Mi lindo desconocido

Capítulo 6 | ¿Te gusta hablar conmigo?

Una semana

Puede suceder demasiado en una semana, por ejemplo:

El lunes Irving tuvo que faltar a clases, el invierno no le estaba tratando bien.

El martes cierta chica tuvo que ir al hospital con su madre, "es solo un chequeo" aseguró la mujer.

El miércoles Sebastián se peleó con su padre y tanto él como su hermana tuvieron que dormir  en el auto.

El jueves Alicia no parecía de buen humor y todo daba a entender que Javier había cometido un error.

El viernes Sebastián sacó su licencia, no le dijo a su padre.

El Sábado una castaña no pudo dormir, en vez de eso lloró.

El Domingo nadie salió de casa, cada uno se quedo a dormir hasta tarde preguntándose qué hacer.

Puede que la castaña esperara una llamada.

- Hola Andrea!!

- ¿Andrea?

- ¿No? ¿Qué tal Sofía?

- Sofía...?

- Natalia!!

- Ah... Ya veo..

La chica río por lo bajo.

- intentas adivinar mi nombre...

- Pa qué mentirte si tienes la mismísima razón

- ¿Estás enfermo? Te cambió la voz... Y debo decir que estuviste muy cerca...

- ¿Es en serio?!?

El chico no salía de su asombro.

- Todo lo dije muy al azar...

- Pues hasta miedo me dió chamo...

Ambos soltaron una risita, esa charla sería lo que les rescataría esa semana.

- ¿Cuál es tu nombre?

- aún es muy pronto...

- Bueno, no volveré a preguntar, me lo dirás cuándo tu lo decidas.

- Aww creo que es lo más amable que has hecho desde que llamaste por primera vez.

- Pero...

- Tenía que haber un "pero".

- Pero tienes que hablarme de tí, o por lo menos de como estuvo tu semana.

- Insisto, ¿te enfermaste?

- si, desde el lunes... Eh llevado una semana llena de mocos y estornudos

- Uagh!! Lo siento por ti, amigo.

- Va, gracias. Ahora hablame de ti.

- Bueno... Soy castaña

- Vaya!

- Y tengo pecas que me cubren las mejillas y la nariz, la verdad no me gusta mucho pero tampoco me molesta tenerlas.

- Pues yo creo que las pecas son lindas, por lo menos a mí parecer. Dan belleza al portador.

- Como digas, ¿y tú? ¿Cómo eres físicamente?

- Soy muy guapo si es lo que preguntás...

Irving soltó una tremenda carcajada al no escuchar respuesta alguna.
Del otro lado de la línea las mejillas de la chica estaban envueltas en un tono rosado.

- No es a lo que me refería... No te rías!! No le encuentro la gracia!!

- Es.. es gracioso por que tu alivio se sintió hasta este lado de la línea!

La chica se quedó sería de nuevo por lo que el joven volvió a estallar en risas.

- Bien.. ¿entonces?

- Okey okey, deja respiro........ Uufff.... Bueno, verás... Soy un pelinegro de ojos cafés bien Starbucks, no tengo pecas pero sí unos cuantos lunares.

Logró hacerla reír, eso le alegró su fin de semana.

- Eso es interesante...

- Oye.. chica...

- ¿Si?

- ¿Te gusta que te llame? Es decir, ¿Te caigo bien?

Se lo pensó un momento antes de contestar, era un desconocido y Sebastián le dijo que tuviera cuidado. Por otro lado, si que le caía bien, solo era la sexta vez que le llamaba y ni siquiera se conocían pero ella se sentía aliviada y felíz cada que hablaban.

- ¿Hola? ¿Sigues ahí?

- Si, Irving. Por más pequeña que sea la charla, me gusta hablar contigo.

Ambos sonrieron con tranquilidad, después de todo su domingo no fue tan pésimo.

Lo curioso es que durante los últimos días han estado más cerca de lo que creen.

-Annie♥-