donde ardía el fuego.

-¿Quieres un café?- pregunto el menor encontrando solo un movimiento de cabeza como respuesta.

El mayor se sentó en unos de los sillones, específicamente en el que estaba en frente de  la chimenea. Se saco la chaqueta y la dejo a un lado. 

A los minutos una taza humeante estaba entre sus congelados dedos.

-Kacchan- nombro atrayendo la atención de los ojos rubí- Lamento haberme ido así- dijo con tristeza apretando la taza que tenia en sus manos.

- No te perdono- respondió el rubio cenizas- No hay nada que perdonar, al principio me sentía vació, pero con el tiempo entendí porque hiciste eso- dejo su café en la mesita que tenia enfrente- Así que me propuse una meta- tomo la taza ajena y la dejo junto a la suya, tomando las manos del pecoso- Que me convertiría en un gran héroe, te buscaría y no te dejaría ir de mi lado- beso las manos ajenas.

- Te extrañe mucho- dijo con lagrimas en sus ojos- Veía las noticias, a veces salias lastimado, me preocupaba mucho por ti- toco el rostro ajeno- Pero sabia que mi Kacchan saldría adelante.

-Deku- susurro cerrando los ojos y sintiendo el calor de la mano ajena en su mejilla.

Con el sonido del viento y de los leños consumiéndose por el fuego, su distancia de acorto, hasta que sus labios de juntaron en un demandante beso.

Katsuki paso su brazo por la espalda ajena, de poco acostó a Izuku en el sillón, posicionándose entre medio de sus piernas. 

Sin dejar de unir sus labios, sus manos inexpertas empezaron un recorrido por el cuerpo que tenían frente de ellos. Las caricias eran tierna, tranquilas y suaves.

-Maldita sea, Deku- se separaron en busca de aire- No sabes cuanto te necesito- menciono al oído.

-Lo mismo va para mi- susurro sonrojado.

Ahora las caricias subieron de tono, como sus besos. Buscaban saborear hasta el ultimo rincón de sus bocas. 

La noche caía, la única iluminación proporcionada era la de las llamas, que dejaba en evidencia como las ropas eran tiradas al lado del sillón, para así explorar cada centímetro del cuerpo ajeno, dejando marcas y suspiros por el camino.

Izuku jadeaba, su cuerpo era invadido por los dedos de Katsuki. Se sentía extraño pero a la vez placentero. Mientras el mayor estaba en eso, no dejaba de besar y dejar pequeños mordiscos en el cuello del contrario. 

Los minutos pasaban y los gemidos empezaba a aumentar, el rubio cenizas de dio cuenta que su peliverde estaba listo para recibirlo. Se posiciono entre las suaves piernas ajenas dejando mas mordiscos y besos en ellas. 

Lentamente entro en el cuerpo ajeno, sin dejar de mirar ese hermoso rostro con las mejillas sonrojadas, sus ojos esmeraldas brillosos y sus labios apetitosos, que no tardo en devorarlos otra vez. 

Izuku se sentía completo, amaba la mirada rubí que tenia su rubio cenizas. Paso sus brazos por la musculosa espalda ajena y la rodeo, sin embargo una mano fue a la cabellera ajena y la acaricio, era suave. 

El va y ven se volvió mas desenfrenado. Katsuki lo tomo de las manos y las guió a los costados del cuerpo del pecoso. 

Los gemidos venían de ambas partes, sus miradas estaban conectadas, volvieron a juntar sus bocas con desesperación, llegando juntos la cima del placer.

Eran dos enamorados, profundamente enamorados. Sonreían mutuamente.

Mas entrada la noche, ya en la cama. El rubio cenizas se despertó, al girarse noto como el pecoso dormía aferrado a el. No era un sueño, era su realidad. 

-No deberías ver a las personas mientras duermen- dijo el menor abriendo los ojos. 

Albergaba una enorme felicidad, tener en sus brazos a la persona que amaba lo hacia la persona mas feliz del mundo. Guió su mano a un mechón de cabello verde para apartarlo del rostro ajeno.

- Te amo- hablo con los ojos cristalizados.

- Yo también- el pecoso toco el rostro de Katsuki- Te amo Kacchan- una lagrima se deslizo por su rostro.

El vacío que cada uno sentía había desaparecido, esa pieza faltante de sus corazones había vuelto a su lugar. 

Disfrutarían el ahora, formando recuerdos y experiencias que nunca olvidarían.

FIN
>>no olvides leer los extras<<

Les agradezco por leer esta historia con una idea totalmente diferente salida de mi cabeza jajaj Pense que a nadie le gustaria pero al ver la recepción no pude dejarla de escribir, hasta dos capítulos por día, eso creo que fue un milagro por parte de algún altar y muchas velas X'D

Todavía no tengo una idea para hacer otro fic de esta pareja, espero que me llegue la iluminación pronto :o 

Se despide su autora-chan con un gran abrazo y nos veremos pronto con los extras <3  

--------Si tienen alguna idea de lo que quieren que pase en los extras dejen su comentario aquí ;)-------

Entre la luz y la oscuridad [COMPLETA][KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora