Placebo [VJin] [TaeJin] [+16]

Capítulo 4: Nuevos Recuerdos

Efectivamente la brisa marina era cada vez más fría... Nuevamente estaban en un local de comida, pero no el mismo con el que fue con Nam Joon, sino una pequeña cafetería con vista al mar. Vendían muchos tipos de pasteles y cafés con sabores, que a Jin le encantaba, porque por supuesto, le encantaba todo tipo de comida, y no podía estar sin ella.

─Es extraño, te pareces mucho al chico que vi ayer-dando pequeños sorbos a su taza de mokaccino, comentó el castaño.

─¿Dónde lo viste?- el menor, curioso de quien tenía tanto parecido con él mismo, cuestionó. Pero no era sólo eso, sino que sentía un ligero miedo de que Jin le diera tanta importancia a su "gemelo" que a él mismo.

─Tengo un trabajo nocturno en un bar. Él era un cliente-respondió, para luego abrir su boca y saborear un trozo de cheesecake de frutilla que había pedido.

─Aah, ¿el bar es oscuro?

─Sí, quizás por eso lo estoy confundiendo, no lo vi bien-enterró su tenedor en su pastel y pensativo miró a su acompañante- ¿Quieres?

El rubio no había pedido nada más que un chocolate caliente. Al escuchar a Jin, agachó la mirada y negó con la cabeza. Notó que incluso con esos pequeños detalles, aún seguía sintiendo las mismas emociones que en el pasado.

─Podríamos vernos más seguido-con algo de timidez, el menor habló.

─Como quieras-contestó desinteresado.

Las tazas pronto quedaron vacías y sólo migajas en el plato.

El castaño llegó a su casa y lo primero que hizo fue arrojarse sobre un pequeño sofá. La tarde había sido extensa y para su alivio no debía trabajar los fines de semana. Con Tae Hyung quedaron de verse nuevamente. Habían intercambiado números. La charla se había dado con varios silencios intermedios. Volver a ver a alguien que recordaba su pasado y lo que hicieron mejor que él, le incomodaba. Sin embargo, para su sorpresa, ver un rostro conocido de su pasado no le molestó. Era como una oportunidad para arreglar cosas del pasado, empezando de nuevo.

Pasó un día entero donde Jin estuvo sin hacer nada en su casa, y eso le sentaba bien. Pero rápidamente llegó el domingo por la noche, nuevamente no podría descansar hasta el próximo fin de semana.

─Aló-contestó. Un número desconocido le llamaba. No lo pensó dos veces, pues pensó que podría ser Nam Joon desde un teléfono público o algo así. Aunque en realidad nunca pensaba bien las cosas, así que sólo contestó.

─Contéstate-una voz feliz y triunfante, pero a la vez con un tono perturbador sonó.

─ ¿Quién habla? -cuestionó, aunque ya lo sospechaba.

─El chico al que muerdes los labios-rio, esa risa juguetona, nada inocente, sonó-V, habla V, no pensé que contestarías y tan rápido, esto me ha conquistado-dijo burlonamente.

─No sé de qué hablas ¿Qué quieres? ¿Por qué tienes mi número? Estás loco, ¿lo sabes?

─Estoy loco por ti-coqueteó-No preguntes, sólo sé muchas cosas de ti. No quiero que te asustes, así que sólo vívelo, me tienes para lo que sea, lo que SEA, tú entiendes-dijo haciendo captar sus dobles intenciones-Tienes mi número ahora, llámame cuando quieras, cariño.

─ ¿Para lo que sea? -Jin cuestionó y soltó una carcajada- ¿Te tengo para lo que sea? -repitió- ¡Pues no quiero tenerte para nada! Así que deja de molestarme o si no te denunciaré ¡Maldito loco!-cortó.

El castaño notó sus manos temblar, sí, aquella llamada logró perturbarlo. Esa voz juguetona y a la vez maliciosa, inquietaba su ser. Hoy era poco probable encontrárselo en el bar, pues Jin no trabajaba los fines de semana, y obviamente no iría allá hasta mañana, pero... ¿Era posible que entre todas las cosas que sabía ese tal V, supiera su dirección? Tras ese pensamiento, cerró todas las ventanas con seguro y cerró las cortinas. Entró en él una especie de paranoia, y no tenía a quien recurrir para calmarse. Nunca había estado así de preocupado sabiendo que, en caso de cualquier cosa, tendría de fuerza para poder defenderse.