Andrew
Tanta felicidad no me cabe en el cuerpo mientras observo el monitor. La imagen granulada se ve borrosa, pero puedo ver al bebé ubicado en el estómago de Emmie. Es tan pequeño.
Mi hijo.
Las lágrimas ruedan por mis mejillas cuando la habitación es inundada por los latidos de su corazón. Emmie tampoco contiene la emoción y llora ruidosamente. El doctor nos observa con una genuina sonrisa. Es amigo de la familia y conoce muy bien nuestro secreto. Estamos a salvo con él.
—Podemos ver a un bebé muy sano —comenta —. Es un niño.
Emmie llora más fuerte y la abrazo. Tener un hijo no fue planeado, pero estoy inmensamente feliz. Ya me imagino en mis brazos al pequeño Adam. Le enseñaré muchas cosas. Será un gran hombre como todos los Karlsson.
—El pequeño Adam —solloza Emmie.
Beso su frente y limpio mis lágrimas.
—Sí —sonrío —. Será nuestro pequeño Adam.
El médico presiona un botón y una copia sale de la impresora. Luego me entrega un pedazo de película cuadrada que contiene la imagen de nuestro bebé.
Nuestro niño.
Se llamará Adam.
—Voy a dejarlos un momento a solas —palmea mi espalda —. Felicidades de nuevo a los dos.
No puedo dejar de sonreír.
—Muchas gracias, Esteban.
—De nada —Se dirige a mí —. Mándale saludos a tu padre de mi parte.
—Por supuesto.
Ayudo a Emmie a bajar de la cama y después nos abrazamos durante minutos. Esto es felicidad en su máxima expresión. Imagino tantos escenarios de nosotros siendo padres. Nadie dijo que será fácil, pero lo llevaremos de la mejor manera posible.
—Ya quiero conocerlo —murmuro —. ¿Te imaginas su belleza? Ese niño será bendecido por los dioses.
Se ríe en mi pecho.
—Será valiente como su padre.
—Y hermoso como su madre.
🐺
Le compro un helado con diversos sabores a Emmie mientras caminamos por el pueblo. Sus antojos le exigen más de lo normal y ella come bastante. Ama los dulces y yo quiero complacerla en todo.
—¿Cuándo le darás la noticia a tu padre? —consulto —. Es justo que se entere pronto, será abuelo.
Emmie lame lo último que queda de su helado.
—Planeaba hacerlo esta noche, pero tenía mis dudas.
La miro de reojo.
—¿Aún sigues asustada de su reacción? —inquiero —. No deberías, yo estaré contigo para darle la noticia.
Asiente con una sonrisa y agarra mi mano.
—De acuerdo.
El ruido de personas en ebullición, muchos aplausos y varias cámaras me llaman la atención. Ahí, en medio de la multitud, está mi padre dando una entrevista. Se ve cómodo mientras una periodista le hace preguntas y él responde cada una con mucha educación.
Aunque eso no es todo.
Está acompañado por una mujer hermosa de cabello oscuro que acaricia sus brazos. ¿Quién es ella? No sabía que tenía amigas.
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Dulce Perdición [En librerías]
Fantasy«Cuando tienes un motivo para vivir, puedes soportar cualquier obstáculo» #1 en fantasía 22/12/17 #2 en fantasía 25/08/17