Secretos Revelados ©

CAPÍTULO XXIII

CAPÍTULO XXIII

Ana Victoria

Era una tarde lluviosa de agosto, en donde el cantar de las aves junto a los repiqueteos de las dulces gotas en la ventana de mi alma pura, me era adquirido por la espléndida agua del cielo.
Sus notas se podían escuchar como la sinfonía más gloriosa de todas y hacía que me levantara de un humor de las mil maravillas.

—Ana, pequeña ya baja que se te hace tarde para el último ensayo. —Puedo escuchar claramente la voz de mi padre Stiles que es lo único que tranquiliza mi estado de ánimo.

¡Por Dalak! Porque tenía que llover, precisamente hoy que es el día de mi cumpleaños y ahora por culpa de la lluvia no podré ir a jugar al bosque con mis primos como lo teníamos planeado hacer desde hace una semana atrás.

Es que la música predilecta que me da la lluvia sin duda es la más carente de emoción alguna.

La verdad aún no sé cómo a mi tía Nina le encanta ver y sentir la lluvia, para mí, el frío atroz, me cala los huesos y cómo si eso no fuera poco la lluvia siempre me da un aire lleno de melancolía lo cual sólo me recuerda cada uno de los recuerdos y pensamientos de mis padres tan tristes que tuvieron antes de conocerse, porque si no fuera porque "la tía de mi padre Stiles" apareció para cerrar ese ciclo en sus vidas ellos nunca se hubieran declarado sus sentimientos, después nunca se hubieran juntado, lo que conlleva a que yo nunca hubiera nacido bajo la protección de mi familia y mucho menos ahora estuvieran celebrando su aniversario número 5 de bodas... Si, mis padres se casaron después de que yo cumplí diez años y ahora tengo recientemente cumplidos 15 años que siguiendo las tradiciones mexicanas por petición de mi tío Isaac quien está obsesionado con las bufandas y lo que tenga que ver con México por lo tanto hoy me harán mis XV años cosa que no lo veo necesario, pero claro mi padre si lo ve muy necesario...

A veces quisiera que fuera más como mi padre Stiles menos sobreprotector.

Por Dalak que con mis primos y tíos ya tengo suficiente protección.

Bueno en estos quince años las cosas han cambiado muy poco.

Mis tíos siguen siendo los mismos adolescentes que eran cuando se conocieron y no me refiero al físico si no a su actitud, también defienden el pueblo de Beacon Hills, como en su juventud lo hacían incluso los abuelos pelean aún en las batallas y bueno los más chicos aprendemos rápido.

—Hola familia. —Les digo en el mismo momento que me siento en mi lugar sin siquiera intentar fingir una sonrisa, ya que ellos conocen mi estado de ánimo cada que llueve...

Joder... Porque nací en tiempos de lluvia si no me gusta, ¡Por Dalak! La vida es injusta.

Cuando estoy comiendo miro a mi lado derecho donde ésta sentada mi mejor amiga Atlina Monserrat McCall o como yo le digo Monsa, ella es la única hija de mi tío Scott y tío Liam, la cual es más grande que yo por 7 meses nada más.