Capítulo 9 *INTENTANDO PASAR PAGINA*

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Narra Alec:

Era mi primer día de trabajo y nunca antes había trabajado de camarero, y el hacerlo en una discoteca me hacía sentir inseguro. Sinceramente, me encontraba más perdido que Donald Trump, vestido con un tanga de leopardo y bailando en un antro gay de gogo. 

Yo no era ni de bailar ni de ir a discotecas, pero quería ahorrar dinero para poder emanciparme. Quería empezar a vivir mi vida como yo realmente soy. Sé que a mis padres no les hará ninguna gracia enterarse de que soy gay. Aún no les había dado la noticia, esperaba encontrar el momento adecuado. Era gay, si es verdad. ¿Y qué? Estaba cansado de fingir ser quién no era, de estar siempre mintiendo. De que me preguntaran cuando pensaba echarme una novia. Ellos estuvieron un tiempo creyendo que Aline y yo eramos más que amigos. Hasta que se enteraron que a ella lo que le gusta es el marisco. Y entonces empezaron a presionarme otra vez, sin saber que a mí me van las pollas, y que se me van los ojos detrás de los culos y las braguetas de los chicos.

Esa mañana Jonathan me estuvo enseñando a preparar cócteles. La verdad es que él día anterior me había sorprendido dándome un beso, cuando le dije que me habían cogido de camarero. En un principio me quede parado por la sorpresa, pero luego decidí dejarme llevar y darle una oportunidad a Jonathan.

Desde un principio fui sincero con él y le dije que aún no había olvidado a Magnus, y que seguía sintiendo cosas por él. Pero también le dije que él me atraía y que me había gustado su beso. No era como los que me daba con Magnus, pero me habían hecho sentirme bien y la sensación de su boca en la mía me había gustado. Sabía que con Magnus no tenía nada que hacer, él me lo había dejado bien claro desde un principio, así que me dije...... ¿Y por qué no intentarlo con Jonathan? Yo le gustaba, y él no me era para nada indiferente. Es muy atractivo y en todas estas semanas que yo me había encontrado tan mal, él había sido un gran apoyo, y más sabiendo lo que él sentía por mí. Podría ser el amor de mi vida, ¿y quién sabe? tal vez logrará enamorarme de él y olvidarme de Magnus de una puñetera vez.

Estas semanas había descubierto un Jonathan nuevo, lejos de la imagen rebelde y chulesca que proyectaba, y solía mostrar a la gente. Yo ahora sabía que Jonathan era como uno de esos juegos de azar en el que tenias que rascar, para saber lo que había debajo, para saber si te había salido algún premio. Yo ahora sabía que cuando lograbas rascar un poco en él, debajo de toda esa careta y actitud se encontraba un chico sumamente, dulce, bueno, cariñoso, y sensible. Jonathan era todo un premio; él había conseguido que yo sonriera de nuevo, aunque aún soñaba con cierto chico de piel canela y ojos felinos. Entonces me despertaba sollozando encima de la almohada para que nadie me oyera. 

Pero había decidido cambiar mi actitud y darle un giro a mi vida de trescientos sesenta grados. Quería intentar compaginar mis estudios con el trabajo, sabía que yo lo podía lograr. Yo soy bastante inteligente y sé que tengo capacidad para ambas cosas. Al mismo tiempo había decidido decir adiós a las lágrimas y darle la bienvenida a los besos y a lo que el futuro me deparara con Jonathan.

 Al mismo tiempo había decidido decir adiós a las lágrimas y darle la bienvenida a los besos y a lo que el futuro me deparara con Jonathan

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A VECES TRES NO SON MULTITUD.......¿O SÍ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora