Bad things [CAMREN]

Capítulo IX

- No sueles alterarte con tanta facilidad, Jauregui.

Normani se puso de cuclillas junto a Lauren, que tenía el rostro escondido entre los brazos cruzados que descansaban sobre sus rodillas flexionadas. Levantó el rostro para encontrarse con la expresión divertida de su amiga.

Sonrió con resignación.

- Tu novia es agradable.

- No es mi novia. – dijo de inmediato, mirándola con reproche.

- Por supuesto, lo supe en el momento en que le pedí que te calificara del 1 al 10 y no te dio el 10. – dijo entre pequeñas risas, Lauren la miró sin poder creerlo.

- ¿Qué? ¡Normani! – le empujó hacia atrás, sosteniéndola al mismo tiempo para que no cayera de espaldas. La chica solo pudo reírse. – Eres de lo peor. – Mani se encogió de hombros, dándole la razón.

De un momento a otro ambas se pusieron serias.

- No respondes mis llamadas. – murmuró, colocando su mano en la rodilla de Lauren. La ojiverde desvió la mirada eliminando todo rastro de diversión. – No hablaré de esto ahora – agitó la cabeza para aclararse - No encontré ningún piquete, así que la teoría de la araña se fue al caño. Debo ir a recoger los resultados del último estudio de sangre.

Se levantó y caminó un par de metros antes de girarse hacia Lauren que no daba indicios de querer moverse.

- No sé si sigo siendo tu mejor amiga o no, Lolo. – la ojiverde notó la tristeza en su voz. – Pero como tal te digo, debes dejar de huir.

Lauren la vio alejarse por el pasillo. Supo que aunque le dolía lo que había dicho Mani, a la chica le había dolido aún más ese último año en que se distanció de todo y todos, tanto así que no se dignó a comunicarse para nada los últimos 5 meses.

Antes de desaparecer por el pasillo gritó sin voltearse.

- ¡Y te dio un 7!

Lauren soltó una risa y se sonrojó, como si le preocupara que alguien hubiera escuchado. Se sintió tonta al darse cuenta de que, aunque la hubieran escuchado, no entenderían a qué se refería.

Volvió a entrar a la habitación. Vio a Camila terminar de recostarse en la cama. Se sonrojó de nuevo por el recuerdo de la castaña sacándose la bata. A pesar de haberla tenido sin nada de ropa en su cama, ahora no tenía –ninguna de las dos- la cortina de desinhibición que el alcohol le regalaba. Ambas estaban en un momento mucho más vulnerable e íntimo.

Necesitaba aclararse de una vez y volver a ser la misma de siempre. Se estaba hartando de no poder controlarse a sí misma al estar cerca de Camila. Reunió toda la fuerza de voluntad que quedaba en su cuerpo y trató de hacer más firmes y seguros sus movimientos.

- No fue una araña. – dijo la castaña para romper el silencio.

- Sí, Mani me dijo.

- Se conocen de antes, ¿no? – no pudo evitarlo, trató de sonar lo más casual posible. Lauren sonrió distraída.

- Sí. Es mi mejor amiga desde los 15 años. Hemos estudiado juntas desde entonces.

Camila suspiró al ver un brillo peculiar en los ojos de la chica. Aún sentía la punzada de celos, pero era fascinante ver en ese estado a Jauregui.

- Escucha... - la expresión de la ojiverde cambió. Respiró profundo – respecto a lo de hace rato... la realidad es que – no sabía qué palabras usar, de hecho no sabía qué pretendía decir – Mira, no tenía intención de volver a verte. – explicó, por fin.

Camila sonrió con tristeza.

- Y que haya terminado aquí no es lo ideal, lo entiendo.

Lauren asintió, un tanto aliviada por haber sido capaz de manifestar aunque sea una pequeña parte de lo que pensaba.

- La cosa es... - continuó Camila – acabamos de conocernos. ¿Cómo sabías que no querrías volver a verme? – Lauren pareció pensarlo un momento. Torció la boca y frunció el ceño.

- No es nada personal – encogió los hombros, optó por usar las palabras que llevaba repitiendo desde hace tiempo, a los demás y a sí misma. – No me interesan las repeticiones.

Camila intentaba descifrar su expresión. No había escuchado ni una pizca de duda en su voz, de hecho sonaba algo mecanizado. Por lo que tampoco era totalmente creíble.

- Pensé que no era la primera a la que conquistabas. – Camila la miraba, observaba cada parte de su rostro mientras en su mente recordaba una y otra vez su conversación en el bar.

- ¿Por qué?

- Porque lo hiciste muy bien. – sonrió. Se mordió el labio inconscientemente al recordar lo sensual que había sido la propuesta de la ojiverde de ir a su departamento, porque "el vino que tenía en casa era diez veces mejor que cualquiera que haya probado".

Lauren sintió un cosquilleo recorrerle la espalda. Tuvo que reprimir una sonrisa.

- Con tanta experiencia esperaría ser mejor que un 7. – su reclamo sonó casi infantil.

Camila soltó una carcajada. Se tapó la boca con la mano, comprendiendo que su conversación con la doctora Kordei ya no era un secreto. Aunque debía admitir que nunca le pidió que no le dijera nada a Lauren. Se reprendió mentalmente por su descuido.

- ¡Acabábamos de conocernos! – se justificó, sus mejillas estaban pintadas de un rojo intenso. La ojiverde no pudo evitar reírse. – Las dos estábamos ebrias – pasó ambas manos por sus mejillas, tratando de disminuir el calor que emanaban. – Pero... había potencial. - volvió a mirarla, le gustaba la forma en que le sonreía, le gustaba el engañoso brillo en sus ojos, le gustaba la forma en que humedecía sus labios con un fugaz movimiento de su lengua, le gustaba el rubor que cubría sus pómulos.

- ¿Eso crees? – le gustaba esa voz ronca. Dios, cómo le gustaba Lauren Jauregui.

- Un poco más de práctica de las dos, y llegarías a un 9. – mordió su labio cuando la vio alzar una ceja, como preguntándose si sería cierto. – Pero... eso implicaría repetirlo.

Lauren tensó la mandíbula. No porque se hubiera enojado, no porque se sintiera irritada. Es que se había descubierto a sí misma deseando ese jodido 9 y debía controlarse para no buscarlo ahí mismo, en ese momento.

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N/A: 2 de 2 C:

Están algo cortos los caps :'v pero supuse que peor era nada. Como sea, en una semana exactamente me libero y ya se vendrán caps un poquito más largos (creo) xD. Igual no pasará de los 15 capítulos :3 así que ya no falta tanto ;)