Soltó un suspiro cuando fue consciente de que ya estaba demasiado despierta como para intentar dormir de nuevo. Su cerebro empezaba a retomar su actividad normal. Intentó movilizarse pero la sensación de haber sido apaleada recientemente se lo impidió. De pronto se percató de su posición poco usual y reconoció el distintivo aroma a hospital que le llenaba la mente de recuerdos de su niñez. Su corazón le golpeó el pecho con violencia al recordar a Camila. Se enderezó de un movimiento brusco, tambaleándose en su asiento. El repentino movimiento asustó a la castaña, que se llevó la mano al pecho.
- Por dios, Lauren... - Camila escuchó en el monitor cómo su pulso se aceleró por el susto.
La ojiverde miró alrededor, intentando recrear lo último que recordaba antes de quedarse dormida. Frotó sus ojos irritados y movió el cuello en un intento de aflojarlo.
- Lo siento – balbuceó en medio de un bostezo - ¿hace cuánto volviste? – preguntó mientras se peinaba el cabello hacia atrás.
- Mmm, no tengo reloj – miró las paredes de la habitación buscando algún reloj de pared – pero calculo que hace casi dos horas o algo así.
Lauren vio una mesita con ruedas junto a Camila. Había una charola con platos vacíos y una botella de agua a la mitad. Frunció el ceño.
- ¿Ya comiste?
- Sí. – dijo sin despegar la mirada de un libro viejo que a Lauren se le hacía conocido.
- ¿Y ese libro? – la castaña sonrió, había despertado muy preguntona.
- Me lo prestó la señora que trae la comida – la miró fugazmente - es muy amable la verdad.
La ojiverde asintió, aunque la chica ya no la miraba. Todavía se sentía desorientada.
- Al principio me preocupaba despertarte con cualquier ruidito, pero después de que se me cayera el libro al suelo y ver que ni te inmutaste, me di cuenta de que podría pasarte un tren al lado y no despertarías. – Camila se veía de buen humor.
Lauren volvió a asentir, no era capaz de formular alguna oración coherente ni siquiera en su cabeza. Fijó la vista en la botella y sintió la boca seca hasta los labios. Intentó humedecerlos con la lengua pero fue en vano.
- ¿Te vas a tomar eso? – preguntó con voz ronca. Camila la miró sin comprender, la chica le señaló la botella con la mirada.
- Oh, no. Toma... - alcanzó la botella y se la tendió, pero estando al otro lado de la camilla, Lauren no podría alcanzarla. Aún así, la chica agradeció su intención. Se levantó ligeramente menos cansada que hace una hora, rodeó la camilla y tomó la botella. Tardó más en abrirla que en tomarse el contenido, que era escaso.
- Gracias. – lo poco que tomó sólo le dio más sed.
Miró de nuevo el libro que permanecía en el regazo de la paciente. Leyó con dificultad un par de palabras. Entonces lo reconoció. Inés lo había leído con ella unas tres veces durante su niñez. La cuarta y última vez ya no lo terminaron, fue en la época en que comenzó a aislarse de todo lo que conocía. Dejó todo a la mitad, justo como hizo con ese libro.
- Debiste despertarme. – se recargó en la orilla de la cama.
- Tenías mucho sueño, parecías ida desde que llegaste. – Lauren volvió a empinarse la botella tratando de escurrirse las últimas gotas – Y por lo visto también tienes mucha sed – rió despacio – casi parece como si hubieras... – interrumpió su propia oración. Pensó en que era divertido verla así pues parecía que había estado de fiesta. Pero se le hizo un nudo en el estómago al pensar que quizá así había sido. Tenía ojeras marcadas, mucha sed, demasiado sueño, estaba algo pálida y se movía con pesadez. Estaba cruda y por lo visto no había dormido.
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Bad things [CAMREN]
Fanfiction-CAMREN VERSION- (Contenido LGBT) ∆ 3er LUGAR en Fanfic [Premios Fire 2017] ∆ = No se permite la adaptación de esta historia sin el consentimiento explícito de la autora. = **Esta historia no es 100% original. Está basada en el capítulo #5...