Subí mis manos y las coloque en su pecho, empece a acariciar de arriba a abajo todo su pecho y abdomen sintiendo lo duro que estaba debajo de aquella fina camisa blanca que llevaba puesta.
- Desabrochame la camisa - ordeno en un susurro, jadeando. Tomo mis manos y las coloco sobre los botones que me separaban de ver su abdomen que estaba bien ejercitado por lo que sentí anteriormente.
- ¿Que? - Jimin comenzó a reír roncamente, con ojos lujuriosos y se acerco una vez más a mí.
- He dicho que desabroches mi camisa - repitió en un murmuro sobre mis labios. Trague duro y asentí.
Volví de nuevo a poner mis manos sobre la camisa y comencé a desabrochar el primer botón, tal y como él me lo pidió, una vez desabrochado pude ver una pequeña parte de su pecho, Dios Mío, ¿Sería realmente capaz de soportar esto? Creo que a este paso me va a dar un ataque de corazón.
Seguí con cada uno de los botones, hasta que llegué al último botón y una vez desabrochado pude ver a la perfección todo su abdomen.
- Quitamela - pidió. Tome los bordes de esta, deslizándola lentamente por sus fuertes brazos - ¿Lista? - pregunto una vez que pude admirar por completo toda su anatomía expuesta, asentí - Ahora ve por los pantalones - dice con voz ronca.
Al escuchar lo que había dicho aparte mis manos de su pecho, esto era un gran paso.
- No puedo... - susurre - No aún... - dije con vergüenza. Jimin asiente y me da una pequeña y hermosa sonrisa de comprensión.
- Lo sé, dijimos que iríamos poco a poco - murmura de manera cariñosa, tomando mi mano y poniéndola sobre su pecho.
Gemí de manera inconsciente ante el tacto de mis dedos en su pecho, y al subir mi mirada hasta sus ojos pude ver como estos se habían hecho más oscuros que antes. Y en ese momento sentí como sus labios tomaban nuevamente los míos.
Después vi como sus manos se dirigían a mis brazos, causando un gran escalofrío en mí, y al ver mi reacción las quitó inmediatamente.
- Sigue por favor...
- ¿Segura? - asiento, y pongo sus manos sobre mis brazos, y él me acaricia delicadamente - ¿Estas lista? - pregunta, colocando sus dedos en el borde de mi camiseta, y me muerdo el labio, asintiendo - Yo que tu no haría eso - dice roncamente.
- ¿El que? - digo de manera inocente.
- Morderte el labio...
- ¿Te refieres a esto? - me muerdo el labio - Pero si no tiene nada de malo.
- No hagas eso... O sino tendré que castigarte - dice con una sonrisa seductora.
- Entendido - digo un poco nerviosa.
La fina tela de mi camiseta se desliza por mi piel lentamente y siento como el frío viento de la habitación me golpea. Y tiemblo debido a su mirada sobre mí.
- No me mires - murmuro avergonzada, obteniendo su risa en respuesta.
- Eres hermosa _____ - susurra, mirándome como si fuera una delicada pieza de porcelana.
Siento mis mejillas arder, y rápidamente evito su mirada.
- _______.... - dice levantando mi mentón con sus dedos - No te avergüences, eres la chica más hermosa y sexy que mis ojos hayan visto.
Y se inclina depositando pequeños besos sobre mi cuello, haciéndome estremecer y soltar algún que otro gemido.
- Ahora iremos a la habitación, ¿Esta bien? - pregunta y asiento lentamente, toma mi mano y me lleva por el pasillo hasta llegar a su habitación - Recuéstate sobre la cama - me ordena y camino un poco insegura hacia la gran cama matrimonial que había en medio de la habitación, sentándome en la orilla de este.
Mi cuerpo tiritaba de los nervios que tenía, mientras lo veía apoyado sobre el marco de la puerta, solo con los pantalones puestos, su perfecto y definido abdomen y con una sonrisa en su rostro, Jimin era todo un Dios griego sin duda alguna.
Vi como comenzó a caminar hacía mí, parándose entre mis piernas, y acercándose a mi rostro para besarme mientras me tumbaba sobre la cama, paso mis brazos sobre su cuello para atraerlo más hacia mí.
- Los pantalones...________, quitame los pantalones - me pide entre beso y beso.
Y sin pensarlo dos veces, mis dedos van hacía la hebilla de su cinturón, pero me detengo.
¡No! Basta de tonterías, es ahora o nunca, tengo que enfrentar mis miedos de una vez por todas.
Una gran suspiro sale de mis labios, doy la vuelta haciendo que Jimin quede debajo mío y desabrocho su cinturón como pueda ya que mis manos temblaban de los nervios aún, y una vez desabrochado bajo la cremallera de sus pantalones y observo como una pequeña parte de sus bóxer se podían ver. Eso hizo que mis nervios aumentaran mucho más.
- Tranquila - lo menos que puede decirme en este momento es que este tranquila, él no sabe lo difícil que esta siendo esto para mí.
Inhalo una gran bocanada de aire, intentando relajarme lo máximo posible, y comienzo a deslizar lentamente sus pantalones por sus piernas. Una vez que me deshago de sus pantalones, mi boca se abre de sorpresa e impresión y siento como el aire se va de mí.
¡Dios Mío!
Delante mío estaba Jimin en bóxer y con una gran erección...
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MI SEXOLOGO - Park Jimin y Tu
FanficSu mala experiencia sexual le hace tomar medidas desesperadas; pedirle consejos a su mejor amiga quien le recomienda visitar a Park Jimin, un famoso sexólogo. Él realmente esta interesado por el problema de _______ y decide ayudarla dandóle consejos...