Capítulo 15: confesiones y cariño.

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He vuelto! muchas gracias por esperarme. tuve muchos proyectos finales esta semana, y adivinen qué, pasé mi primer semestre! estoy tan feliz ;_; en fin,  disfruten este nuevo capítulo!! besitos besitos ♥   

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 No recordaba que el exterior de Dove fuese tan grande. No recordaba ni siquiera haber estado allí en ningún momento de su vida y eso de que antes de que este lugar fuese el infierno de muchos, era el lugar de veraneo de su familia. Solían tener una piscina, caballos, incluso una sala de juegos, pista de tenis y fútbol, era algo así como un spa privado en el que se reunían tíos y tías, primos, abuelos y abuelas, gente a la que apenas conocía y que solo veía en verano. Parecía imposible que un lugar tan agradable, cálido y familiar como ese se hubiera convertido en un sitio de torturas continuas a gente inocente.

Ya es absurdo recordar ese tiempo que ahora parece más producto de un sueño que del pasado. Igual que parece más producto de un sueño que Jimin busque su mano sin ningún tipo de miedo. Quizás de no ser por su compañía se habría derrumbado con la primera gota de lluvia que le había mojado la cara. Está cansado, dolorido y desesperanzado. Es increíble que sea Jimin el que le dé las fuerzas necesarias para continuar, cuando él no está en mucho mejor estado. Pero agradece su optimismo y esa ilusión incontenida por salir de allí. Juntos. ¿No es inverosímil? Le gustaría disfrutar de ese sueño o de esa realidad o de lo que sea, pero sabe que no lo merece, que no se merece a alguien como él. Que no lo merece a él.

Es por eso que no quiere escucharle decir nada de lo que pueda arrepentirse, nada de que después de duela en lo más profundo cuando decida que no puede perdonarle por todo lo ocurrido. Porque entiende que lo odie pro todo, que sienta asco y que quiera matarle, pero no comprende que apriete su mano con fuerza o lo abrace como hace ahora para infundirle calor en la más fría de las noches.

Se han refugiado de la lluvia bajo un árbol. La alarma del internado hace tiempo que ha dejado de sonar, pero han seguido andando hasta que la nubosidad y la noche les ha impedido continuar. Por allí no recuerda que puedan salir a ningún lado, pero quizás se equivoque y den con alguna esperanzadora salida. Es lo único que pueden esperar.

Jimin se revuelve inquieto entre sus brazos y Yoongi lo abraza con un poco más de fuerza para infundirle un poco de calor. Sigue semidesnudo ya que su camiseta ha quedado inservible por la sangre y no ha aceptado de ninguna de las maneras la que el mayor le ha ofrecido, así que simplemente le queda resguardarse entre sus brazos.

-¿Sabes? Mi madre solía traerme por aquí para enseñarme a distinguir los frutos comestibles y los que no –comenta notando que el menor está despierto-. Por lo visto previó que me perdería en el bosque.

Jimin se ríe suavemente alcanzando la cabeza para poder mirarlo mejor y se acomoda bocabajo, apoyado en su pecho.

-¿Y aprendiste?

-No mucho, creo que ella tampoco tenía mucha idea.

Nota como va perdiendo la voz a medida que habla, pero espera que Jimin no se dé cuenta. Aun le duele hablar de su madre, a pesar de que ella nunca hizo nada que tampoco mereciera. Ella huyó a tiempo de ver como se convertía en el mounstro que es ahora.

-¿Dónde está ahora?- inquiere Jimin

-No lo sé- responde con sinceridad-. Mis padres se separaron cuando mi padre creó todo esto y se desentendió completamente de mí cuando... cuando se enteró de lo que había hecho.

Jimin se separa de él y se sienta a su lado, mirándolo con algo parecido a la compresión. También él se incorpora, sabiendo que aunque esté tumbado no va a conciliar el sueño, ambos están demasiado inquietos.

-Deja de culparte por eso, Yoongi- se arrastra en el suelo para acercarse más y le rodea los hombros con un brazo-. Tú mismo me dijiste que no debía preocuparme por quien me rechazara, ¿no?

-No es igual, Min- suspira- Tus padres no te aceptan por cómo eres, no por algo que hayas hecho. Yo hice algo horrible y merezco estar aquí y no haberla visto más.

-Yo también creía que me habías hecho algo horrible- comenta Jimin acercándose todo lo posible a él-. Y mírame, ahora me resulta imposible alejarme de ti.

-Pero tú no cuentas- sonríe mirándolo por primera vez desde que comenzaron a hablar-. Tú eres masoquista, ya ha quedado claro.

Jimin se ríe de esa forma que le encanta, porque lo ha escuchado pocas veces, tampoco ha tenido demasiados motivos para estar feliz. Ahora tampoco, pero parece que la situación ha mejorado a pesar de estar bajo la lluvia.

-Puedo ser masoquista, pero no tanto como para estar aquí contigo si te odiara por algo. Porque no eres el mismo, Yoongi, porque tú no eres malo, solo te dejas dominar por otras cosas que te llevar a hacer cosas que no quieres. Pero mírate ahora, estás relajado, te has controlado e incluso lo has evitado. ¿Por qué no ves eso y te olvidas de lo malo?

-Porque todo es malo- responde secamente.

Jimin se ríe de nuevo y se tumba resuelto con la cabeza apoyada en sus piernas. Comienza a dibujar formas raras con el dedo índice sobre su muslo y cierra los ojos emitiendo un profundo suspiro.

-Eres incansable. Demasiado terco hasta para mí.

Yoongi sonríe sin poder evitarlo, apartándole el pelo de la cara a Jimin y dejando ahí descansar su mano al ver que Min se acurruca más contra su cuerpo.

Dove || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora