Capitulo 3

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Aliste mi maleta, mire mi reloj, estaba a tres horas de mi vuelo.

Baje las escaleras, tome una manzana me despedí de la señora Mary y Salí del Pent-house me monte en un taxi en dirección al aeropuerto, tenía puesto unos jeans común, una franela negra y un suéter de capucha, aparte de unos tenis negros. Me coloqué mi capucha y Salí del taxi en dirección a la puerta de embarque.

—Buenas noches, Sr. Chris Jackson – dijo la mujer que verifico mis datos, le sonreí sin responderle, era muy linda parecía una Miss, me miro varias veces supongo que fue porque en la foto del pasaporte parecía un millonario y como estaba vestido parecía un chico normal de barrio o de un vecindario decente.

—Siempre me coloco ese traje para sacar papales importantes como mi cédula y el pasaporte – le dije y ella asintió, me entrego mis documentos, y me indico hacia donde debía ir, para mi suerte no me reconoció, así que mi plan de colarme en la sociedad iba marchando muy bien.

Entregue mi maleta y subí a mi avión fui recibido por un grupo de chicas muy amables, otros me guiaron a mi asiento, me parecía muy extraño tanta amabilidad, hasta que vi el uniforme de una de las chicas una de ellas usaba el uniforme de nueva ella sería mi objetivo para comportarme como un personaje perturbador.

El avión despegó tan pronto como el aviso de cinturones se apagó, me lo quite y comencé a portarme un poco molesto.

—¡Disculpe señorita! – llame a una de las tripulantes para que me atendieran.

—¿Sí señor? – dijo una con un tono muy amable.

—Necesito un poco de agua – ella me sonrió y dijo que en un momento me la traería, pero no fue así, duro más de cinco minutos para llevarme el agua, y me impaciente, así que tome el brazo de una de las que iba pasando para mi suerte era la nueva.

—Disculpe, señor, ¿puedo ayudarlo? – me dijo al soltarse de mi agarre. Era la mujer más bella que había visto alguna vez, sus perfectos ojos azules, su cabello castaño oscuro, bien peinado y recogido como la aerolínea lo exigía, su mirada era tan bella al igual que sus perfectos labios…

—Hace más de cinco minutos que pedí un agua y no me la han traído ¡podrías! – le dije en un tono poco amable, ella sonrió y asintió, tardo menos de dos minutos en llevarme un vaso de plástico con agua.

—¿Algo más señor? – me negué cuando me lo pregunto, la chica sí que se estaba esforzando por hacer bien su trabajo, a pesar de que los demás estaban pendiente de otras cosas. La chica fue muy amable no solo conmigo, sino con todos los demás pasajeros, era como si estuviera en su instinto ser una buena persona…

Luego de un par de horas me levante para ir al baño y me tope con la chica nueva de la tripulación quien estaba en su Galley tratando de ordenar algunas cosas en el trolley para dar servicio a los pasajeros, estaba sola ¿Cómo era posible es? Debía estar uno de más tiempo tratando de ayudarla y de supervisar que lo hacía bien. Camine hasta donde ella estaba y me agache junto a ella para ayudarla a subir la cesta con los jugos al trolley.

—¿Puedo ayudarte? – le dije y cuando trate de ayudarla a levantar la cesta mis manos se colocaron sobre las de ellas en la cesta, ella me miró con esos lindos ojos azules y esa mirada que te hacía sentir la necesidad de ser lo que ella quiera que seas, hasta convertirte en su protector en su héroe.

—Estoy bien, señor – me dijo mostrándome una linda sonrisa con esos finos y delicados labios.

—Me encantaría ayudarte – le dije y ella me dejó que lo hiciera.

—¿Qué ocurre aquí? – entro una de las aeromozas y miro a la chica con algo de molestia.

—Nada, el caballero iba al baño y me vio levantar eso y…—Ella traga grueso mientras la chica cruzaba los brazos. —Él se ofreció a ayudarme – la chica nueva coloco sus brazos en su espalda y miro hacia el suelo.

Mr. ZeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora