Capítulo 11

642 57 88
                                    

.

.

We never learn, we been here before
.

.

Recordaba como había sido su luna de miel, llena de escenas para nunca olvidar. Las velas aromáticas dando un agradable ambiente en medio de la lujuria de dos amantes unidos ante los ojos del mundo, libres para demostrar su amor de todo. Él pensaba que uno al casarse, duraba toda la vida junto a la persona que amas.

Pero eso sólo ocurre en los cuentos de hadas.


Dos semanas después



Depresión; otra vez. Había dejado de ir a trabaja. Su cabello estaba grasoso, sus ojos hinchados, las sábanas sucias y la habitación pasada a culo. Tenía un pequeño reproductor musical, de donde provenían melodías que llenaban el fúnebre ambiente de un corazón completamente destrozado. Pero, ¿cuál era la razón de su estado?


Días antes...


Había decidido arreglar las cosas, porque recapacitó sobre quizás un mal entendido que tuvo, luego de sacar muchas conclusiones.

El día en el cual su corazón se hizo trizas, estaba soleado, y las nubes daban un lindo espectáculo en el cielo. Izzy se había ido más temprano a trabajar, pero Axl se había tomado el día libre, pues de vez en cuando necesitaba un respiro. Ocupó sus mejores prendas, tenía una pésima autoestima, pero aun así se sentía muy atractivo. Se había rasurado la barba, había alisado mas su fleco y cabello, mientras que usaba una camisa algo abierta en el pecho y pantalones ajustados que le hacían resaltar más los glúteos. Se colocó sus anillos, y una cadena de plata en el cuello; guapo, realmente guapo.

Salió del departamento de su mejor amigo, mientras que traía una pequeña sonrisa de nervios sobre lo que iba a decir. Las chicas que pasaban por la misma calle, se derretían internamente, quedando quietas mirando el buen rabo de ese joven pelirrojo que traía una peculiar caminata. Finalmente, cuando iba llegando a su antigua vivienda, logró de ver de lejos un auto lujoso y negro desde la esquina; era él. Axl rápidamente se escondió como pudo en un árbol de la casa en frente de la suya, y vio como aquel auto negro era estacionado por quien aún era su esposo en la vereda. Cuando iba a salir, mejor se quedó quieto al ver que no sólo una puerta estaba siendo abierta, sino que la de copiloto también.

Y ahí sintió como si un balde de agua fría hubiera caído sobre él.

Era una mujer, con el cabello negro, perfectamente alisado. Usaba la falda exageradamente corta, y la blusa algo abierta, mientras que sus labios eran totalmente rojos al igual que sus tacones de aguja. Traía medias en las piernas que daban a la imaginación. Saul Hudson vestía extravagante como siempre, pero traía un cigarrillo.

¿Desde cuando fumaba?

No podía moverse, sentía como si sus piernas se hubieran convertido en roca y su corazón también había parado. Sus manos temblaban, sus labios de igual manera por la sorpresa totalmente dolosa. No se dio ni cuenta que de sus ojos ya caían lágrimas sin parar. Traía una sensación helada en el pecho, que le llenaba el cuerpo de extraños escalofríos que le daban ganas de querer que la tierra lo tragara. Esperó, hasta que finalmente el dúo entró a la vivienda. Axl corrió hasta el frente cuando sus piernas lograron despertar, y levantó el tapete, sacando una llave que estaba dentro de un pequeño hoyo en el pavimento. Con el temblor de su mano, logró abrir la puerta, estaba siendo impulsivo, lo necesitaba. Al entrar, no había nadie en la sala, sólo escuchó pasos en el segundo piso, así que contra toda su voluntad, subió.

Todo ocurría en cámara lenta, mientras que subía sigilosamente con el corazón en la mano.

Y escuchó una risa femenina traviesa.

Despertar [Slaxl/Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora