Dulce Perdición [En librerías]

Capítulo 46 🐺

Arianne

Hoy es el gran día.

La ansiedad me revuelve el estómago porque no he podido dormir bien debido a los nervios y pensé durante horas en Andrew y Emmie. ¿Cómo están? Claudius no volvió a enviar ninguna noticia y me preocupa. Intenté con todas mis fuerzas no derrumbarme y reuní cada onza de coraje. Lo necesitaré más que nunca. Ellos verán de lo que soy capaz realmente. Hoy todo terminará.

Claudius y Abigail estarán muertos. ¿Y nosotros? Finalmente seremos libres de la maldición que han impuesto sobre New Hope.

Esa misma mañana recibimos a la madre de Melody en la Fortaleza. Ella trae refuerzos que nos ayudarán. Es una hermosa mujer muy elegante que viste de cuero y un largo tapado invernal. Sostiene dos bolsas que delatan el olor a sangre. Trajo comida para su hija.

—¡Ha pasado tanto tiempo! —exclama y besa al señor Karlsson en ambas mejillas —. Sigues igual de guapo, Aiden. ¿Dónde está la bruja de Aria? No la veo cerca.

Trato de no reírme ante sus palabras, pero es imposible. Es agradable conocer a alguien que piensa como yo sobre Aria. Ella definitivamente ya me agrada.

—Es un gusto volver a verte, Nastia —dice Aiden con una sonrisa y le besa la mano —. Aria no está teniendo un buen momento.

—Nunca tiene un buen momento —Me echa un vistazo —. Arianne Laroux.

Me remuevo de un pie a otro.

—Hola, señora Shikova.

Sus sensuales labios se curvan en una sonrisa y noto lo parecida que es a Melody. Mi prima heredó su seguridad de esta mujer. Son idénticas en varios aspectos.

—Escuché mucho sobre ti. Así que eres la pesadilla de Abigail Sanders, ¿eh?

—Yo diría que es todo lo contrario —sonrío.

—Más fe, querida. Hoy matarán a esas escorias —Sus ojos oscuros se dirigen a Melody y las lágrimas no tardan en venir. Me llena de tristeza ver la interacción entre madre e hija. Extraño a la mía. Daría cualquier cosa para verla por unos minutos —. Estoy aquí, preciosa y tengo lo que necesitas.

Melody la observa con nada más que alivio.

—¿Es sangre?

—Por supuesto que sí, mi amor. Supuse que tenías hambre y traje más de cinco litros.

—Eres la mejor, mamá.

—¿Cómo se ha portado tu compañero?

Axel se sonroja.

—La he cuidado con mi vida, señora.

Sí, no me quedan dudas. Ella tiene su marca y anoche escuché gemidos provenir desde el garaje. Decidieron divertirse antes de que el verdadero caos explote.

—Más te vale, jovencito —Mira a los vampiros en la puerta con una sonrisa —. También traje refuerzos para el gran día. Ellos harán pedazos a los neófitos inútiles que forman parte de la secta de Claudius.

—Los Persson decidieron pelear de nuestro lado —dice Ashton —. Claudius y Abigail son enemigos que todos tenemos en común. La mayoría de los licántropos que vivimos en New Hope solo queremos paz y prosperidad. Ellos amenazan nuestra estabilidad.

Asher mira orgulloso a su hermano.

—Nos reuniremos con ellos dentro de pocas horas para hablar de la planificación.

—¿Noticias de la orden, Josh? —inquiere Aiden.

Mi padre se aclara la garganta en un gesto nervioso. ¿Qué anda mal? Apenas ha hablado esta mañana. Espero que no sea nada grave.