Disculpas.

8.2K 469 28
                                    

Bonnie abrió la puerta del apartamento al ritmo de la canción Breath of life, una de sus canciones favoritas para hacer ejercicio. Se descalzó cuando alcanzó la mitad de la sala, recogió los zapatos con una mano y se quitó uno de los audífonos. 

- ¿Estás en casa? -Canturreó la peliazul, adentrándose en la cocina.

Estaba cansada y sudaba a chorros. Esa mañana no debía ir al trabajo y se tomó más tiempo del normal para correr por la costa de la playa. Ella no era precisamente una de las personas más atléticas o dedicadas al ejercicio, en realidad, no le gustaba ejercitar. Pero aquello era diferente, correr por la playa, con el inmenso mar a un lado tuyo y la arena hundiéndose bajo tus pies la relajaba. Era su manera de hacer algo de ejercicio y a la vez escapar del ruido del mundo por un rato. Encontró a Marcus no en la cocina, sino sentando en la habitación extra, viendo una película antigua. Bonnie tocó la puerta para que el castaño la viera y le sonrió desde allí.

- ¿Qué tal tu día? -Preguntó, no quería entrar pues el aire acondicionado de la habitación le haría mal.
- Bien, fui a ver el apartamento hoy. Dos días más y tendré mi propio lugar. -El castaño le bajó volumen a la televisión y se levantó de la cama- Estás toda sudada, linda.
- Vengo de correr. -Bonnie sonrió y le lanzó un beso- ¿Eso quiere decir que me dejarás sola en dos días?

La peliazul hizo puchero, jugando con su amigo. Estaba más que contenta de que Marcus también empezara de cero, por no mencionar que la noche anterior había salido con Greg y regresado más que contento por su cita. A él le estaba yendo bien, y eso la hacía feliz, pues lo quería. Pero también sabía que lo extrañaría enormemente cuando se fuera. Marcus negó con la cabeza y la empujó suavemente por la espalda.

- Anda a bañarte, apestas. Cuando salgas haremos el desayuno para ambos.
- Uh, extrañaré eso también. -Hizo una mueca antes de asentir con la cabeza- Dame unos minutos y te alcanzo en la cocina.
- Tarda lo que quieras, hueles horrible -Bromeó él.
- ¡Cállate!

El agua tibia de la ducha la abrazó, relajando cada músculo de su cuerpo y devolviendole parte de la serenidad que sentía cuando corría. Se lavó el cabello, pues lo tenía sucio, de todas maneras, no tenía planeado salir a ningún lado ese día, ella y Marcus se quedarían en casa, viendo películas de terror malas y comiendo hasta que no pudieran más. Se colocó un short cómodo, una camisa de tiras y se dejó el cabello húmedo suelto. Cuando salió a la cocina Marcus ya estaba preparando la mezcla para hacer hot cakes. Resulta que el castaño tenía un toque para la cocina.

- ¿En que te ayudo? -Preguntó Bonnie.
- Saca las fresas y el jugo, yo me encargo de hacer los hot cakes.
- ¿Fresas? -La peliazul abrió la nevera, estaba casi segura de que no había comprado fresas la última vez que fue al mercado; pero allí estaban- Oh, así que tu también has estado comprando.
- Claro, vivimos juntos, no iba a dejar que pagaras todo tú.
- Eres un amor, ¿Sabias?
- Lo sé. -Marcus le sonrió y ella le sacó la lengua antes de encarar a la nevera.

Bonnie estiró la mano, alcanzado las fresas al final de la nevera, con la otra cogió el jugo. Cerró la nevera con un pie antes de girarse, colocar las fresas sobre la barra de la cocina y el jugo en la mesa. Iba a a buscar uno de los cuchillos en las gavetas cuando sin querer tropezó con Marcus, haciendo que parte de la mezcla cayera en su camisa.

- Por ésto es que no sirvo en la cocina. -Dijo ella, mirando su camisa manchada. Marcus se rió, restando importancia a la cosa- Pongo ésto en la lavadora y vengo.
- Tranquila, ve. -Ella se dio la vuelta pero un llamado de él la detuvo- ¡Espera! ¿Cuantos Hot cakes quieres?
- Dos por favor. -Le sonrió con dulzura y salió de la cocina.

Colocó su camisa en la lavadora junto con el resto de la tanda de ropa sucia. El resto de sus camisas sencillas estaban aún en la secadora así que cogió una del montón de Marcus y se la colocó. El olor a Hot cakes la invadió de camino a la cocina, olían delicioso. Su estomago rugió de hambre ante tal olor, pero el timbre de la puerta la desvió de su destino original.

Hippie in troubles. [Harry Styles fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora