Asher
—New Hope es sinónimo de desgracia —La voz de mi padre suena angustiada y quisiera estar a su lado —. Apareció otro cuerpo y el pueblo está conmocionado. Si esto se sale de control la gente empezará a dudar de mi posición como alcalde. Se supone que yo debo protegerlos.
Mi agarre en el celular se tensa y aprieto la mandíbula. ¿Hasta cuándo seguiremos con tanta catástrofe? Imagino que los medios de comunicación del pueblo destrozan a mi padre. Nada está bien, maldita sea. Me enerva no poder ayudarlo en un momento crítico.
—¿Más vampiros?
—Sí —contesta mi padre —. Hicieron pedazos al pobre muchacho, no dejaron nada de él. Consumieron cada gota de sangre.
La rabia me golpea junto con las inmensas ganas de hacer sufrir a los culpables. Estoy deseoso de venganza. Ellos pagarán por perturbar la paz del pueblo. Se arrepentirán por meterse con los Karlsson.
—Te prometo que lo solucionaremos —afirmo —. Será más fácil rastrear a Abigail cuando Reynard nos ayude. Pronto terminará, papá. Confía en mí.
Oigo un cansado suspiro.
—Duplicaré la seguridad en las noches, pondré cámaras en los sitios necesarios.
—Perfecto, tú puedes con esto.
—Debo encargarme de algo más —dice —. Hablamos mañana, ¿sí?
—De acuerdo, papá. Descansa.
La llamada finaliza y dejo mi celular sobre la mesita. Esta situación es cada vez más estresante y siento que aún nos falta. La paz nunca dura por siempre en New Hope. Ese pueblo está maldito por el resto de su existencia.
—Lamento escuchar eso —Ari besa mi espalda desnuda —. Lo lamento por tu padre. Sé que esto le afecta, toda su vida le dedicó al pueblo.
Traigo su mano a mis labios y deposito un beso en el dorso.
—Están desprestigiándolo por culpa de las tragedias. Si el pueblo se revela en su contra estaremos perdidos.
—Recemos a los dioses para que eso no suceda.
La atraigo hacia mí para darle un cálido abrazo. Ella se derrite contra mí.
—¿Qué hablaste con Reynard? —pregunto y apoyo mi barbilla en su cabeza. Amo que sea mucho más pequeña, encaja conmigo perfectamente —. No tuve tiempo de escuchar.
Arianne se ríe.
—Le pedí como favor que estudie el aura de Marianne. Ella aceptó, pero a cambio me solicitó que lleve a Ashton en la fiesta de mañana. Le gusta tu hermano.
Alzo una ceja y me aparto.
—Mi hermano no querrá ir, Arianne. Lo conozco —mascullo —. ¿Por qué Reynard está interesada en él? Aún no se conocieron.
Ari me da una sonrisa entusiasta.
—¿Soy muy estúpida si me ilusiono con la idea de que sean compañeros? Reynard habla de Ashton como si lo conociera. Apuesto a que lo vio en sus visiones, ella predice el futuro.
Sonrío de inmediato por la idea. Me haría muy feliz que mi hermano encuentre a su chica.
—No me sorprendería.
Ari envuelve los brazos alrededor de mi cuello y bajo las manos a su trasero para apretarlo.
—Reynard es una chica grandiosa, me gusta para Ashton.
—Ya no hablemos de ellos —pido entre besos. Su boca se abre, dándole acceso a mi lengua. Mmm... mi Ari siempre tan deliciosa —. Quiero estar dentro de ti, bonita.
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Dulce Perdición [En librerías]
Fantasy«Cuando tienes un motivo para vivir, puedes soportar cualquier obstáculo» #1 en fantasía 22/12/17 #2 en fantasía 25/08/17