20 Noviembre, 1985. 08:10 horas.
Mientras los enfermeros realizaban visitas a los cuartos para proporcionar el desayuno del día, descubrieron que Alfonso, un interno del centro durante veinticinco años y poseedor de una enfermedad incurable, se encontraba recostado en el suelo bajo una mancha de sangre.
Los enfermeros ingresaron rápidamente para levantarlo, tras realizar esto, visualizaron que el cráneo se encontraba partido por la mitad. Para su desgracia, ante sus pies cayeron los sesos y un poco más de sangre, al mismo tiempo que el cráneo terminaba por separarse en dos partes y caer sobre el piso. Aquellos enfermeros necesitarían un par de zapatos nuevos, otro de uniformes y una estancia permanente en el centro de salud mental, pues después de aquel día ambos quedarían locos de remate con un trauma psicológico severo.
Ante tal situación, se acordó entre las autoridades, revisar con el equipo de seguridad el sistema de cámaras instalado en el centro, esto con la finalidad de lograr obtener información relevante y dar con el responsable de aquella terrible tragedia. Así mismo, los altos mandos del centro mental decidieron suspender durante un mes a los encargados del sistema de las cámaras de seguridad, pues consideraron que dejaron de hacer o que efectuaron erróneamente su trabajo. Los empleados comentaron que si dormitaron un poco, pero que fue repentinamente que quedaron dormidos y no fue intencionalmente.
El director general del centro de salud mental junto al personal de seguridad, revisaron las cintas de video de las cámaras y lo que lograron percibir los dejó sin aliento y con un gran sentimiento de temor.
El cuarto con el número 17, ubicado en la segunda planta, se veía a simple vista normal. No se logró captar movimiento alguno cerca de la puerta, ni tampoco personal en los perímetros del área.
Sin embargo, en las cintas de video que enfocaban el interior de la habitación, ahí se logró apreciar la figura de un intruso dentro del cuarto que ocupaba Alfonso.
Las cintas de video no se encontraban cortadas, ni editadas y eso era lo más alarmante. Pues la cámara del exterior no logró captar nada extraño, mientras que la ubicada en el interior, captó una silueta extraña al interior del cuarto.
En el video, se apreció como la silueta se acercó lentamente al interno Alfonso hasta quedar justamente frente a sus ojos. Alfonso ni siquiera se inmutó. Sin embargo, de un instante a otro, Alfonso cayó al suelo con el cráneo partido en dos. El suelo de la habitación comenzó a teñirse de negro. La silueta simplemente desapareció, no se le vio abrir la puerta. Aquella presencia extrañamente se esfumó.
El personal de seguridad realizó una inspección en cada una de las habitaciones del centro de salud mental, esto con el objetivo de localizar al asesino, o por lo menos, alguna pista que les ayudara a resolver aquel enigma.
Para realizar la investigación en los cuartos, se retiró a cada interno de su habitación y fueron enviados al pequeño jardín del edificio. En el jardín había personal que les revisaría las vestimentas, sin embargo, no tendrían éxito, pues no se encontró sospechoso alguno. Por su parte, habría personal de seguridad inspeccionando cada una de las habitaciones. Al realizar la exploración dentro del cuarto de Luis Ángel, el oficial quedó helado y lleno de pánico.
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El Coleccionista De Cráneos
HorrorEra una noche normal de Octubre en la Ciudad de México, o por lo menos eso parecía, hasta que apareció aquella extraña caja de regalo cerca de la estación de policía. El contenido de aquel paquete era realmente macabro, morboso, se trataba de un crá...