Alec Ligthwood, es un excelente estudiante universitario, pero repentinamente sus notas en historia empiezan a bajar.
Magnus Bane, es un profesor que sustituye a otro, en la universidad donde va Alec, y también da clases particulares en su loft.
J...
Cuando me acerqué más a él, pude apreciar el cuerpo de su gato en su regazo. Magnus no dejaba de abrazarlo y de llorar desconsoladamente.
__¡Me lo han matado Jonathan, me han matado a mi Iglesia!
Yo bajé mi mirada hacía su regazo y es cuando me di cuenta de que su pequeño cuerpo estaba inerte, no se movía. Estaba envuelto entre los brazos de Magnus, este lo abrazaba mientras lo acunaba en su pecho dándole pequeños besos.
__¡Está muerto Jonathan, me han matado a mi Iglesia! -repetía sin cesar una y otra vez Magnus-
Sus ojos estaban anegados en lágrimas, que descendían por sus mejillas. Ambos nos miramos. En esos ojos enrojecidos vi mucho dolor y desolación. Magnus volvía a abrazar el cuerpo ya sin vida de su mascota.
__¿Cómo ha ocurrido Magnus?
__Yo había salido al supermercado que hay aquí enfrente, para comprar gomina para mi cabello y un nuevo eyeliner, pues ambas cosas se me habían acabado, y quería estar guapo para cuando fuéramos al centro comercial, a comprar el regalo para Alec. Pero al salir por la puerta él debió escapar y yo no me di cuenta. Yo crucé la calle y cuando ya estaba en la otra acera, dispuesto a entrar al supermercado, oigo un chirrido de neumáticos, seguido de un fuerte frenazo y unos gritos a mi espalda. Me di la vuelta, y vi a mi pequeño Iglesia inmóvil en mitad del asfalto.
Magnus volvió a sollozar fuertemente, su cara estaba completamente empapada por las lágrimas, y él se las secaba con el dorso de sus manos.
__Cuando lo cogí entre mis brazos aún respiraba, él me miraba con esos ojos. Pero yo..... yo ya no pude hacer nada Jonathan, minutos más tarde moría entre mis brazos.
__Magnus tranquilízate -intenté que se calmara-
__¿Cómo quieres qué me calme si mi gato ha muerto por mí culpa?
__¿Qué dices Magnus? Tú no tienes la culpa. Ha sido un cúmulo de circunstancias, pero no eres culpable -lo tomé de sus hombros tratando de calmarlo y reconfortarlo. Me senté a horcajadas enfrente de él intentando consolarlo-
__Sí, todo es culpa mía -contestó tajante mientras volvía a llorar- Si yo no fuera tan coqueto ni vanidoso, y estuviera tan pendiente de estar atractivo, no se me habría escapado, no me hubiese seguido y ahora no estaría muerto atropellado por las ruedas de un coche. ¡Soy un estúpido presumido! y ahora por mi culpa mi gato está muerto.
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No sabía muy bien cómo reaccionar, no se me daba excesivamente bien intentar consolar a las personas. Estaba impactado, nunca lo había visto llorar así, y verlo tan desolado sintiéndose culpable me mataba. Magnus era una persona alegre que casi siempre estaba de buen humor. Solamente lo había visto triste y enfadado cuando rompió con Alec. Él era un pequeño diablo conmigo cuando me provocaba hasta hacerme enojar, por eso nunca en mi vida esperé verlo así de esta manera, tan roto, destrozado y vulnerable como ahora.