Continuación.

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- Vamos, por favor, por favor. 

Bonnie se inclinó sobre la ventana del asiento y miró hacia afuera con los ojos completamente abiertos. La lluvia suave inundaba las calles, refrescandolas gota a gota. No se imaginó que llovería esa noche, pues sí bien no había hecho el típico calor nocturno de esos lados de California, tampoco había hecho frío. Por suerte la lluvia los agarró de regreso, y pudieron disfrutar de un club nocturno al aire libre toda la noche.
Ya eran pasada la una de la mañana. Habían bailado hasta agotar la última gota de energía restante en su cuerpo. La pasaron de maravilla, y hasta Marcus consiguió al menos dos números telefónicos de posibles citas en el futuro. El castaño se comportó perfectamente con ella, se sentía refrescante preguntarle sobre las cosas de hombres, pues sorprendentemente Marcus tenía un agudo radar para identificar quienes estaban solteros y quienes solo pretendían. Cosa que podía ser bastante útil en realidad. Su cabeza no había alcanzado el punto de ser insoportables así como tampoco veía las cosas borrosas aún, pero los tres tragos de alcohol puro que consumió le estaban pasando efecto; sentía un divertido cosquilleo en el estomago y encontraba todo extrañamente gracioso.
Pegó la nariz del cristal de la ventanilla, como sí quisiera traspasarla e introducirse directamente en la lluvia. Sintió el auto detenerse pues ya se encontraban de nuevo en la entrada de su edificio. 

- Mira la lluvia, ¿No quieres mojarte en ella? -Susurró sin despegar la vista de la ventanilla.
- No, gracias. -Marcus apagó el motor y le tocó el hombro, llamando su atención- Sacaré el paraguas de la maleta y luego te bajas ¿Sí? Por favor espera, no te vallas a mojar.
- Hum, tranquilo, no me bajaré. -Le aseguró Bonnie.

El castaño asintió con la cabeza sin decir más. Abandonó el calor del auto para mojarse un poco la camisa negra mientras lograba sacar el paraguas de la maleta del auto. Pero fue inútil, cuando volteó se encontró con la figura de Bonnie abriendo los brazos hacia el cielo, dejando que cada gota invadiera su cuerpo, empapándose hasta el último hueso. Cerró la parte trasera del auto y caminó hasta que llegó a ella y la cubrió con el paraguas.

- ¡No, no! -La peliazul se apartó de un tirón y volvió a extender los brazos al cielo con una sonrisa en su rostro- ¿No quieres sentir las gotas de lluvia en tu cara, Marcus? ¿Por qué no quieres dejarte llevar por unos segundos?
- Llevo una camisa de Carolina Herrer...
- ¡Olvídate de eso, ven!

Bonnie lo jaló por el brazo e hizo que el paraguas cayera al suelo, inútil. Le sonrió de oreja a oreja a su amigo y empezó a bailar graciosamente por la acera. Él necesitaba dejarse llevar un poco por los impulsos, relajarse y disfrutar de las pequeñas maravillas del universo. Y sí él pudo ayudarla esa noche, ella haría su mejor esfuerzo por hacer lo mismo.

- Abre tus brazos, así como yo. -Dijo, estirando sus brazos para coger los de Marcus.
- ¿Qué?
- ¡Así, ábrelos y grita al cielo!
- No, linda, no.... -El castaño se echó hacia atrás pero los brazos de ella lo detuvieron.
- ¡Grita al cielo lo que quieras! ¡Libérate un poco!

Marcus la miró con cara de pocos amigos pero al ver lo feliz y relajada que ella estaba así, danzando bajo la lluvia solo porque la hacia remotamente alegre el también quiso intentarlo. Abrió los brazos de par en par y gritó, gritó como sí su vida dependiera de ello. No creyó que se sentiría tan bien, tan natural, dejar salir toda esa frustración. Soltó una risa y empezó a caminar con pasos exagerados, dejándose llevar por el momento. Bonnie lo miraba de vez en cuando y no pudo evitar sonreír al ver lo tranquilo consigo mismo que parecía el castaño. 

- Puedo bailar, puedo bailar. -Canturreó la peliazul, haciendo pasos de ballet como sí fuera una bailarina- Puedo... -Piso mal en la acera mojada y se calló de trasero, terminando en el suelo.
- Oh por dios, ¿Estás bien? -Marcus corrió hasta a ella pero pronto supo que no pasaba nada malo.

Hippie in troubles. [Harry Styles fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora