Capitulo 9

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Un mes después, ya teníamos un mes de novios, y salíamos unas cuatro veces a la semana, cuando ella estaba libre, o cuando llegaba de algún vuelo, yo estaba con ella, incluso me asegure de que no le colocaran vuelos al extranjero para que no estuviera tan lejos de mí, ya sabía muchas cosas de ellas, y ella aún no se sentía preparada para estar conmigo, así que básicamente estaba a dieta o en vuelta de hambre. Cada día que estaba con ella me era difícil contener las ganas de hacerla mía, cada día que estaba con ella regresaba a mi casa con el dolor de entre piernas más grande que podía tener y todo era porque mis deseos por ella me los tenía que tragar.


Hola bebé, ¿Qué tal tu vuelo?

—Esta vez me toco con unos compañeros más amables - entro a la camioneta y me dio mi beso.

—Me alegra que estés mejorando las cosas con tu grupo de trabajo - le dije mientras encendía la camioneta para conducir a un restaurante.

—Oye Chris ¿Por qué no vamos a tu casa? - aún no le había dicho a ella sobre mi estatus social y no tenía planeado como se lo diría.

—¿Para qué quieres ir a mi casa?

—Bueno, para saber cómo vives y donde vives ¿no puedo?

—Si amor solo que mi casa está un caos, es apartamento de soltero, es un desastre - ella sonrió.

—Bien, pero prométeme que iremos pronto - tome su mano y la bese.

De camino al restaurante no dejaba de pensar en cómo le diría a Alanna sobre mí, la relación se estaba haciendo cada vez más y más, seria, y yo no encontraba el valor de cómo decírselo, incluso cuando lo pensaba, me imaginaba una escena donde ella me lanzaba el refresco encima y me decía lo idiota que era y que no me quería ver, entonces me arrepentía y no le decía nada.

—¡Ay! ¿En dónde estás? - dijo mientras chasqueaba los dedos delante de mi rostro.

—Aquí bebé, ¿Dónde más? - le dije y le sonreí.

—Pues no parece - dijo mientras tomaba un poco de su refresco.

Caminamos por la ciudad y por el centro comercial observando muchas tiendas, tomados de las manos, hasta que al salir comenzó a llover la tome de la mano y corrimos para llegar a mi camioneta, pero ella se detuvo en la cera, estaba detenía como una roca, no se movía la mirada estaba completamente enfocada en un lugar un callejón oscuro. Abrí la camioneta y tome mi chaqueta de cuero para taparla.

—Bebé ¿te ocurre algo? - le dije cuando trate de cubrirla con la chaqueta.

—Me quiero ir de aquí - dijo y comenzó a caminar, no se quiso montar en la Autana.

—¿Qué pasa? La seguí, pero no dijo nada, así que corrí, cerré la puerta de la camioneta y corrí detrás de ella, no dejaba de llover y ella no dejaba de caminar. —¿Bebé? - apenas la tome del brazo ella se dio la vuelta y me abofeteo, me quede helado ¿Por qué me abofeteo? ¿Qué le paso?

—Lo lamento Chris, necesito estar sola - dijo y corrió lejos de mí, necesitaba una explicación para esa cachetada y la iba a encontrar así que la seguí corrí tras ella hasta que llego a su casa y no me dejo entrar, dure horas en la puerta de su casa incluso mi ropa se secó y ella aún no me abría, así que Salí de su edificio y busque mi Autana y me fui a casa, la llame unas veinte veces y no respondió así que le deje muchos mensajes de voz que jamás respondió, le envié mensajes de textos que no respondió.

Yo: Alanna, no sé qué fue lo que hice o dije, pero igual me perdono por lo que sea que te molesto

Tres minutos después.

Mr. ZeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora