Cuadros De Ilusión

Capitulo 29

Mis ojos se abren de repente, y veo mí reloj de pared, marca las 8:00am y entonces me preocupo y me levanto de golpe

Llegaré tarde a la Universidad... De repente recuerdo que es sábado. Y me vuelvo a acostar en la cama

Y los recuerdo de anoche vienen a mi de pronto, y por un momento creo que lo soñé todo, que nada pasó. Pero sé que no es así sé muy bien que todo sí ocurrió

Reviso mi celular y tengo 10 llamadas perdidas de Raúl y dos mensajes preguntándome si estoy bien. Tengo el impulso de contestar o devolverle las llamadas pero no quiero, no puedo hacerlo

— ¿Valeria? — pregunta mi hermana desde el otro lado de la puerta

Y la abre despacio para comprobar si estoy despierta

— Buenos Días — la saludo con la voz somnolienta

Ella se acerca y se sienta en el borde de mi cama

— Buenos días, dormilona — me mira con una sonrisa — ¿A que horas llegaste ayer?

— No lo se. Como a las 12 — hago mueca de estar recordando

— Eso explica porque aún sigues en la cama — dice Margoth

Normalmente los sábados suelo despertar temprano, para limpiar un poco la casa. Por eso se sorprende verme acostada aún. Y los domingos son los días que me levanto muy tarde

— ¿Te pasa algo?. ¿Te sientes bien? — pregunta Margoth al notar algo en mi rostro

— No, realmente no estoy bien — admito

— ¿Qué ocurre, Vale? — vuelve a preguntar

Entonces le cuento todo lo que sucedió en el Disco-bar. Le cuento que fue Maya la que lo besó. También le digo la forma en qur reaccionó él. Se lo cuento todo

— Pero fue contra su voluntad, Vale. — habla Margoth — Ella se le abalanzó como tu dices. No le dio tempo de reaccionar hasta que ella lo besó. Lo lamento mucho

— Sea como haya sido él besó a otra chica y eso no lo voy a dejar pasar — doy un largo suspiro — Por esto mismo no quería admitir mis sentimientos. Ahora no puedo verlo solo como amigo. No después de todo lo que hemos vivido

— Lo sé Vale, lo sé. Debes pensar bien las cosas, al menos darse un tiempo para que te pase — dice mi hermana acariciando mi rostro — Piensa en que él no quiso hacerlo. Y en lo mucho que te ama

Yo asiento y le doy una sonrisa. Tengo que pensar bien que es lo que haré. Aunque sea una decisión  difícil

Mi hermana baja y promete hacerme un buen desayuno. Mientras yo tomare una ducha

El agua se siente tan relajante en mi cuerpo, mi cuerpo se estremece al contacto con el agua tibia de la ducha

Me visto con ropa cómoda, ya que no tengo planes de salir hoy. Aunque tengo que hablar con Raúl. Me olvide del tema por unos momentos, pero la presión en  pecho regresó

Así que bajo a la cocina para comer el desayuno que mi hermana preparó para mí

— Huele delicioso — le digo olfateando el aire

— Gracias — dice ella

Son huevos y tocino, con tostadas y mermelada. Y una taza de café con azúcar

— ¿No vas a comer? — le pregunto cuando veo que solo sirve un plato para mí 

— Comí hace un rato — contesta Margoth