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Give me mouth to mouth, I can't live without ya..
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Amanecía con una increíble lentitud. Los primeros vestigios de luz solar comenzaron a colarse perezosamente por los resquicios que dejaban entrever las pálidas cortinas de la habitación matrimonial. En medio del caos de sábanas de fina tela, se hallaba Axl enfrascado en una deliciosa duermevela que lo mantenía en un estado de semi consciencia, entreabriendo sus ojos por ratos y viendo más allá de las paredes de la habitación, analizando sus recuerdos.
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Se conocieron años atrás, cuando aún era un chiquillo de veinte y no tenía muy en claro qué hacer con su vida. Axl Rose siempre fue una persona un tanto especial, parecía sacada de cuento de hadas donde era el malvado pero a la vez la víctima y buscaba por todos los medios aquello que su mamá se empecinaba en hacerle ver como uno podía llegar a hacer lo que le gustaba. Mientras otros mocosos de su edad andaban en el auge de sus alborotadas hormonas adolescentes, él vivía desperdiciando su tiempo libre en una interminable práctica en distintos instrumentos musicales o de su voz que le hacía sentir bien y distraerse. Aquellas horas que dedicó a la música y que, posteriormente lo llevaron a optar por una carrera dedicada a lo mismo, fueron sus momentos más felices, hasta que lo conoció.
Fue en una tarde nublada en la que las nubes se empecinaban en aglomerarse para anunciar el aguacero que se soltaría inevitablemente. Axl iba de regreso a casa por el camino largo, importándole poco o nada las pequeñas gotas de lluvia que iban humedeciendo todo a su paso, primero tímidamente y luego en un llanto sin compasión que lo obligó a entrar al pequeño bar que encontró primero. Empapado y con el cabello hecho un desastre se sentó en una de las mesitas del fondo, pretendiendo ignorar la cautelosa mirada del dueño que lo seguía allá por donde iba. Se pidió un café caliente en cuanto se percató que no podría quedarse sin consumir, en cuanto tuvo la pequeña taza frente a sí y se sintió con más confianza de analizar su entorno fue que lo vio. Se hallaba sentado en la barra con la cabeza gacha, trago en mano y hablaba en un ingles algo británico con una bonita tonalidad grave pero a la vez aguda que terminó por erizarle los vellos del cuerpo –lo que pudo haber sido también efecto del frío-, pero él se empecinaba en creer que era ya obra del destino. Era una varonil figura revestida en un costoso abrigo negro, rizos oscuros y gran volumen de cabello que no dejaba ver nada mas que su espalda. Se quedó boqueando como pez fuera del agua: no le había visto el rostro aún, pero hubo algo en aquella misteriosa presencia que lo llamó a acercarse. Y lo hizo, puesto que Rose no era una persona que cuestionara de más sus instintos.
Se sentó a su lado con toda la naturalidad que su torpeza se lo permitió. Pidió un vaso de agua al cantinero que no dejaba de observarlo con cierta intriga y se decidió por fin a contemplar al sujeto en cuestión. Al hacerlo se encontró con unos bonitos ojos oscuros que le devolvían la mirada en un gesto que consideró hostil; su piel era morena pero lisa, sin imperfecciones, pero tenía una mueca severa en su boca que no podía avecinar nada bueno. Y tuvo que haberlo sospechado desde entonces: enamorarse de un tipo similar era algo peligroso, pero poco le importó las señales que le enviaba el cerebro en forma de alerta y precaución, y se lanzó a la piscina en un clavado perfecto sin detenerse a evaluar previamente las movidas aguas que podían resultar ser Saul Hudson.
- ¿Qué hace un niño como tú aquí? – Hablaba en un ingles mas grotesco y rápido, pero aún conservaba los rasgos suaves del inglés británico, lo cual no hizo sino encantarlo más.
- Mi nombre es Axl Rose. – La presentación sonó corta e insulsa, pero era más de lo que su corazón desbocado podría manejar.
- ¿Y qué me hago yo con tu nombre, pelirrojito? – La respuesta fue mordaz, pero la breve sonrisa en sus labios gruesos y morenos terminó por convencer al chiquillo que iba por buen camino.
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Despertar [Slaxl/Adaptación]
RomanceSlash y Axl son un matrimonio a punto de divorciarse. La infidelidad de Hudson y la desesperación por preservar el matrimonio de Rose los llevará a ambos a emprender un nuevo camino, tal vez juntos, tal vez separados, ¿qué tan fuerte es el amor? El...