Capítulo 2 | Espaguetis

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Natasha

- Pásame la lechuga ¿Quieres? - obedecí, mi madre me dió un par de bolsitas de plástico.

- Olvidaste la bolsa ¿verdad? - Ella asintió.

Usualmente usábamos una gran bolsa de tela para no usar las de plástico que le son muy dañinas al ambiente.

- Ten - me tendió una bolsita - elije las frutas, yo seguiré buscando en el pasillo de verduras - hizo una pausa - ¿Quieres espaguetis para la cena? - abrí los ojos como platos.

Mamá no preparaba espaguetis desde hace años, era la comida favorita de Papá.... Pero desde que él.....

Una lágrima resbaló sin querer por mi mejilla, las manzanas no colaboraban con la selección y las mandarinas se habían agotado, sin embargo las lágrimas sobraban, por lo menos en mi mundo. Incluso cuando era pequeña llegué a creer que me secaría y terminaría siendo muy similar a una pasita.

Justo cuando encontré la manzana ideal el teléfono sonó y dí un saltito del susto. La fruta rodó por encima de las demás hasta caer a mis pies, esa manzana prefería ser pisada que comida. La levantate y la metí en la bolsa plástica.


- ¿Bueno? ¿Quién es? - dije al contestar el teléfono.

- hola, soy yo...

- lo siento "yo" pero no te conozco.

- soy Irving... El tipo de la otra vez.


Tardé un momento en recordar.


-Ah.... Tu... ¿Por qué me marcas?

- Yo podría decir... ¿Por qué contestas?

- Yo pregunté primero!!


La señora de al lado que elegía sabiamente que poner en su carrito me miró un poco raro.


- Y yo después!

- Ay!! ¿Pero que edad tienes? No te conozco, número equivocado!


Corté la llamada sin esperar respuesta, no tengo tiempo para llamadas de broma. Terminé de seleccionar las frutas y me dispuse a buscar a mí madre.

Salimos del centro comercial y nos dirigimos a casa, era un lugar espacioso en una linda residencia.

La gran casa contaba con una cocina, una estancia, tres baños, seis habitaciones y un gran y hermoso patio.

Papá es un gran empresario y al pedir el divorcio, Mamá se enojó tanto que papá intentó contentarla con una casona.

No me agradó la idea.

A ella tampoco.

Pero él ya la había comprado y no hubo opción. Actualmente le sigo odiando y él sigue enviando obsequios.

A veces dan ganas de desaparecer....

-Annie♥-





Mi lindo desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora