MI SEXOLOGO - Park Jimin y Tu

CAPITULO 35: Dolor y placer

- Jimin... lamento arruinar el momento, pero no se como sacarte la camiseta...

- En el baño hay unas tijeras, puedes cortar la camiseta.

- Gracias - me dirijo rápidamente al baño, cojo las tijeras y aprovecho para quitarme lo único que cubría mi cuerpo, dejándome totalmente tal y como vine al mundo, al fin y al cabo Jimin no sabría que estaría desnuda hasta el momento en que su piel tocara la mía.

Al salir del baño, pensé que seria buena idea poner una canción de fondo, para darle un ambiente más erótico a la situación, así que opte por la canción de House of Cards de BTS (mutimedia).

Ya con las tijeras en mis manos, me aproximo a él y me subo a horcajadas encima suyo, sintiendo lo duro que estaba debajo mio, y con las tijeras corto la camiseta con cuidado de no hacerle daño, y cuando queda un poco de tela, la rompo con las manos.

- Dios... ____ ¿estas desnuda?

- ¿Tu que crees? - dije haciendo un movimiento con mis caderas encima suyo, a lo que él gimió en respuesta.

Fui bajando lentamente hasta llegar al borde de sus pantalones, era la única prenda que me faltaba por quitar, no dudes ______, no dudes, trago saliva fuertemente, su erección estaba realmente dura, solo tengo que desabrochar primero el botón y después bajar la cremallera lentamente, no es tan difícil.... Suspiro y finalmente deslizo sus pantalones por sus piernas hasta quitárselos. Ahora se encontraba solo en bóxers y con un bulto que se marcaba de una gran manera...

Era ahora o nunca.

Volví a sentarme a horcajadas encima de Jimin, sintiendo su duro miembro rozar mi sexo y no pude evitar gemir, estaba tan duro.

- Liberame - pidió, pero no hice caso a sus palabras y comencé a frotarme encima de él, estaba muy excitada y cegada por la lujuria

Con mis manos agarre el elástico de sus boxers y fui bajándolo lentamente, espere a que él dijera algo, pero no lo hizo, así que seguí con lo que estaba haciendo, liberando así su gran erección.

Ahora ambos nos encontrábamos totalmente desnudos, solo quedaba un ultimo paso.

- ________, por favor, necesito tenerte... - me pidió.

Yo también lo necesitaba, desesperadamente, pero había algo... algo que me lo impedía.

El amor.

Necesitaba que esto fuera con amor, con cariño, no como lo estábamos haciendo. Quería que sus manos tocaran todo mi cuerpo, que su boca me diera besos como él sabía dármelos.

Simplemente necesitaba que su cuerpo estuviera junto al mio sin ningún tipo de ataduras.

Me incliné y tome la llave de las esposas.

- ¿Que haces? ¿Ocurre algo? - dijo preocupado.

- Te desatare...

- ¿Por qué? ¿Acaso... te has arrepentido? - pregunto desilusionado, a lo que yo lo bese suavemente.

- Jamás me arrepentiría, simplemente he cambiado de opinión y creo que es mejor hacerlo de una manera diferente. - le desate y seguidamente le quite la venda que le cubría los ojos.

- ¿Una manera diferente? - asentí y le cogí la mano, haciendo que esta recorriera desde mi cintura hasta mi rostro.

- Tócame - murmuré.

- ______ - dijo jadeante, al ver que su mano estaba cerca de mi feminidad.

- No tengo miedo, por favor tócame, te lo suplico.

- ¿Segura de que quieres que así sea? Necesito una respuesta sincera.

- Estoy segura, muy segura de mi decisión. - sentí al momento sus labios chocar contra los míos, era un beso apasionado, lentamente me fue depositando sobre el colchón quedando encima mio.

- ¿Tomas anticonceptivos? - asentí, a lo que él sonrío - No quiero que nada nos impida sentirnos completamente, ni siquiera una barrera de látex. Esto dolerá un poco, pero solo al comienzo, si quieres que pare o que vaya mas lento solo avísame ¿vale? - dijo dándome un pequeño beso, y después se posicionaba entre mis piernas, colocándose entre ellas.

El momento había llegado.

- Estoy lista - murmuré, dudando del tono de mi voz. - Dios - gemí cuando sentí como su miembro entraba en mi.

Un pequeño dolor pero que era al mismo tiempo placentero, es lo que sentía en aquellos momentos. En solo unos segundos ya había dejado de ser virgen.