EPILOGO

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Seis meses después... 

Luhan.........

Mi amor ... —gemí cuando Sehun se movió dentro de mí. Arañé fuerte su espalda, inclinando mi cabeza cuando me besó y mordió mi garganta. 

—我的愛 (Wǒ de ài) —gimió Sehun, acelerando sus caderas, con su polla como el acero, se hinchó dentro de mí cuando estábamos cerca del clímax.

Nuestra respiración se aceleró, y mis manos se trasladaron a tomar puños de su cabello. Sehun estiró sus brazos y agarró del cabecero de hierro de la cama empujando con fuerza dentro de mí, haciéndome perder el control.

—¡SEHUN! —grité, sintiendo mi liberacion acercarse, apretando mis pies alrededor de su cintura. La cabeza de Sehun se levantó para presionar su boca en la mía. Nuestras lenguas se enfrentaron al instante,salvaje y erráticamente mientras su mano me frotaba de arriba a abajo pàra llegar juntos.

—Luhan... Luhan... —Sehun rugió, mientras abandonaba mis labios cuando su cuello se tensó, sus músculos se estiraron cuando se corrió, llevándome sobre al climax él. 

Sehun se sacudió dentro de mí, luego se derrumbó en mi pecho, la humedad de su piel de horas y horas de hacer el amor.

Ayer nos casamos. 

 Finalmente. En nuestra iglesia de la infancia, por el Padre dross

. Era oficialmente el esposo de Sehun, y no había nadie más feliz en la Tierra que yo ahora mismo, justo en este momento. 

 Pasé mi mano a través de su cabello desordenado de Sehun cuando tomó aliento. Levantando la cabeza, Sehun presionó un largo y perezoso beso en mis labios y dijo:

—Te amo, 我的愛 (Wǒ de ài).Deslizando mi dedo por su mejilla,contesté

—Yo también te amo. 

Sonriendo tímidamente, Sehun, tras seis meses de no pasar un día separados, todavía encontraba imposible de acostumbrarse a su libertad y se sentía indigno de mi amor incondicional por él.

Los recuerdos de su pasado en el Gulag le daban pesadillas y se despertaba con sudores fríos, y las caras de los cientos de hombres y niños que se vio obligado a matar atormentando a su sueño. Las pesadillas se pusieron tan malas, que Sehun se negó a dormir las primeras noches. No podía soportar verlo así, por lo que me desafié a mi padre e ignoré la tradición ortodoxa. La noche siguiente dormí junto a Sehun en la cama de su infancia, y no se despertó ni una sola vez.

Necesitaba dormir.

Y yo mantuve sus pesadillas lejos.

 No nos habíamos pasado ni un día separados desde entonces.

 Moviendo su cara para mirarme de nuevo, me aseguré de que nuestros ojos se encontraran y dije:

—Siempre te he querido y siempre te amaré, toda mi vida.

Sehun me premió con una sonrisa deslumbrante y me besó en mi cuello, mi pecho y hasta mi vientre, donde me salpicó de besos.

Mirándome con esperanza en sus ojos, preguntó:

—¿Crees que puedes estar..........Emb? 

 Riéndome, me aferré a sus brazos y lo tiré de vuelta sobre mí.

—Nos casamos ayer, Sehun.

 Su cara cayó con una expresión seria.

—Quiero un hijo contigo. 

RAZE 818 HUNHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora