Dove || Yoonmin

Capítulo 13: por favor arranquemos.

Siente una mano zarandearlo fuertemente. No sabe en qué momento se ha quedado dormido, ni cuándo ha tenido la intención de hacerlo, solo sabe que el frío del suelo le traspasa la piel y se cala hasta los huesos haciéndole estremecer, más aún al saber que no está solo Abre los ojos lentamente y se incorpora asustado, será la hora de su castigo o algo así, quizás al estar tan adormilado ni siquiera se entere de lo que le hagan.

Pero parece iluminarse toda la habitación cuando ve que es Yoongi el que está arrodillado a su lado y no lo piensa dos veces antes de abrazarlo como puede, pasando la cadena de sus manos por encima de la cabeza y rodeándolo con la misma antes de pegarse totalmente a su cuerpo sin tener en cuenta lo que está haciendo. No le importa en ese momento lo que haya podido hacer antes, solo le importan volver a verlo y saber que, dentro de lo que cabe está bien. Yoongi tarda en reaccionar, pero le rodea la cintura con un brazo débil y todos los músculos en tensión.

Es eso lo que le hace separase de él, recibir esa fría bienvenida y darse cuenta de que ese es el muchacho a que hace unos días no podía ni ver. Respira profundamente con las mejillas ardiendo y se separa de él volviendo a hacer el mismo procedimiento con las cadenas para dejar de abrazarlo. Lo ve entonces bien y siente que su corazón se detiene durante unos momentos al ver su rostro tan magullado, casi irreconocible por todas las heridas, el cuello no presenta mejor aspecto y lo que puede ver de sus brazos tampoco es muy gratificante. Además, ¿Qué hace con ese uniforme?

-¿Tu uniforme no era blanco?- es todo lo que se le ocurre decir para evitar confesarle que le ha echado de menos y que no puede alegrarse más de verlo allí.

-Ya estoy en el nivel cuatro- le explica encogiéndose de hombros- Min, te voy a sacar de aquí de una vez.

-Espera, espera, tienes que explicarme lo que ha pasado... ¿Qué pasa con Tae y...?

-Tae logró escapar, Hoseok está muerto.

Está claro que la sutileza no es lo suyo. Ha sentido una oleada de alivio al escuchar las noticias sobre Taehyung pero ha sido sacudido por algo parecido a un huracán interno con las de Hoseok. ¿Muerto? No puede ser, no puede ser que allí lleguen hasta esos niveles. Todas sus fuerzas parecen abandonarlo entonces y se deja caer un poco más en el suelo, como si hubiese hecho un gran esfuerzo.

-¿Y qué te ha pasado a ti?- dice con un hilo de voz, intentando hacer que la imagen de Hoseok inerte desaparezca de su mente.

-Intenté ahorcar a Heechul- repone con una sonrisa-.Ya te lo contaré en otro momento.

-¡¿qué?!- intenta tranquilizarse, no es una información nueva tampoco-.¿Por qué no has venido antes?

-Porque... porque no podía.

Jimin se arrastra de rodillas por el suelo hasta quedar un poco más cerca de él y poder acariciar su mejilla con suavidad, teniendo cuidado de notar ninguna de sus heridas. Aun así, Yoongi emite un sonido de dolor, pero no parece molestarle el contacto del menor.

-Te estás llevando la peor parte- comenta Jimin horrorizado por todo lo que habrá tenido que sufrir.

-Oh, vamos, está claro que hace mucho tiempo que no te ves en un espejo- coge su mano para retirarla de su cara, pero no la suelta-. Los castigos no son los que me han impedido venir, Jimin.

-¿Entonces?

Yoongi sonríe bajando la mirada y niega con la cabeza levemente. Suelta su mano y se levanta con un largo suspiro.

-No volveré a dejarte solo, vamos a acabar con esto de una vez.

-Oye, Yoongi- hace de tripas corazón e intenta no ponerse nervioso e ignorar a ese corazón acelerado que parece retumbar por todo el sótano-.Yo también te he echado de menos.