Dulce Perdición [En librerías]

Capítulo 3 🐺

Arianne

El ambiente feliz cambia a una trágica.

El tiempo se detiene.

El mundo deja de girar.

Percibo la respiración agitada de Ashton, sus músculos tensos y la forma en que tiene los ojos llenos de lágrimas. El sufrimiento se refleja en su cara. Está herido, asustado y perdido. No es el Ashton orgulloso que conozco. No, este chico es diferente, como si hubiera sido apuñalado de la peor manera. El estado de Marianne tampoco es la mejor. No puedo creer que sea ella. Es irreal. No miento cuando digo que somos casi mellizas.

—Mierda —maldigo —. Mierda, mierda.

Sigo examinándola sin pasar por alto que tiene un amuleto celta. Es el mismo que mi madre me dio antes de morir. ¿Qué hace con Lily? Me siento como si estuviera en el pasado. Esto no es nada bueno. Me resulta muy sospechoso.

La música suena y la mayoría sigue con lo suyo en la fiesta, pero otros están mirándonos disimuladamente. Odio que seamos el centro de atención. ¿No pueden ocuparse de sus propios asuntos? Aunque no los culpo. Yo también estaría de chismosa. El drama es interesante.

—¿Qué haces aquí, Marianne? —exige saber Ashton —. ¿Por qué nunca avisaste qué volverías?

Marianne agacha la cabeza. La risa incrédula de Lily interrumpe la íntima conversación. Olvidé su existencia. ¿Dónde está Ethan? La última vez que los vi lucían muy felices y enamorados. ¿Qué sucedió? ¿Acaso hay una ruptura de por medio=

—Esperen... —interviene Lily con una amplia sonrisa —. Ustedes, los Karlsson, siempre están relacionados con mis compañeras de cuarto. ¿Es mucha coincidencia?

«Si supiera...»

—Hola, Lily —saludo, incómoda.

Ella me ofrece una dulce sonrisa.

—Arianne, no creí que te vería de nuevo. ¿Cómo estás?

—Bien —respondo. No le pregunto sobre su vida. Necesito que se vaya de una vez. Yo tampoco esperaba verla. ¿Por qué sigue en New Hope? Se supone que siempre quiso aplicar en Julliard. ¿Y Ethan? ¿Dónde está?

—No puedo creer que estés aquí —musita Ashton enfocado en Marianne —. Pensé que te perdí para siempre.

Marianne se retuerce las manos.

—No estoy aquí por ti, Ashton.

Auch.

Eso respuesta no fue para mí, pero duele escucharla. ¿Cómo puede romper el corazón de Ashton? Quiero decirle que se vaya por causar la mirada dolorida en el rostro de mi cuñado. Nadie merece ser tratado de esta manera, especialmente no él.

—No creo que este sea el lugar correcto para hablar —interfiero.

Ashton respira hondo y se toca el pecho. No disimulo la molestia en mi voz, mucho menos la mirada desafiante. Sé que la señora Aria hizo que Marianne se fuera, pero no tiene derechos de lastimar a Ashton. ¿Acaso no tiene un poco de consideración? El chico ha sufrido más de un año por ella. ¿Cómo puede ser tan cruel?

—Tienes razón —La voz de Marianne suena débil y baja —. Tú y yo deberíamos hablar en privado, Arianne.

¿Qué...?

Asher y sus hermanos están igual de confundidos que yo. ¿Marianne me conoce? No comprendo, nos hemos visto una vez hasta hoy. Y su nombre es parecido al mío. ¿Qué mierda?

—Yo no tengo nada que ver contigo —Le frunzo el ceño.

Marianne permanece imperturbable. Es tan rara que da miedo.