Dulce Perdición [En librerías]

Capítulo 11 🐺

Ashton

Mamá proviene de la manada de los Olsson, uno de los más importantes de New Hope. Arianne es hija de Josh, un licántropo y Emmie desciende de una manada irlandesa.

¿Qué hay de Reynard?

Es humana.

Toda mi vida he creído que estamos destinados a unirnos con alguien de nuestra misma especie. Es absurdo que Reynard sea mi compañera. Son muy pocos casos dónde nos apareamos con humanos. Puedo sentir cada una de sus emociones y es abrumador. Mi padre siempre ha dicho que el destino nos guía al lugar dónde se encuentran nuestras compañeras de vida y eso es lo que ha sucedido. Vine a Atlanta porque ella está aquí.

Corro la mano por mi rostro y exhalo. Veo es a Reynard tocándome y sonriéndome. La manera en que nos besamos. Mi lobo gruñe porque la quiere a su lado. ¿Entonces por qué me niego a admitirlo? He sido testigo de cuán felices son mis hermanos con sus chicas.

Ahora yo tengo la misma oportunidad al lado de una hermosa pelirroja.

Debería sentirme agradecido, aunque estoy asustado. Sé de los peligros que implica este mundo para una humana. Reynard tiene una habilidad muy especial, pero eso no podría protegerla si está a mi lado.

Jamás me sentí tan atraído hacia una chica. Lo que sentía por Marianne queda en el olvido. Ahora deseo abrazar a Reynard, jurarle que siempre tendrá mi protección y lealtad. Mis pensamientos están enredados, busco las palabras adecuadas porque no quiero arruinar este momento. Tengo que tomar una respiración fuerte para aclarar mi mente aturdida.

—Carajo —Es la única palabra que sale y Reynard se ríe.

Detiene a una mesera que pasa por nuestro lado y toma una copa de champagne. Acepto la bebida, consumo hasta la última gota. Mi garganta seca está agradecida por el líquido. Reynard me estudia, sus ojos marrones buscan respuestas.

—Lamento no ser lo que esperabas.

Carraspeo, enojado conmigo mismo. ¿Por qué soy tan idiota? Estoy lastimándola con mis pensamientos deprimentes.

—Definitivamente no eres lo que esperaba, Reynard.

Ella se retuerce las manos en un gesto nervioso.

—No te gusta que sea humana.

Suspiro y apoyo mi espalda contra la pared a su lado. Asher y Arianne nos observan sin hacer el intento de disimular.

—Me preocupa —La corrijo —. Pero imagino que tú sabes cómo funciona mi mundo.

Asiente.

—Conozco a tu padre desde los cinco años. Él tenía negocios con mi familia y son amigos —explica —. Siempre supe que en este mundo había más de lo que muchas personas creían. Los humanos no son la única especie que habitan la tierra. También conocí a vampiros que buscaron mis servicios, licántropos, cambia formas e incluso hadas.

—Eso es asombroso.

—No soy ninguna ignorante —prosigue —. Cuando cumplí dieciocho años empecé a soñar con tus ojos azules. Al principio no pude ver tu rostro, pero la semana pasada sí. Fue increíble escuchar tu risa y sentir tus besos. Estás aquí —Toca su pecho, dónde late su corazón —. Soy tu destino, Ashton.

Mi frente se presiona contra la suya y suelto un suspiro agotador. Me concentro en las pequeñas pecas de su nariz. Su piel es suave y sus cejas son rojas al igual que su cabello. Es perfecta y mía.

—Vine aquí por ti. Mi lobo te buscó.

—Sí.

—No logro asimilar que estamos destinados —Mi pecho se siente pesado —. Creí que nunca llegaría este momento.