24 de Agosto, 1985. 12:00 horas.
A la fecha, más de 45 cráneos formaban parte de la colección. Hombres, mujeres, homosexuales, heterosexuales, adolescentes, infantes, tercera edad, absolutamente nadie se encontraba a salvo de aquel demente.
A pesar de las investigaciones que se realizaba por parte del cuerpo de policía, los resultados eran nulos. No se tenía absolutamente nada de información concreta sobre quién podría ser aquel enfermo que atemorizaba a toda la ciudad.
5 de Septiembre, 1985. 4:35 horas.
En la ciudad de Monterrey, Nuevo León, fueron encontradas cerca de la Presidencia Municipal, una serie de fotografías que presentaban un asesinato con las mismas características que se presumían en los delitos de la Ciudad de México.
En una de las fotografías se podía apreciar el cuerpo inerte de un hombre, aproximadamente de 25 años de edad y con severos golpes alrededor de la cabeza y abdomen.
En otra de las imágenes, un cráneo decorado era el símbolo central. El departamento de policía se alertó inmediatamente.
Y comenzaron las investigaciones en aquel lugar...
5 de Septiembre, 1985. 4:44 horas.
Cerca de la frontera con Estados Unidos, en Ciudad Juárez, Chihuahua, para ser exactos, fueron localizados los cadáveres pertenecientes a dos mujeres jóvenes, de entre 18 y 21 años.
El macabro hallazgo, fue realizado por un indocumentado, el cual se encontraba cerca del lugar. El hombre se declaró listo para adentrarse en las aguas del Río Bravo con el objetivo de ingresar al país vecino, en busca del sueño americano.
-Fue casi a la orilla del rio que pude ver dos contenedores en forma de hielera. Pensé que quizá eran de algún otro indocumentado y que contendría agua o refresco, quizás comida, por lo que me acerqué a echar un vistazo.- declaró el hombre que descubrió el terror.
-Destapé los contenedores y fue entonces que descubrí los cuerpos descuartizados de dos mujeres. Junto a aquellos contenedores, también se encontraban un par de cajas de regalo, los cuales ya no intenté abrir. De inmediato fui a buscar a la policía más cercana. Quizás ese fue mi peor error.-finalizó el indocumentado, aquella entrevista le fue realizada por una televisora local.
El hombre declaró ser originario de Managua, Nicaragua. Dijo llamarse Leonardo Fernández y tener 27 años de edad. Al no llevar una identificación oficial, no pudo comprobar la veracidad de sus palabras. La policía de Ciudad Juárez lo arrestó y se lo llevó detenido.
La policía municipal procedió a destapar las cajas de regalo que comentaba aquel hombre. En su interior contenían dos cráneos con finos detalles en su estructura. Un color rosa y un elegante amarillo, respectivamente, decoraban las macabras piezas localizadas.
5 de Septiembre, 1985. 7:50 horas.
Faltaban diez minutos para las ocho de la mañana, justamente la hora pico en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
El tráfico desquiciaba a los conductores que a duras penas intentaban llegar a sus trabajos, en otros casos, el objetivo eran las escuelas primarias y secundarias de la ciudad, esto para que los estudiantes llegaran puntualmente a sus obligaciones.
La escuela primaria pública de Guadalajara, ubicada en el centro de la ciudad, era la institución educativa de nivel básico con el mayor número de alumnos. El tráfico que se generaba en las calles cercanas era tremendo.
El gobierno municipal de Guadalajara, realizó una obra para agilizar el tráfico en las inmediaciones de la escuela primaria. Antes de comenzar el ciclo escolar, se llevó a cabo la construcción de un puente peatonal, esto para dar mayor fluidez al peatón y que no obstruyese el paso a los automovilistas, agilizando así la circulación de los vehículos.
Pero aquel día, esa construcción se utilizó para un motivo un poco inusual, desalmado y diabólico. La estructura fue testigo y participe en aquel acto macabro.
Horas antes, cuando pasaban las cinco de la mañana, un peatón localizó el cuerpo de un hombre que se encontraba encadenado al puente. Las vestiduras estaban rasgadas, tenía cortes en la piel, golpes severos en el rostro dibujaban moretones, permanecía descalzo. El aspecto de aquel cadáver era el de un vagabundo.
Aquel cadáver colgante, tenía atada una pequeña bolsita justo en la cintilla del pantalón, la cual, minutos después, al ser abierta, expulsó un cráneo decorado con colores rojinegros.
La corporación policíaca interrogó al peatón denunciante en busca de pruebas. Sin embargo, no encontraron en él ninguna sospecha.
5 de Septiembre, 1985. 20:01 horas.
El vocero de la Policía Federal, emitió un comunicado dirigido a los estados de Chihuahua, Nuevo León, Jalisco y a la Ciudad de México.
Dicho comunicado expresaba preocupación por los homicidios realizados ese día, los cuales coincidían, por lo menos en ciertas características, con los que se habían estado realizando en la Ciudad de México desde el 28 de Octubre de 1982.
Por seguridad y hasta nuevo aviso, el vocero de la Policía Federal declaró toque de queda, el cual comprendería desde las 21:00 horas hasta las 5:00 horas.
Las corporaciones de la policía municipal, estatal y federal, serían los encargados de realizar la vigilancia en las zonas afectadas por estos homicidios, las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana.
21 de Septiembre, 1985. 8:00 horas.
Durante las primeras dos semanas posteriores al anuncio, fueron detenidas 500 personas aproximadamente, con motivo de encontrarse fuera de sus casas durante el horario del toque de queda.
Se realizaron investigaciones a estas personas detenidas, sin embargo, ninguno fue encontrado culpable, ni siquiera un alto grado de sospechoso. La mayoría se encontraba fuera de sus casas por motivos de su empleo, otros tantos, simples vagabundos de la ciudad.
Tras las primeras dos semanas de investigación, el resultado era aterrador. Cero culpables, cero sospechosos.
Dos homicidios más con las mismas características se habían vuelto a presentar. Uno de ellos fue realizado en Monterrey, otro más en la Ciudad de México.
El terror había invadido las zonas afectadas y amenazaba con no retirarse, por lo menos en un lapso de tiempo prolongado. Las autoridades se encontraban cada vez más confundidas y con un alto grado de desesperación.
-Quizá se trate de una secta satánica que se encuentra en el país. Es complicado que el asesino esté viajando constantemente, sin embargo, se instalarán puestos de revisión en aeropuertos y centrales de autobuses para una mayor seguridad- declaró el vocero de la policía federal, horas después de localizar un nuevo cadáver en la Ciudad de México.
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El Coleccionista De Cráneos
HorrorEra una noche normal de Octubre en la Ciudad de México, o por lo menos eso parecía, hasta que apareció aquella extraña caja de regalo cerca de la estación de policía. El contenido de aquel paquete era realmente macabro, morboso, se trataba de un crá...