Capitulo 26

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Llegamos a casa muy cansados por el viaje. Me hermana nos recibió muy feliz y nos hizo una cena especial

Ya se encuentra mejor por lo de Jack, dice que ya no le importa. Yo más siento muy feliz por ella

La noche que llegamos a casa, Raúl se quedo a dormir en mi casa. Ha pasado una semana desde entonces y lo nuestro va cada vez mejor

Un día en la universidad lo ví hablando con una chica rubia oxigenada, ella se veía muy emocionada con él, pero trate de ignorarlo y recordarme que él está conmigo y eso no cambiará

Me encuentro en la universidad. En la clase del señor Alcides, está hablando acerca de aplicaciones para editar las fotos y las formas de como hacerlo

Javier está sentado lejos de mí. Pedí cambiar de asiento porque no estaba cómoda estando cerca de ellos

Estoy en el segundo asiento y puedo ver todo lo de afuera por la ventana. El salón de Raúl queda en el piso superior por eso solo nos vemos en el almuerzo

Por fin termina la jornada de un día más en la universidad. Me encuentro en el parqueo con Raúl, estamos pensando si irnos a casa o hacemos algo más

— Ya no estoy cansada — digo sinceramente

— ¿Quieres ir a algún otro lado? — pregunta Raúl muy sonriente

— Si tú quieres sí — digo y lo tomo de la mano

— Mejor lo decidimos en el camino — se pone de pie para ir hacia el auto

Y entrelaza sus dedos con los mios para que yo también me pare y cuando me tiene a escasos centímetros me da un beso en la nariz y luego me da un tierno beso en los labios

— Hay pero que románticos — una voz irónica y familiar interrumpe nuestro beso

Ambos nos volteamos a ver y me encuentro con el rostro de Javier y Valentina

— ¿Qué quieren? — escupe Raúl

— Hablar. Hay que aclarar algunas cosas — sonríe y arquea una ceja

— No hay nada que aclarar — espeto hacia Javier

Entonces me giro para caminar hacia el auto pero Javier me detiene del brazo

— ¡No la toques, imbécil! — dice Raúl con el tono elevado

Javier ríe ante las palabras de Raúl y el coraje aumenta

— Pero que valiente saliste — dice Javier

— Vámonos, Raúl — digo viendo hacia el suelo

— No, no se van. Vamos a escuchar una historia que creo que te gustará, Valeria — dice Javier con una gran sonrisa

— Bien. Pues habla antes de que acabe mi paciencia — dice Raúl hacia Javier

— ¿Por donde comienzo?— dice como si fuera muy complicado — A sí, empecemos diciendo que solo fuiste un juego y nunca te tomé en serio

— ¿Pero que estás diciendo, imbécil? — Lo interrumpe Raúl

Mi pecho duele debido al latir desbocado de mi corazón. Siento como las lágrimas amenazan con salir, pero no dejo que eso pase

— Solo la verdad — continua Javier. Valentina no a dicho ni una palabra desde que se acercaron — me gustaría dejarlo claro. ¿Crees que de verdad te quise? Por favor, Valeria — ríe amargamente

— ¿Y tú crees que eso me importa ahora? — digo lo más fría que puedo — ¿De verdad crees que puedes hacerme más daño?

— De todas formas creo que tampoco te importé, ¿cierto?. Al fin y al cabo no te importó engañarme como tu amiguito ¿verdad?

Cuadros De IlusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora