CAPITULO VEINTIOCHO.

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Harry y yo estábamos muy ebrios, así que entre risas decidimos tomar un taxi antes de chocar o algo así. Harry tocaba incansablemente mi muslo, haciendo círculos con su dedo, lo cual ¡¡ME EXCITABA!!

Harry pago el taxi y nos bajamos, como pudimos. Apenas pudimos llegar a la casa sin caernos, el estúpido de Harry se reía de cada paso que daba. Al entrar unos de los sirvientes nos miro confundido. ¿Qué miraba este estúpido? Subimos las escaleras, Harry no soltaba mis caderas, ¡DIOS MIO!

Estábamos a tres pasos de mi habitación cuando Harry me gira para besarme. ¡ESTABA PASANDO!

La mano de Harry se movía en la parte de atrás de mi cuello en un intento desesperado por estar mas cerca de mi. Mientras nos besábamos caminabamos hacia atrás para entrar en mi habitación. El me guiaba con una mano en la cadera y la otra en mi cuello, me tropecé con sus pies y el tropezó mientras sus piernas llegan a la cama causando que caigamos en esta. Me senté a horcadas sobre su torso, el saco mi vestido, dejándome en ropa interior. Sus ojos se abrieron sorprendido y trato de tirarme hacia el para darme un beso, pero yo tenia otros planes. El saco mi corpiño y lo tiro por ahi. Las manos de Harry eran cálidas mientras tocaba mis pechos con sus grandes manos, masajeando con rudeza. Trate de desabrocharle sus jeans y sacárselos pero el efecto del alcohol estaba en mi contra. El me ayudo a sacarlos junto con sus bóxers hasta las rodillas. Con mis manos agarre su parte y el jadeo, cuando mire su cara sus ojos están cerrados. Lentamente bajo y lo introduzco en mi boca, haciendo lo que a ellos les gusta.

 -Mierda Yaiza.- El gimio y tomo mi cabello. Muevo mi cuerpo mientras continuo comlaciéndolo, estoy entre sus piernas, mientras el se sienta y me mira.- Te ves tan sexy como estas, con tu boca alrededor de mi.- Dios mío sus palabras sucias, ¿Quien diría que el santito Harry seria así?

Siento el calor entre mis piernas y muevo mi cabeza rápidamente mientras lo oigo gemir mi nombre. Segundos después el quita las manos de mi pelo y me impide seguir.– Si sigues voy a terminar.- Dice agitado.

No quiero hablar, no quiero mostrar lo desesperada que estoy por tenerlo haciéndolo conmigo, así que me levante para tratar de sacar mi tanga pero las manos de Harry me detienen.

 -Quiero que dejes eso... por ahora.- Dios, ¿Qué?.- Ven aquí.- Hace un gesto y tira de su camisa por la cabeza. Se dirige hasta el borde de la cama y me tira había el. Sus ojos son salvajes y expectantes. La sensación de estar sentada en su regazo mientras el esta completamente desnudo y listo... y yo solo vestida con ropa interior es exquisita. Tiene de la parte baja de mi espalda con un mano, y une sus labios con los míos una vez mas.

 -Me encantas.- Susurra en mi boca mientras sus dedos mueven mi tanga a un lado.

 El mueve sus dedos lentamente, muy lentamente y yo instintivamente me muevo hacia adelante y hacia atrás para crear un ritmo más rápido. Mi respiración y gemidos se aceleran. El retira su dedo dejándome con ganas de más, me toma en sus brazos y me deja sobre la cama. El se coloca arriba mío y tira de mi labio, chupándolo suavemente. Termina a sacar mi tanga sin dejar de besarme. El me levanta las piernas y introduce su miembro en mi.

 -Oh.- digo y cierro los ojos.

Envuelvo mis brazos alrededor de su espalda, abrazándolo mas cerca de mi mientras el se mueve mas fuerte. El me besa todo el tiempo yo paso mis manos por sus abdominales, sus tatuajes, su pelo.

 Abro los ojos y veo una gota de sudor rodando por su frente.

 -Eres mucho para mi, no quiero perderte.- Dice mientras mis labios se mueven por su cuellos y el hombro. Su piel esta salada, húmeda, perfecta.

El gime y muevo mis manos arriba y debajo de su espalda mientras el lo hace cada vez mas fuerte y rapido. El entrelaza sus dedos con los míos y la intimidad de gesto me hace débil, siento mi estomago apretarse y el susurra nuevamente lo mucho que significo para el mientras nos tensamos. Nuestros gemidos se entrelazan con nuestros cuerpos cuando terminamos.

El se acuesta al lado mío y me lleva contra el.

-Me alegro que después hayas ido por mí.- Digo después de un largo silencio.

 -Yo también. No estaba seguro de ir, pero realmente quería hacerlo. Lo siento por haberte hecho sentir mal. Puedo ser un idiota a veces.- Levanto la cabeza y lo miro.

 -¿A veces?- Digo sonriendo.

 -No te estabas quejando hace cinco minutos.

 Niego con la cabeza y me acosté de nuevo sobre su pecho húmedo, durmiéndome casi al instante.

-Warrior-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora