Continuación.

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El último piso del edificio se solía usar solo para grandes e importantes conferencias debido a lo espacioso que era. El piso no tenía pasillos, a diferencia de los demás, era un solo salón inmenso con una mesa de catorce puestos, una pantalla que bajaba del techo, también estaba dotada de alto parlantes, cámaras, y un pizarrón oculto detrás de una las paredes.  En realidad el salón de conferencias no se podía parecer menos a un instituto de Derecho, o siquiera un instituto de cualquier tipo. Pero de nuevo, Harry y sus empleados se las habían arreglado bastante bien. Llenaron el salón con doce personas más, que Bonnie sabía que eran empleados de él, pero fingió a la perfección que los conocía a todos, pues cada uno llevaba una tarjeta con su nombre, algo que fue muy inteligente por parte de Harry. Todos fingían estudiar algún tipo de estadística en su Ipad personal. Se veía bastante creíble, y lo que le dio el toque de "Instituto" fueron el montón de notas regadas encima de la mesa y apuntes en el pizarrón que normalmente se encontraba escondido.
Fue bastante sencillo engañar a sus padres, pues sí tenían alguna duda de su pequeña mentira se les borraron por completo al ver a aquel grupo de estudio.
Bonnie se paseó por el salón como sí hubiera estado allí millones de veces y le contó a sus padres el montón de clases que había tenido allí. Sus padres no podían estar más satisfechos ni ella más tranquila. Estaba segura de que allí terminaría todo cuando Harry, que se había ido por un par de minutos, regresó acompañado de uno de sus empleados vestido de guía.

- Señor y Señora Lockhart, Lucas les dará un recorrido por las instalaciones de la empresa. -Dijo Harry, mostrando su sonrisa de un millón de dolares- Sí gustan venir con nosotros.

Los padres de Bonnie asintieron encantados y al instante se pusieron a charlar con Lucas. Harry le hizo una seña rápida a Bonnie y ella se acercó. Sus energías ya estaban bajas, tanto mentir y cuidar de los detalles la estaba dejando exhausta. Esa era una de las razones principales por las cuales a ella no le gustaba mentir: Le chupaba la energía. Sin embargo colocó buena cara y bajó en el ascensor junto con Harry, sus padres y el guía.
El castaño la alejó un poco de sus padres cuando bajaron del ascensor, apartándola a un costado para poder hablar con ella a solas.

- ¿Qué pasa? -Se acomodó un mechón de cabello azul que le tapaba el rostro y lo miró.
- Nada. No siempre doy malas noticias. -Harry se rió con suavidad y cambió la expresión nuevamente- No puedo seguir acompañándolos, tengo un cliente de último momento y es realmente importante que lo atienda. Le dí ordenes a Lucas de que le diera un recorrido rápido a tus padres.
- Bien. Está bien. -Bonnie Asintió con la cabeza, determinada a soportar lo que quedaba de aquel día y levantó el mentón, sonriendo de la manera más expresiva que podía a Harry- Gracias por hacer todo ésto. Sé que estás muy ocupado. Vamos, ¡Mira éste lugar! -Soltó una risita y se encogió de hombros- Gracias por hacer ésto para una Hippie.

Harry negó con la cabeza y le acarició el cabello azul con ternura.

- Estás cansada. ¿Cierto? -Ella asintió con la cabeza. Él sonrió y le dio un pequeño empujoncito- Ve, no tienes que darme las gracias. Nos vemos más tarde.

Bonnie Le hizo una seña de despedida y se encaminó por el pasillo, buscando a sus padres y al guía. Pero no estaban allí, al menos no en ese piso. Hizo una mueca y se devolvió; fue una tonta al no preguntarle a Harry a donde se habían ido, pero al menos podía preguntarle a la recepcionista si los vio pasar.

- ¿A Lucas? -La secretaria asintió y le señaló el ascensor- Estoy casi segura que están en el loby, pues la luz se encendió en el primer piso.
- ¡Gracias!

Le devolvió una sonrisa cordial a la secretaria y se subió en el ascensor antes de marcar el piso del loby. Se echó hacia atrás y dejó que la suave música la relajara. El día se la había hecho eterno, infinito; como sí nunca fuera a salir de aquel bendito edificio. Pero por fin se irían y no tendría que preocuparse por mentirles a sus padres. Al menos no por el momento.
Pensó en que lo primero que haría al llegar sería terminar con su tarea de fotografías, se daría un largo baño y se tiraría en la cama hasta quedarse dormida. No se levantaría de allí hasta el día siguiente. Esa no era su actitud, en realidad, si hubiera estado llena de energía con bastante probabilidad no se hubiese acostado si no después de la media noche. Pero su cuerpo, mente y alma le pedían un descanso. Salió del ascensor con esa meta de descansar y pudo ver al instante a sus padres junto a Lucas, el cual les enseñaba la recepción. Iba a caminar hacia ellos cuando otra persona la distrajo.
Liam caminaba en dirección opuesta a ella, iba vestido de traje azul oscuro y su cabello estaba perfectamente peinado. Cuadraba sin dudas con el lugar, excepto por una cosa... También tenía la cámara en mano. Bonnie no pudo aguantar la curiosidad y cambió el rumbo de sus pasos para seguirlo.
Por suerte para ella en la recepción la gente se movía con rapidez y fluidez así que seguirle el paso no fue cosa difícil. De hecho, tuvo que aminorar sus pasos o terminaría topándose de frente a él. Liam se detuvo unos segundos frente al ascensor y giró para tomar las escaleras de emergencia.

- ¿Qué rayos...? -Murmuró Bonnie.

Esperó un momento y abrió la puerta hacia la escaleras de emergencia. Estaban completamente vacías menos por los pasos del castaño que se podían escuchar arriba de la cabeza de ella. Bonnie apresuró el paso y llegó a tiempo al escalón para ver que Liam abría la puerta del tercer piso. Volvió a esperar antes de ponerse en marcha y para el tiempo en que abrió la puerta del tercer piso solo alcanzó a ver la espalda de Liam cruzar por uno de los pasillos.
Lo siguió con cuidado y se detuvo varias veces, pues estaba casi segura de que él sabía que estaba siendo seguido. Retuvo la respiración y asomó la cabeza nuevamente por el pasillo para encontrarse que Liam ya no estaba. Tragó saliva. Lo había perdido en cuestión de segundos. "Mira que no sirves para la CIA, Bonnie" se dijo a si misma. Negó con la cabeza y trató de pensar claramente. Liam no se había esfumado ni nada, de seguro se encontraba en alguna de las salas del pasillo. Asomó la cabeza por la ventanilla de las salas y lo encontró en la tercera por la que vio. Liam no estaba solo, al otro lado del pequeño escritorio había un hombre un poco mayor que él. Quizás treinta años y vestía de la misma manera que todos allí. Bonnie entreabrió con sumo cuidado la puerta del lugar y se apego a ella como si su vida dependiera de ello. Ahora podía verlos y oírlos.

- ¿Donde conseguiste éstas fotos? -Preguntó el hombre, sosteniendo la cámara en su mano.
- Las tomé yo. ¿No fue eso lo que me pediste? -Liam sonaba relajado, como sí tuviera todo bajo control.

El hombre mostró una sonrisa de satisfacción y asintió con la cabeza antes de devolverle la cámara.

- Ya sabemos que lo tiene. Ahora necesitamos pruebas. -Dijo el hombre, mirando al infinito.
- Pensé que conseguiríamos la carpeta y sus documentos y...
- No. Eso es solo una parte. ¿Quieres ésto o no, Liam?

El castaño asintió, tomó su cámara y se la colocó al cuello para luego levantarse del asiento. Bonnie  tragó en seco y caminó lo más rápido que pudo hasta que llegó de regreso al loby. Sabía que había visto al importante, algo grande... Pero no sabía que. Solo sabía una sola cosa y era que Liam estaba lejos de ser su amigo.

Hippie in troubles. [Harry Styles fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora