CAPITULO TRES.

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-¡ESTOY EN NEW YORK!.-Grite.

Unas cuantas personas se dieron vuelta a ver quien era la loca que gritaba, seguro pensaron que estaba drogada o algo así.

Camine por las grandes calles, llenas de gente que solo se preocupaba en sus problemas, caminando de acá para allá. El cielo estaba gris y hacia mucho frió ya que estábamos casi en invierno, los arboles estaban desnudos, muy pocos tenían unas pocas hojas amarillas, las otras estaban desparramadas por el suelo.

 Mire el papel que me había dado Jake con la dirección de hotel:

The Carlyle A Rosewood Hotel

35 East 76th St., New York, NY 10021, USA 

Seguí caminando por las larga cuadras, solo me faltaba una pero ya lo veía, era gigante, tenia unos cuarenta pisos por lo que deduje, muchísimas ventanas y terminaba en una torre.

Cuando llegue a la entrada, una puerta giratoria dorada, me hizo acordar a todas esas películas y series que habían utilizado este hotel. Entre y quede impactada con la decoración del lugar, todo en dorado y marrón. El piso, en estos mismos colores, brillaba como nunca, podía ver mi reflejo en el. Las paredes al igual que el techo eran de color crema y tenían unos hermosos detalles, del techo colgaba un candelabro. Había cuatro inmensos espejos con borde de madera oscuro, dos de cada lado de las paredes y debajo de estos había un sillón de color naranja para dos personas. En frente mío se encontraba el recepcionista, detrás de un mostrador de madera oscura que tenia grabado con dorado el dibujo del hotel, arriba colgaba una lámpara con el nombre del mismo y en la pared tenia estantes, también de madera oscura, donde iban las cartas para los residentes.

El hombre alto de saco negro me dio las llaves de mi suite y agradeció que me hospede en el hotel, de pronto apareció otro hombre vestido igual y me acompaño hasta el ascensor para luego llevarme hasta mi suite, la numero 116.

 -¿Tengo vecinos?- Pregunte.

 -Emm si señorita, pero eso es confidencial.- Dijo el hombre apenado.

 -Hay señor por favor, quede con verme con una chica en este hotel, me dijo que estaría en este piso.- Suplique.

 -¿Como es el apellido?.- Pregunto.

 -No lo recuerdo.- Mentí.

 -Bueno -suspiro- en este piso hay 4 suites, de las cuales 2 están habitadas, son suites muy caras, el señor Styles en la 119, y usted en la 116.

 -Que raro, no, seguro llegara más tarde, pero gracias igual.- Dije sin darle mucha importancia.

 -De nada, ¿Le ayudo a entrar las maletas?.-Se ofreció el.

 -No, estoy bien.- Le respondí ignorándolo.

 El hombre se alejo.

 -Genial - pensé- lo tengo a 3 habitaciones, tengo que agradecerle a Jake por hacerme el trabajo mas fácil.

Camine a la habitación 119 arrastrando las maletas detrás de mi, metí mi llave en la puerta pero obviamente no abrió la puerta, seguí intentando un par de veces mientras maldecía en vos alta.

Se escucho una llave desde adentro 'Genial, la presa esta en casa' pensé. La puerta se abrió, puse mi mejor cara de 'OMG que esta pasando' mientras el sexy de Harry Styles aparecía sin remera detrás de la puerta. Contuve mis ganas de mirarlo de arriba a abajo y tirarme encima de él.

 -¿Pero que diablos? -Pregunte confundida mientras miraba mis llaves.

 -¿Que pasa?.- Dijo él sonriendo.

 -No lo se, yo solo quería entrar a mi habitación pero esta llave no anda y estas tu aquí.-Dije haciendo vos tierna.

 -¿Me prestas tus llaves?.-Pidió estirando su mano.- Acá esta el error -dijo mientras las miraba- esta es el habitación 119, y la llave dice 116.

 -Oh, que boba.- Dije golpeándome la cabeza con la mano.

 -No te preocupes, suele pasar.- Señalo el.

 -Perdón por molestarte, y gracias por ayudarme.- Dije mirándolo a los ojos.

 -No es nada.- Agrego.

 Me di la vuelta, arrastrando exageradamente mis maletas.

 -¿Necesitas ayuda?.- Pregunto.

 -Por favor.-Me gire a mirarlo.

 Se acerco y agarro 2 de mis 3 maletas y miro raro.

 -Me quedo un mes acá- Dije explicando la situación.

 -¿Buscas trabajo?.- Pregunto confundido.

 -Emm no, suena estúpido pero... estoy buscando al amor de mi vida.- PA TE TI CO.

 Oficialmente lo mas nerd que dije en la vida.

Harry se río, mostrando una perfecta sonrisa blanca -No es estúpido, pero eres demasiado linda, seguro tienes una fila de pretendientes atrás tuyo.

 Hice la mayor fuerza para sonrojarme.

 -Ojala.-Dije mirando hacia abajo.

-Estoy seguro. ¿Queres ayuda para abrir la puerta?.- Pregunto mirándome.

 Este me tomo de pelotuda.

 -No gracias, puedo sola.- Le dedique una sonrisa.

 Entramos, mientras Harry dejaba las maletas al lado del sofá yo servía vodka en un baso.

 -¿Queres?.- Dije levantando el baso.

-No gracias, ahora no, pero otro día puede ser- Me miro sonriendo.

-Bueno - Dije mientras tomaba el baso de un trago.

- Ya me voy, cualquier cosa que necesites búscame, sabes donde encontrarme.- Me guiño un ojo.

-Lo mismo digo.- Sonreí.

Lo acompañe hasta la puerta y se fue.

Estaba en la Premier suites de dos dormitorios del Carlyle. Era realmente lujoso, eran dos hermosas habitaciones, decoradas de forma individual, cuartos de baño, una cocina completa, comedor y una amplia sala de estar.

 Estaba muy distraída mirando los libros cuando el teléfono sonó, asustándome.

 -¿Hola?.- Pregunte.

-¡¿ESTAS LOCA?! NO PENSABAS LLAMARME, HACE 4 HORAS LLEGASTE ALLÁ Y ¿NO SOS CAPAS DE MANDARME UN MENSAJE O UNA SIMPLE LLAMADA? TE LLAME UNAS 50 VECES ¿DONDE CARAJOS TENIAS TU TELÉFONO? ¿NO TE ACORDABAS DE MI? ¿DE QUE PODÍA ESTAR PREOCUPADO?.- Grito Jake como loco.

-NO ME GRITES, estaba organizando las cosas, y si me acorde de vos, quiero agradecerte por ayudarme, la habitación es genial, estoy a 3 de Harry. Hablando de él... Ya lo conocí, me ayudo a entrar mis maletas.- Dije algo bastante emocionada.

-Me alegro que todo salga bien, solo te quedan 29 días, vamos que podes.- Me alentó.

-Si obvio, bueno, me voy a dormir, apenas pude pegar un ojo hoy.- Dije bostezando.

-Chau corazón, suerte, descansa, te quiero.- Dijo tierno.

-Yo también, chau.- Le corte, no quería que siguiera con sus bobadas.

 Busque entre las maletas mi pijama blanco, me cambien y me metí a la cama.

 La fase 1 estaba completa.

-Warrior-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora