Mr. Zero

Capitulo 17

Llego el día para despedir el año, llego el último día de los calendarios, Alanna paso horas hablando por Skype con su hermana y su abuela, incluso me presento por Skype con su hermana y su esposo, y se podía notar el cariño que Alanna sentía por su hermana a pesar de que no era su hermana de sangre.

—Alanna voy a hacer el pavo, ¿Quieres ayudarme? – Le preguntó René asomada por la puerta de mi cuarto.

—Claro, me despido de mi hermana y bajo – dijo Alanna y René se fue.

—Amor voy yo primero, luego bajas —Le di un beso en la frente y seguí a René. — Yo te ayudo – Le dije y ella me miró con los ojos entre cerrado.

—Sí, claro – dijo con sarcasmo – Siempre dices así y después terminas comiéndote todo – René me conocía.

—Estás dudando de mi gusto para la comida – le dije con un tono de sorpresa fingida – Gracias a mí, tú sabes si te está quedando bien o no las cosas – René comenzó a reírse y entramos a la cocina.

René comenzó a picar algunos aliños, y yo la ayudé con algunos, hasta que la cebolla me comenzó hacer llorar.

—Oh, mi niño está llorando – dijo René y me dio un beso en la mejilla.

—Es que me da sentimiento picar la cebolla – ella comenzó a reírse.

Note que Alanna tenía algo de rato desde que dijo que vendría y aún no había llegado, fui a buscarla porque con mi mamá en la casa apoyada con Cameron uno nunca sabe qué puede suceder. Entre a mi cuarto y efectivamente tenía razón estaba mi mamá con Alanna en el balcón, no escucharon que yo había entrado, así que camine con cuidado para escuchar lo que hablaban.

—Tú deberías de alejarte de mi hijo, lo que ustedes tienen es solo un capricho que se le pasara pronto, cuando él se dé cuenta de que necesita enseriarse, te hará sufrir y se irá con Cameron… —Alanna no dejó que mi mamá continuara.

—Cuando sea su hijo el que me diga que no me quiere, yo me iré de su lado, mientras tanto, no me importa lo que una señora, con joyas, bien vestida y alcohólica, me diga – los ojos de mi mamá se abrieron tanto como la luna.

—Alanna tiene mucha razón, mientras ella no escuche nada de mi boca no tiene por qué irse – me acerque y rodee con mis brazos a Alanna, mi mamá se fue hecha una fiera.

Alanna y yo fuimos a la cocina para ayudar a René y cuando el pavo fue llevado al horno Alanna fue a bañarse para arreglarnos para la noche.

Alanna bajó las escaleras con un hermoso vestido blanco con una flor rosada grande desde la cintura hasta llegar a uno de su pecho, el vestido era de la línea organiza blanca floral de «homecoming», y su corte era corto por unos cinco o siete dedos por arriba de la rodilla, tenía unos tacones de plataforma en plateado su cabello suelo como tanto me gustaba aunque tenía unos ganchos que recogían un poco su cabello hacia atrás.

—Te ves hermosa – le dije y ella sonrió, me encantaba como se maquillaba, porque sabía que le quedaba bien, sobre todo ese rojo pasión que siempre se pone para resaltar sus hermosos labios.

—Tú te ves muy guapo – dijo y caminamos hacia la sala.

En cuanto a mi yo vestía un traje muy elegante, nuevo de maca Armani, su color era chaleco y pantalón gris, camisa y corbata del mismo color metalizado en plateado, zapatos de vestir negro.

—Alanna te ves muy hermosa – le dijo Chloe

—Gracias, tú también estás muy hermosa – le dijo Alanna y camino a la cocina para ayudar a René.

—Tanto vestirse para ir a la cocina, el lugar donde pertenece – dijo Cameron y la mire con ira en mis ojos.

—Al menos ella colabora, ¿Tú qué haces?, Criticar – le dije y ella disimuló tomando un poco de vino.

Mientras cenábamos mi papá no dejaba de interrogar a Alanna sobre ¿Cómo veía la aerolínea? ¿Qué cambiaria? ¿Qué pondría? ¿Y cuáles eran sus defectos? Y fue la mejor oportunidad para que Alanna le dijera todo lo que quería decirle, su opinión a mi papá le encanto tanto que Alanna supo cómo ganarse un poco más a mi papá.

Después de la cena todos comenzaron a entregar regalos, y yo le entregué el mío a Alanna, ella lo abrió y vio los vestidos de marca que había visto en París y que no pudo comprar.

—Los tenías ¿Todo este tiempo? – me preguntó cuando los vio y yo asentí.

—Estaba esperando el momento indicado para dártelos – ella me abrazó y me beso, limpio mi boca de pintura antes de darme su regalo.

Era una cajita pequeña, y pensé que me iba a proponer matrimonio, es que última mente esta mujer estaba llena de muchas sorpresas, abrió la caja y era un anillo de plata.

—No te estoy sugiriendo matrimonio así que cambia esa cara – me dijo y saco el anillo – míralo bien – me dijo y lo acerque para ver lo que tenía escrito adentro, «A & C» En París me encanto lo que tenía escrito porque entonces sabia que para ella era especial, tanto como para mí, porque hay nos conocimos – cada vez que lo veas, imagina que siempre estaremos hay – Me lo coloque y la bese.

—Jamás me lo quitaré – le dije y ella me sonrió

Les entregué a Noé y René mi regalo un viaje a Hawái con todo pago, para que pasaran sus vacaciones por allá.

Después de los regalos comenzamos con el conteo para que recibir el año nuevo, mi mamá subió a su cuarto a dormir ya estaba muy ebria como para levantarse, Cameron se sentó a observar como yo me divertía con Alanna, mis hermanas estaban detrás de Alanna y de mí con los demás, yo sujetaba la cámara en alto mientras contábamos.

—6, 5, 4, 3, 2,1… ¡Feliz año nuevo! – Noé encendió los fuegos artificiales que iluminaron el cielo con muchos colores, bese a Alanna mientras grababa, luego comenzamos a abrazarnos.

Pasamos casi toda la noche bailando, comiendo y disfrutando, hasta que Alanna me dijo algo al oído.

—¿Quieres ver tu segundo regalo? – su voz sensual me dijo que mi segundo regalo sería algo muy, muy bueno.

Me despedí de todos y subimos al cuarto, cerré la puerta con seguro para que no volviera a pasar Christina, Alanna me lanzo a la cama, y comenzó a hacerme un strippers privado, la verdad era que tenía una ropa interior muy sexy, sobre todo sus medias pantis. Ella comenzó a quitarme la ropa hasta dejarme en Bóxer, lo demás son detalles.

Nos levantamos a la mañana siguiente con una resaca horrible, nos bañamos y fuimos a la cocina a desayunar, por suerte René nos tenía un jugo de naranja fuerte con unas píldoras.

En la noche saldría nuestro vuelo de regreso a nuestras vidas, ya los días festivos habían acabado y aunque la pase bien con Alanna algunas veces las cosas se pusieron un poco incómoda, y había deseado que todo acabara tan pronto y al fin todo había culminado.