Dulce, amarga, ese es el sabor de los secretos y la manada no descansará hasta descubrir el misterio que envuelve a los Stilinski.
¿Podrán con la verdad o preferirán la mentira de años?...
-Talia Hale. -Susurró la gélida noche...
...
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CAPÍTULO XI
—Derek sienta ese trasero tuyo en el sillón y controla a tu lobo, si no nunca verá a su compañero. —Talia reprende a su hijo con voz firme y dominante.
Ella siempre será la alfa de su familia...
—Pero...
—Pero nada jovencito ahora cállate y escúchame, porque no lo repetiré otra vez.
—Talia. —Peter seriamente señala a la manada la cual intenta contener la risa.
Quién no lo haría al ver a Talia regañar al gran Derek-hombre-lobo-gruñón-Hale y éste sólo se comporta como un carrocho inocente que no mata a ninguna mosca o como si fuera un niño de dos años otra vez.
¡Por Dalak! Hasta Deaton intenta no reírse.
—No Peter, tiene que enseñarse a controlar a su lobo aunque no tenga presente a su compañero y ande en celo.
— ¡Mamá! —Dice Derek mientras la mira con súplica en sus ojos.
Que tierno se ve así, cuanto lo extrañe.
— ¿Qué? Ahora te da pena que tus amigos lo escuchen o es porque Stiles está presente. —Dice mientras me mira «Talia no lo digas». —Si es por eso tranquilo hijo Stiles si pudiera mostrar a su zorro ya se hubiera lanzado y devorado tu boca con desenfreno.
«En serio Talia lo dijiste enfrente de toda la bola de chuchos pulgosos.» Yo sólo dije la verdad.
Regla de la vida, nunca confíes un secreto a Talia Hale porque en el mejor momento lo sacará a flote dejándote completamente rojo de la vergüenza.
Así, precisamente como estamos tanto Derek y yo por la risa de la manada...
Si serás mujer lobo Talia.
—Bueno antes de llegar a lo que a mi hijo le importa alguien tiene alguna duda sobre los recuerdos borrados. —Dice Talia y para la sorpresa de ella y de mi familia toda la manada levanta la mano.
‹Será una tarde larga.‹ «Ni que lo digas Laura»
—Primera pregunta, Liam, ¿verdad? —Dice Laura mientras señala al beta de Scott y éste sólo asiente al mismo tiempo que baja lentamente la mano —bien tú serás el primero, así que... Cuál es tu duda chaval. —Las palabras de Laura salen a la idéntica voz que utiliza una psicóloga en sus consultas, pero también la loba mantiene una mano en su barbilla.
Talia la mira con una gran interrogante en su rostro por lo que Laura simplemente alza los hombros para decir — ¿Qué? siempre quise hacer eso, pero Peter nunca me dejó. —Mira a Peter con ojos de cachorra y éste sólo se ríe.
