Enemigos

Capítulo 10

Aquella semana evité a Malfoy como pude, aunque él ni me miraba.

No entendía nada sobre aquel juego, ¿qué le pasaba?

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Era martes y ya estaba preparada para bajar a desayunar. Me senté en mi sofa favorito en la Sala Común y Harry se sentó a mi lado.

-Oye, Lea... ya sabes que hay un baile antes de la última prueba, ¿no?- me dijo muy nervioso

Claro que lo sabía, la Primera Prueba del Torneo de los tres magos se estaba acercando, y Harry participaba en él.  Aunque faltaba mucho tiempo para el baile ya todos tenían pareja, pero yo no.

-Sí, ¿ya le has preguntado a Cho?

-Sí- me dijo colorado- Pero ya tiene pareja...

-Pues vaya... Será mejor que la olvides, Harry.

-Respecto a eso... ¿tienes pareja?

-Claro que no, ¿quien va a querer bailar conmigo?

-Pues... ¿quieres ser mi pareja?

Harry estaba rojo como un tomate, no me parecía mal ir con él, asi que asenti y Harry bajó al Gran Comedor a desayunar.

Hermione apareció de repente en la sala común.

-Te lo ha dicho ya?- dijo ansiosa

-¿Esto estaba planeado?

-Pues claro, a Harry... bueno nada

Antes de preguntar que a Harry que bajamos a desayunar y después a clase de Historia de Magia.

En medio de la clase, el profesor, que notò que estaba en mi mundo, me dijo que fuese al despacho del director a dejarle una carta. Salí de la clase y crucé los pasillos.

Cuando iba a torcer a la derecha, vi que Malfoy estaba fuera de la clase, seguro que por no hacer nada.

Hice lo que pude para ignorarle, pero me cogio una mano.

-¿Qué quieres ahora, Parkinson?

Ese apodo no le había gustado nada, por que puso una cara de asco muy diferente a la de siempre.

-Mejor te callas, asquerosa

-Déjame ya, ¿vale? No entiendo por qué me tratas así, se que me odias, pero no me lo recuerdes todos los días.

-Tenemos que hablar.

Lo ignoré y me dirigí al despacho del director, le dejé la carta y volví a la clase más 'interesante' del mundo.

La siguiente clase, Pociones. Lo mejor. Mientras hacía mi poción que supuestamente tenía que ser verde, un papel con forma de pájaro se puso en mi mesa.

Lo abri y lo leí:

Tenemos que hablar, te veo hoy en el jardín a las seis y media.

Draco

¿Pero quién se creía? No debía ir, pero una parte de mi conciencia quería. Así que decidí pensarmelo bien más tarde y seguir con mi pocion que parecía una masa de mocos.

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Me encontraba en un sitio lleno de hierba verde y larga, con varios árboles y un lago. Detrás estaba la escuela.

No entendía por qué me pasaba esto, odiaba a Malfoy, y hacía lo que él me pedía... ¿Tal vez me gustaba?

No, imposible.