No perteneces aquí (PARTE I)

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-¿Y qué tal si te pruebas este? – Era ya el quinto pantalón que le enseñaba al esclavo, y notaba que eso le incomodaba un poco, al mismo tiempo en que le hacía ruborizarse más.

-¿No son demasiados? – Preguntó. Si bien aquella promesa le calmaba con respecto a los castigos o las reprimendas, no por eso dejaba de ser un esclavo.

-Necesitas más ropa – Respondió él. – Además... estoy seguro de que te quedaría muy bien. – No sabía de dónde le salían palabras de ese tipo, pero las reacciones de Emett cuando las decía le gustaban de sobremanera. El mencionado asintió con la cabeza agachada, tomando el nuevo pantalón que Logan le extendía y yendo otra vez al probador.

Logan paseó la mirada por entre la ropa que estaba en aquel apartado. Habían invertido gran parte de esa semana visitando locales de ese tipo y simplemente no encontraba algo con lo que pudiese presentar al esclavo frente a sus padres.
No es que pensara que Emett se viera mal con la ropa, lo cierto era que se veía hermoso, pero tratándose de su madre nunca podía estar seguro de nada.

El vibrar de su celular le sacó de sus pensamientos, observó la pantalla unos segundos, sintiendo curiosidad por la persona que le llamaba. – Que yo sepa, no hay consulta sino hasta dentro de varias semanas – Dijo en tanto contestó.

-Así que vas a llevar a Emett a casa de Louis y Sofía – Dijo Derek ignorando de igual forma el comentario de Logan.

Él se recargó en una estantería del local, manteniendo la vista fija en el probador en el que se había metido el otro. – Bien, ahora tú lo sabes. Ya me puedo dar una idea de la magnitud de las cosas.

-Escucha, Logan – Derek sonaba serio, y eso le asustó un poco. – Tienen el sobre con las ecografías todavía, ¿verdad?

Asintió, aunque eso el doctor no lo podía ver desde su lado de la línea. - ¿Qué con eso?

-Llévalas a ese almuerzo y asegúrate de que tu madre las vea – Le indicó.

-¿Puedo saber por qué? – Respondió, pensando en el hecho de que, después de habérselo dado a Emett, ya no se había molestado en ver esas imágenes.

-No pierdes nada ganándote un aliado en esa casa si algo se sabe, ¿o sí? – Derek ya sabía cómo reaccionaría Louis de saber la verdad, y esperaba que el castaño menor lo supiera también.
Por el suspiro cansino que escuchó de su parte, comprendió que así era.

Logan se enderezó de donde estaba. – Veré qué puedo hacer con eso. – Cedió. – Gracias por la recomendación.
Quizás Derek no era tan insoportable como pensaba... siempre y cuando no se la pasara sermoneando... podía incluso decir que le caía bien.

Soltó una rápida despedida en tanto vio al rubio salir de los probadores, por alguna razón... no quería que este se pusiera más nervioso de lo que ya estaba con eso del almuerzo.

Emett no tenía ni idea de qué hacer para mostrarle cómo se veía usando lo que se probaba, había hecho miles de cosas para los entrenadores, cada una de ellas más humillante que la anterior, pero... jamás usando ropa, y de ser así, no tan costosa.
Empezaba ya a tener dificultades para moverse a causa del embarazo y eso entorpecía aún más sus pobres intentos para posar. – E... ¿Está bien así?

Logan rio bajito, caminando en su dirección. – No lo sé, ¿qué tal te sientes así?

-Bien, creo – Admitió, haciendo que sí con la cabeza. Hacía lo posible por no ver directamente a su amo, pero pudo notar cómo este veía entre los ganchos de camisas algo que le pudiese quedar también.

¿Tu dolor o el mío?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora