Hippie in troubles. [Harry Styles fanfic]

Miradas.

- Quítate las manos del rostro, tonta. ¡Tienes que verte! -La voz chillona de Cat solo la hacía poner aún más nerviosa.

- No, no. ¿Qué tal sí me voy sin verme en el espejo, te parece? -Bonnie sintió como la capa negra se resbaló de sus hombros, dejándola al descubierto.

La peluquera soltó una pequeña risa disimulada y le colocó la mano sobre el hombro, al tiempo que giró la silla para que quedara frente a frente al espejo.

- Ya te puedes ver, linda.

- Así estoy bien. Estoy segura de que usted hizo un gran trabajo, no tengo dudas, pero...

- ¡Por el amor de Dios, mírate!

Bonnie sintió como Cat le despegaba las manos del rostro y cerró los ojos por instinto. Incluso con los ojos cerrados sabía que su amiga la estaba mirando con esa expresión de reproche en los ojos. Ella no le tenía miedo a los cambios; de hecho, los abrazaba, dándoles la bienvenida. Sabía que lo único constante en la vida era el cambio. La gente suele a tener miedo a cambiar, pero a su punto de vista, es algo inevitable. Esa era una de las razones por las cuales le gustaba tanto el arte: Siempre estaba en constante cambio, movimiento. Siempre en una metamorfosis llena de imaginación. Pero en ese momento, por primera vez en su vida tenía miedo de aceptar que, quizás, metió la pata intentando cambiar nuevamente.

Se resignó a la idea de que algún día tendría que abrir los ojos y mirarse al espejo y lo hizo.

Una chica de tez bronceada por el sol con un bonito cabello verde esmeralda liso gracias al secador y la plancha le devolvía la mirada.

- ¡Soy peliverde! -Gritó en voz baja. Se pasó la mano por el cabello, su miedo había quedado atrás- ¡Aurora eres una genio, una genio! -Se giró sobre la silla y miró a Cat- ¡Tu cabello es...!

- Morado. 

Bonnie se levantó de un salto y abrazó a Cat para luego hacer lo mismo con la peluquera. La idea de su amiga de teñirse el cabello antes que les entregaran sus diplomas en el instituto de Artes había salido mejor de lo esperado. Nunca consideró teñirse el cabello de verde, lo cierto es que sí bien su pircing era del mismo color, nunca pensó que se le vería bien. Sin embargo, el color verde esmeralda la hacía resaltar, dándole un bonito toque estilo "Anime".

- ¿Cuanto te debo, Aurora? -Preguntó, acercándose a la cajera.

- Ya lo pagué todo. Agradece con una pizza, muero del hambre. -Dijo Cat, esperándola en la puerta del salón.

- ¡Gracias, gracias!

Salió de la peluquería moviendo su cabellera verde de un lado al otro mientras caminaba. Se sentía libre, en paz consigo misma. Al día siguiente cumpliría tres meses en su estancia en Londres y ¿Qué mejor manera de celebrarlo que con nuevo look? En realidad había considerado hacerse un tatuaje más de una vez, pensaba que era una buena manera de marcar un hito en su vida. Quería hacerse un tatuaje en la parte de atrás de su oreja: Un bonito colibrí con un ala pintada en los colores del arcoiris. Era algo que representaría su visión de la vida y la libertad que disfrutaba de la misma. Pero no era el tiempo. Bonnie sabía que desde el momento en que marcara su piel no podría seguir donando sangre. Y donar sangre era algo que sí bien la dejaba cansada, le gustaba. Era su manera de darle un poco al mundo algo de ella, y, con suerte, salvar alguna vida en necesidad de sangre.

Alcanzó a Cat a mitad del pasillo del centro comercial y caminó a su costado.

- ¿Irás a la graduación? -Preguntó Cat, caminando al mismo ritmo que ella.

- No es una graduación.

- Ya sé, pero ¿Irás?

- No lo sé, no lo sé. -Se mordisqueó el labio suavemente y movió un mechón verde de su cabello- No me gusta mucho todo eso de ponerse un vestido, tacones... Sería feliz con un picnik grupal. Al aire libre, no en un salón encerrados todos.

- Aveces eres tan hippie que no te soporto. -Bromeó Cat. Bonnie soltó una risa y negó con la cabeza.

- Soy una abraza árboles. -Dijo con exagerado tono fingido antes de entrar a la pizzeria.- Vale, no. Trataré de ir, de todas maneras, quiero ver a Niall vestido "elegantemente".

Todas las personas que se encontraba en ese momento en la pizzeria voltearon a mirar a las dos chicas mientras pedían tranquilamente algo de comer. Bonnie estaba bastante acostumbrada a que todo el mundo la mirara mientras caminaba por las calles de Londres. En California era mucho más normal ver a alguien con el cabello teñido de colores poco comunes, pero era bastante obvio que aquel lado del atlántico no. Sí, ella estaba cómoda con eso. Después de todo, amaba su color verde de cabello. Pero cuando regresó a la mesa junto a Catherine pudo notar que su amiga, por el contrario, no se le hacía tan fácil. Una peliverde y una chica con cabello morado; que espectáculo. 

- ¿Sabes? Todo el mundo te mirará raro de vez en cuando. -Dijo Bonnie hablando tranquilamente- Es normal. Voltearán sus miradas y te verán como si llevaras una máscara de hipopótamo sobre ti. Al principio es difícil... Sonará raro, pero con el tiempo me di cuenta que algunas miradas son de admiración. -Le dio un mordisco a su pizza y siguió- Digo, hay gente que te ve como sí estuvieras loca. Pero hay otros... Otro tipo de miradas, que están llenas de admiración. De personas que piensan "Yo quiero teñirme el cabello así, como ella" -Le dedicó una sonrisa a Cat y se encogió de hombros- Me gusta pensar que toda la gente que ve mi cabello, dice eso cuando me ve.

Catherine la miró por unos segundos sin decir nada y luego sonrió. Bonnie no dijo más nada por un buen rato, pero sabía, en su interior, que al menos había logrado levantar el ánimo de su amiga.

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¡Holis! Les escribo esta pequeña nota para decirles dos cosas.

La primera y más importante es gracias, gracias por leer la fanfic y comentar, y sencillamente disfrutar de la lectura ajshsj, suena tonto y así, pero me hacen feliz con sus comentarios <3. Así que muchísimas gracias, en serio.

La segunda; el capítulo es corto, lo sé, y pensarán "¿Y a mi que me importa que se tiña el pelo otra vez?" Pero, este capítulo tenía que ponerlo, prometo que esto tendrá sentido en el siguiente capítulo, que por cierto, es mucho más largo que este <3.

PD: Dios, como odian al Harry, no lo maten... Aún. Besos y gracias por leer <3.