Mr. Zero

Capitulo 1

La peor cosa que me podía ocurrir en una mañana...

Tan molesto era tener una reunión en la oficina con unos quince empresarios guiados por mi padre, el dueño de las empresas Jackson de todo el país; la verdad es que yo soy el hijo de mi padre y con eso me refiero a que soy posiblemente igual a él en algunos aspectos. A diferencia de que yo tengo 28 años y tengo dos carreras en la universidad (Piloto de Aviones de Ala Fija e Ing. Aeronáutica), no tengo novia, esposa o hijos. La verdad es que sí, un soltero un poco alocado, me divierto cuando quiero, donde quiero y a la hora que se me pegue la regalada gana de hacerlo. ¿Por qué soy así? Bueno, es muy sencillo, pues pasé por algunas cosas terribles con un par de mujeres que me hicieron ver a las demás como un trozo de carne que satisface a los hombres como yo... en fin, no me gustaría dejarlos con la duda sobre esa historia, así que mejor se las digo. Crecí en una familia a la que no le faltaba ni un solo centavo.

Para darse los lujos que quiera, las empresas Jackson pasaron de generación en generación por mi familia, de mi bisabuelo a mi abuelo y de mi abuelo a mi padre. Ahora estoy a poco tiempo de ser yo quien maneje el negocio familiar que solo los hombres de la familia pueden heredar. Soy hijo de Vanessa y Christopher Jackson, unos padres que dicen que se quieren, pero quienes jamás lo demuestran. Mi mamá es una alcohólica que fue obligada por sus padres a casarse con el infiel y malhumorado de mi padre tan solo para mostrar un buen estatus social y para que ambas fortunas se unieran y a su vez se multiplicaran. Fui criado por una nana llamada René y mi chofer Noé, soy el hijo del medio, tengo dos hermanas, la mayor se llama Chloe, es dos años mayor que yo, tiene un hijo llamado Brath que tiene unos seis años, vive con su esposo, el cual odio porque algunas veces he visto cómo le grita a ella, se cree su dueño solo porque la mantiene. Tengo otra hermana que se llama Christina, es cinco años menor que yo y aún está en la universidad. Es la consentida de mi papá y, por supuesto, es mi consentida por ser la más pequeña de todos.

Cuando tenía 16 años conocí a una chica que creí que amaba y ella me amaba. Su nombre es Cameron. Era un año mayor que yo, duramos dos años de novios hasta que un día la vi acostarse con mi "mejor amigo". Cuando le reclamé, me dijo: —Soy libre, y tengo un objeto que me pide a grito, que lo utilice y lo voy a hacer. Sé lo que están pensando, y si es una perra, sufrí como un maldito niño cuando su mamá le pega y lo castiga. La verdad es que ella fue mi primera experiencia sensual y, aunque me duela reconocerlo, me había ilusionado a morir con ella, pero era obvio que ella no sentía lo mismo por mí. A los 18 años conocí a una tierna chica llamada Jenny. Era dulce cuando estaba en la iglesia, con sus padres y algunos familiares, pero cuando estaba conmigo era toda una diabla y eso a mí me encantaba. Nuestro romance duró tres años y ocho meses. Le encantaba que yo la llenara de regalos costosos y que siempre le diera mucho dinero para comprarse cosas, hasta que un día pidió un viaje en avión privado para ella y sus amigas. Yo hacía lo que ella me pedía, no me importaba. Siempre me decía a mí mismo "el dinero se hizo para gastar" hasta que regresó del viaje y me dijo: —Estoy embarazada, pero el bebé no es tuyo ...- Maldita mala suerte, otra que me engaña. Ella se había ido de vacaciones con sus amigas a Brasil en el avión familiar y conoció a un chico por allá y llegó embarazada. Dos mujeres que me parten el alma, dos mujeres que yo creí que iban a ser las únicas en mi vida, dos mujeres a las que solo les interesa mi cuenta bancaria, mis influencias y nada más, pero esta última fue casi igual que la primera, ambas me demostraron que las mujeres son de una noche y luego hay que seguir nuestro camino. La verdad es que quizás la culpa de todo la tienen mis padres, porque ellos nos enseñaron a mi hermana y a mí que el amor existe solo, que no todo lo tiene y que tenemos que conformarnos con lo que nos toca. A mí me tocaron mujeres perras, a mis hermanas malditos hombres y a mi madre, bueno, a ella le tocó alguien que estaba a su alcance, podría decir...