"Yo soy tuyo y tu eres mía"

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Su habitación estaba hecha un completo desastre. Papeles regados por un lado, carpetas de varios colores, pega, tijeras y demás cosas rondaban desde el escritorio hasta el suelo. Parecía una ermitaña. Su habitación se había convertido en su hogar, santuario y resguardo en los últimos dos días. Solo salía de allí a comer cuando sentía un hambre extrema y era obligada a abandonar su refugio. Se dedicaba completamente al proyecto final del instituto. El 50% de su nota dependía en que tan bien le salieran las cosas. El proyecto era algo sencillo, pero requería imaginación, ideas llenas de colores. Debían armar un álbum fotográfico que contara una historia con cada una de las fotografías implicadas. En realidad, armar un álbum fotográfico era bastante sencillo, y más porque ya tenía todas las fotos reveladas, con lo que estaba teniendo problemas era en armar una historia. Había pegado y despegado las fotografías un millón de veces. Cambió las carpetas, las tiras de colores, y hasta los adornos especiales que había comprado hasta el cansancio y seguía sin ver una conexión entre sus fotos. Eran hermosas, sí; preciosas, pero no contaban absolutamente nada. No tenían relación una con la otra.
Se quitó un mechón de cabello rosa de la cara y se arrastró por el suelo, alcanzando una de las fotos tiradas en un extremo de la habitación. Rodó sobre el suelo nuevamente, tomó el álbum apenas empezado y sobrepuso la foto sobre la página.

- ¡Dios mío, no! -Gritó, dejando caer la foto sobre el piso nuevamente.

Estaba a punto de sufrir de un ataque de ansiedad cuando el sonido de la puerta la distrajo. Alzó la cabeza y vio que eran ya las nueve de la noche. Soltó un suspiro, se levantó de mala gana y abrió la puerta de la habitación.

- Podía jurar que estabas muerta. -Harry se pasó una mano por el cabello castaño y entró en el cuarto- ¿Qué es todo ésto?
- Mi proyecto final. Cuidado donde pisas, por favor. -Cerró la puerta nuevamente e intentó pasar hasta su escritorio, pero el brazo de Harry la detuvo- ¿Qué?

El castaño la miró unos segundos, pasando desde su cabello descuidadamente recogido en una coleta alta, su rostro lleno de ansias y cansancio, hasta los shorts informales que llevaba. La rodeó con el brazo derecho por la cintura y la atrajo hacia él.

- Llevas dos días encerrada aquí, Bonnie. -Comenzó, pero ella alzó la mano, deteniéndolo.
- Es mi proyecto. Mi bebé. Necesita tiempo y seguiré aquí encerrada hasta que logre terminarlo. -Declaró, mirándolo sin bacilar.

Harry ladeó la cabeza, Bonnie le recordaba a él en esos momentos. Se estaba dejando arrastrar por la presión del trabajo y se olvidaba poco a poco de quien ella era misma. Se le notaba en los ojos; el cansancio era inminente.

- Tomate un par de minutos para descansar, ¿Quieres?
- No puedo. Debo terminar ésto antes del martes y no llevo nada hecho aún.
- Tienes que descansar, Bonnie... -Ésta vez el tono de Harry sonó frío, directo.

La pelirosa negó con la cabeza y se apartó de él de un tirón. Ella no era así, pero aquel proyecto la tenía tan envuelta que la simple idea de abandonarlo ahora le parecía ridícula. Se sentó en el suelo, dándole la espalda a Harry y volvió a centrar su atención en las fotografías puestas frente a ella.

- No puedo dejar ésto ahora. No puedo. Tienes que entender...
- Pues no lo entiendo. -Harry se plantó a frente a ella, tapándole la visibilidad- Mírate como éstas, Bonnie... No has salido de ésta habitación en dos días, y yo no te he visto desde la semana pasada.
- ¡Es mi proyecto, Harry! Mis estudios. -Bonnie se levantó de un salto, quedando más pareja con él- Lamento sí no pude salir, ¿Pero a quien le importa? Tu y yo no somos nada, y no me vengas con el cuento de que "Yo soy tuyo y tu eres mía"... ¿Qué rayos haces?

Harry agarró uno de los álbumes incompletos y empezó a buscar frenéticamente algo.

- Busco nuestras fotos. Las que tomaste en mi apartamento. Las que tienes guardadas de los momentos que hemos pasado. -Soltó el álbum vacío y se acercó a ella- Sabes condenadamente bien que tu y yo, ahora mismo, estamos saliendo. Que eres mía. Y si pusieras esas fotos en tu proyecto contarían una historia. ¡Pero no lo ves porque estás cansada! No estás siendo tú. -Estiró la mano y la atrajo hacia él- ¿Ayer dormiste?

Bonnie negó con la cabeza, su corazón bombeaba a mil por hora pero poco a poco su ritmo cardiaco fue bajando, relajándose. Las manos de él le recorrieron las mejillas y la hizo levantar el mentón.

- Quítate la ropa, vamos. -Le dijo, retirándole suavemente la cola del cabello.
- Harry, no puedo... Estoy cansada. -Intentó separase de él por segunda vez, pero no la dejó.
- Lo sé. No haremos más que dormir hoy.

Harry le dedicó una rápida sonrisa y la ayudó a sacarse la camiseta y luego el short. Bonnie se limitó a alzar los brazos y luego las piernas, dejando que las piezas se deslizaran por sus extremidades. Él la levantó del suelo, cargándola unos pasos hasta la cama para depositarla ahí. Se quitó la chaqueta que cargaba y se desabotonó la camisa por completo para acostarse debajo de ella. Bonnie lo miró, semi acostada y negó con la cabeza.

- Espera, no cerré las cortinas ni recogí nada...
- Shh. -Harry se apoderó de sus labios y la rodeó por los hombros- Duérmete, yo me encargo de eso después.

Asintió con la cabeza, sin ánimos ni fuerzas para replicar y terminó por recostar la cabeza en el pecho de él. Estaba exhausta, molida hasta los huesos y la suave respiración de Harry bajo su oreja era la mejor manera de hacerla dormir.

Hippie in troubles. [Harry Styles fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora