Dove || Yoonmin

Capítulo 5: cruz roja.

Siente que alguien se sienta a su lado y se sobresalta. Normalmente suele desayunar, comer y cenar solo, porque lo hace antes que todos los demás, ya que intenta evitarlos a toda costa. En aquel sitio es mejor alejarse de toda persona que pueda respirar, más aún de sus compañeros de habitación con los que tendría que verse obligado a comer.

Pero es Jimin quien se ha sentado a su lado, con una expresión de preocupación que últimamente no lo abandona y nuevas heridas que le indican que ha vuelto a hacer gala de su mala disciplina.

-¿Qué has hecho esta vez?- no le interesa realmente, pero no quiere que le vuelva a preguntar por Hoseok.

-No me hagas alargar el momento de tener que estar contigo.

Yoongi sonríe.

-Nadie te ha obligado a sentarte aquí.

-Sí, la biología que le hizo a tu padre tenerte a ti. ¿Has hablado con él?

-No, no está- responde secamente.

Jimin resopla frustrado abriendo su botella de agua, que es la única bebida que ofrecen en el comedor del internado.

-¿Y cuando vuelve?

Se encoge de hombros por toda respuesta y Jimin le pega en el hombro con brusquedad.

-Oye, esto es serio, ¿vale? Y mi paciencia tiene un límite.

-¿Ah sí? Pues la mía también. Lo agarra por la muñeca y retuerce la misma con fuerza. -Así que no me toques mucho los cojones o te juro que lo que has conocido hasta ahora te va a parecer una broma. Las cosas se harán cuando y como yo quiera, ¿de acuerdo?

Lo suelta y vuelve a concentrarse en su cena. Jimin se queda unos segundos allí, inmóvil a su lado, antes de coger su bandeja de comida y dirigirse a su correspondiente mesa. Le alegra ver que las cosas vuelven a ir por el cauce adecuado.

A pesar de todo, quiere acabar con esto cuanto antes y en realidad sabe que la mejor oportunidad para averiguar algo es ahora que su padre no está. Así que cuando se asegura de que todos sus compañeros están durmiendo, se levanta de la cama con sigilo y sale de la habitación colocándose una bata encima del pijama para no morirse de frio. Una forma de tortura más en ese sitio es la ausencia de calefacción.

No ve absolutamente nada, pero sí escucha gritos de los residentes y los pasos de los guardias. Realmente pone los penos de punta pasear por allí sin una luz con la que guiarse. Aún así se conoce de sobra ese lugar, así que no tiene problema en encontrar el despacho del director. Milagrosamente el sitio está sin vigilancia, eso no quita, por supuesto, que la puerta esté cerrada con llave.

Eso no es problema cuando se está tanto tiempo en un sitio con habitaciones cerradas con llave por fuera. Saca la misma horquilla con la que ha manipulado la puerta de su dormitorio y hace lo mismo con la del despacho con una maestría adquirida únicamente con práctica. No enciende la luz, eso sería un riesgo bastante estúpido por el que no quiere pasar.

Sabe dónde buscar. En el tercer cajón. Allí guarda los expedientes de todos los enfermos que están ingresados, lo curioso y quizás preocupante es que ya esté abierto. Mira receloso en la penumbra de la habitación, ya sus ojos acostumbrados a la oscuridad. Cuando se asegura de que sigue solo, comienza a rebuscar en las diversas carpetas, llegando por fin a la J en el orden alfabético.

Primero encuentra el de Jeon Jungkook, y después de muchos por fin llega hasta el de Jung Hoseok. Su corazón se acelera tontamente, vuelve a meter los demás expedientes en el cajón sin preocuparse de ordenarlos mucho y se mete la pequeña carpeta de Hoseok bajo la camiseta, sujetándola con la cintura del pantalón del pijama. Corriendo y con el corazón más que acelerado sale de allí.

-¿Qué se supone que significa esto?

Ni siquiera lo leyó anoche, a él ese chico no le interesa, así que simplemente en la primera oportunidad que ha encontrado, le ha entregado la carpeta a Jimin, que ahora la ha abierto impacientemente delante de él, descubriendo una fotografía de Hoseok tachada con una cruz roja imperfecta.

-Y yo que sé, ahí tienes lo que buscabas. Ve mirando tu agenda para buscarme un ratito libre- sonríe con malicia y le quita la carpeta de las manos. -Cuando cumplas, yo terminaré de cumplir también.

Se levanta y comienza a andar hacia la salida del comedor con la carpeta bajo el brazo. Sabe que Jimin lo está mirando y sonríe satisfecho. De nuevo su oferta vuelve a adquirir el interés que había tenido al principio.

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Como fue un capítulo cortito en comparación a los otros, la actualización será luego jiji así que esperen con ansias 💕 un beso!