Capítulo 18 | Más que una cena

11 1 0
                                    

Natasha

Me removí incomoda en mi asiento. Tal y como lo habíamos acordado, Yair pasó a recogerme a la escuela, pronto llegamos al restaurante. 

- ¿Desde cuándo trabajas aquí? - Pregunté intentando desaparecer el incómodo silencio que se había formado. Yair me había prometido que sus amigos estarían ahí, pero al parecer aún no llegaban. Siendo sincera, no sabía cómo sentirme al respecto.

- Hace un tiempo, suficiente para conocer al resto de los empleados - Esbozó una sonrisa. - Por ejemplo, ese es Tom - Señaló a un chico pelinegro que estaba tomando el pedido de una mesa algo alejada de nosotros, el chico era bastante delgado - Usualmente está en la cocina, pero pedí el día y ahora tiene que hacer mi trabajo....

- Pensé que lo tenias libre - Dije con algo de intriga.

- Bueno, ahora lo tengo libre - Rió por lo bajo. Estaba por preguntar qué era lo gracioso, pero un pelirrojo se asomó de tras de Yair, acompañado de una linda chica alta de ojos oscuros y cabello negro azabache.

- ¡Joven Irving! - Soltó Javier, a quien ya había conocido anteriormente en la escuela. Cuando Yair se dio cuenta de su presencia se levantó del asiento y yo imité su acción. - Joven y bella Natasha - Tomó mi mano y la beso con caballerosidad. El chico iba vestido con un pantalón de mezclilla y una camisa de tonos crema bastante elegante, cosa que iba perfecta con el color de su cabello. - Permíteme presentarte a Alicia - Señaló a su acompañante, la chica iba vestida con un lindo vestido floreado con una base blanca - Mi novia - Declaró.

- Ignóralo - Soltó la chica - Son muy payasos cuando están juntos - Reí por su comentario pues seguramente estaban juntos cuando Yair decidió intentar hacerme esa llamada de broma.

- Joven Javier ¿Por qué a mí no me saludó? - Yair fingió tristeza - Con estos amigos ¡¿Para qué quiero enemigos?! - Dijo dramáticamente.

- Ya hombre - Javier rodó los ojos - Joven Irving - Yair puso su mano para que el pelirrojo la besara, cosa que al suceder me pareció bastante cómica. - ¿Feliz? - Yair estalló en carcajadas.

- Te lo dije - Alicia pasó a la mesa y se sentó justo a mi lado. - Será mejor que te vayas acostumbrando - susurró.

- ¿Cómo los conociste? - Pregunte mientras los chicos iban a ordenar sin esperar a un mesero, después de todo, ellos trabajaban ahí.

- Cuando estábamos en tercer semestre me llevaron a detención, ahí estaban ellos. Yo no iba a detención muy seguido, pero Javier y Yair casi vivían allí, más Javier que Yair. Al cabo de un par de veces me ganó la curiosidad y pregunte que era lo que hacían para estar en detención tan seguido...

- ¿Qué respondieron? - Pregunté sorprendida, intrigada y hasta un poco atemorizada.

- Les gustaba hacer bromas, ahora están madurando, aunque no parezca - rió un poco - El punto es que al finalizar las clases solían hacer todo tipo de bromas, algunas eran demasiado pesadas, pero jamas llegaron a lastimar a nadie. La mayoría eran ideas de Javier, Yair solía ser el cómplice que le decía a Javier cuando ya era suficiente. A veces me invitaban a formar parte de sus travesías y yo aceptaba, pero jamas me gusto estar en detención así que preferimos conocernos mejor en los descansos y en salidas de paseo. Poco a poco los fui conociendo - se encogió de hombros - Ya hacia falta alguien más que me ayudara a mantenerlos quietos - dijo a modo de bienvenida.

Alicia y yo seguimos platicando un poco en lo que los chicos regresaban con comida, en este caso llegaron con cuatro ordenes de flautas y una jarra de limonada.

Al principio la platica era fluida, uno que otro chiste, algunas anécdotas, mordida a una flauta, un trago de limonada y otra anécdota graciosa. Todo estaba bien... hasta que pregunté sobre sus padres.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 05, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi lindo desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora