Mr. Zero

Capitulo 19

Llego nuestro día Alanna estaba en su apartamento y yo estaba en mí Pent-house, mientras ataba mi corbata me miraba en el espejo y me detuve a pensar en cómo era mi vida antes de conocer a Alanna, y si alguien me dijera que si pudiera retroceder a ese día ¿Qué cambiaria? Le respondería con mucho gusto que no cambiaría nada, haría exactamente lo mismo que hice ese día para que todo siguiera siendo tan perfecto como ahora lo es.

Porque a partir de ese día deje de ser el Sr. Cero para convertir mi vía en el Sr. Cero junto a la Sra. Uno ¿Qué porque uno? Bueno porque yo era quien estaba solo, y decía que para mí el amor era cero, Alanna se convirtió en mí uno, ella me hizo salir de mi zona de confort y eso es lo mejor que me ha ocurrido en mucho tiempo.

—Chris ya es la hora – John entro y a su lado estaba nada más y nada menos que mi Papá Noé.

—¿Viniste a entregarme en el Altar? – le dije y él sonrió entro y me acomodo la corbata.

—Créeme que si eso fuera lo que se hiciera, eso lo haría orgulloso – lo abrasé y el palmeo mi espalda.

Salimos de mí Pent-house y nos subimos a la limusina, donde estaba Víctor, mi tercer padrino de bodas, los otros dos eran Noé y John. Llegamos a la iglesia y los invitados ya estaban ahí, mi padre estaba en la entrada.

—Felicidades, hijo, espero que tu matrimonio sea tan bello como cualquier otro – me estiro el traje mi mamá se acercó a mí, pero me fui antes de que me dijera algo, sabía lo que iba a decir, que estaba equivocado, que la mujer perfecta es Cameron y un montón de estupideces, no la quería escuchar este era mi día y el de Alanna así que no quería que nadie lo arruinara.

—Felicidades, hermano, al fin asentarás cabeza – dijo Chloe colocándome una flor en el bolsillo de mi traje.

Tome mi lugar al final del pasillo de la iglesia, junto al cura, no puedo negar que mis manos sudaban y mi corazón latía, pero no era por miedo, era porque estaba muy ansioso de ver a Alanna con su hermoso vestido caminando hacia mí.

Y la espera acabo, Alanna llego la vi caminar tomada de la mano de su hermana Aileen, ella era quien la iba a entregar, Alanna estaba tan hermosa, el vestido era hermoso, tenía unas pequeñas magas y un corto cuello su cabello estaba recogido, bien peinado y no usaba ni corona ni velo, solo tenía un hermoso adorno de flores, su ramo de flores, había muchas flores, pero blancas toda ella era hermosa.

—Espero y la cuides – me dijo la hermana de ella cuando me la entrego.

—Eso haré – le dije, las damas de honor eran Chloe, Christina y Aileen,

Christina nos colocó a los dos un rosario enorme que nos unía y la ceremonia inicio, hasta que el cura nos pidió decir nuestros votos.

—Yo Alanna Carter, me enamore de ti desde el momento que bajamos de ese avión en París y me preguntaste mi nombre, recuerdo que dude el decírtelo, pero te lo dije, cada día de mi vida le doy gracias a dios y a mis padres por ponerte en mi camino, tú llenaste el enorme vacío que había en mi vida, y hoy frente a todas las personas que nos importan, te prometo que jamás te fallaré, que atesoraré cada minuto, cada segundo y cada momento que mi vida este junto a la tuya, porque tú eres mi otra mitad para vivir, respirar amar, sentir y soñar… simplemente te amo – vi como una lágrima corría por su mejilla mientras colocaba el anillo en mi dedo.

—Guao, es difícil competir contra eso – dije y todos rieron – Bueno, yo Chris Jackson estoy enamorado de ti, desde el momento que me distes un poco de agua en aquel avión, desde la noche que me llevaste a comer comida árabe en París, desde que el destino decidió unirnos, tú eres la mujer perfecta para mí no hay nada en ese mundo que cambiaría por ti, soy muy afortunado de verte reír, verte llorar, de hacer que tiembles soy muy afortunado de que me mires con esos hermosos ojos azules que tanto me encantan, soy afortunado de amarte… —Coloque el anillo en su dedo, y limpie algunas lágrimas que ella tenía.

—Entonces no me queda más nada que decir, lo que dios ha unido no lo separara el hombre – el cura levanto sus manos y nos dijo – ahora Sr. Jackson puede besar a la novia – y hay estaba nuestro primer beso como esposos oficialmente, al salir de la iglesia, nos echaban granos de arroz crudo, yo estaba tomado de la mano de Alanna.

—Espera – me dijo y se detuvo para lanzar el ramo y quien lo tomo fue mi secretaria Miranda.

Alanna y yo subimos a nuestra limusina, la que nos condujo al salón de fiesta, pero antes dimos u recorrido por la ciudad.

—Brindemos por toda una vida juntos – abrí una botella de champaña y serví en dos copas, cruzamos los brazos y yo bebí de su copa y ella de la mía.

Llegamos al salón de fiesta y los invitados ya habían llegado, avía una escultura de hielo enorme con forma de la torre Eiffel y estaba iluminada, de inmediato comenzaron los acaparamientos de personas para tomarnos fotos.

Christina tenía algunos juegos preparados como hacer que yo le quitara a Alanna una cinta que tenía en una pierna, tenía que quitársela con los dientes, luego nos levantaron en nuestras sillas y nos bailaron en el aire, fue algo peligroso y muy chistoso, Alanna no dejaba de apretar mi mano.

Bailamos la misma canción que nos gustaba Yellow de Coldplay, cortamos nuestra enorme torta, llegaron mariachis a cantarnos, bailamos comimos, nos reímos la pasamos tan bien hasta que llego nuestra luna de miel y adivinen a donde fuimos, pues si a París, eta vez Alanna no era tripulante ni yo piloto, esta vez los dos éramos pasajeros volando en clase turista en un Boeing lo quisimos así porque así fue como todo comenzó.

—Señorita, podría traerme un poco de agua, la que pedí hace cinco minutos, no me la han traído – le dije a Alanna y ella me sonrió y me beso.

—Espere un momento y se la traigo caballero – entrelazamos los dedos y continuamos nuestro viaje a París.

Pero ese no era el único viaje al que nos embarcamos, pues ahora venía el viaje de la vida juntos, el viaje más fuerte, el cual era formar una familia juntos y hacer que vaya por el mejor camino del mundo…

Fin