Compartimos clase, y agua caliente.

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Jackson, Mark y yugyeom comparten clase de cálculo, era la pero clase para los tres, sobre todo por que el profesor era demasiado estricto con ellos.

Se decía que no había ni un solo alumno en esa clase al cual le gustara la materia. Era demasiado estresante para todos.
Sobre todo para Mark, el solía estresarse con facilidad, era un chico listo, solo que había cosas que el no entendía.

—¿Cual es la repuesta señor Tuan?.–pregunto el profesor mientras se acercaba al pupitre de Mark y jackson.

—No lose.–contestó Mark algo temido, había estado prestando atención toda la clase sin embargo nada lograba quedarsele grabado.

—¿A que viene a la escuela señor Tuan? Si no viene aprender absolutamente nada, son los primeros días y ya esta teniendo un bajo rendimiento en mi clase,  será mejor que empiece a estudiar para su examen de recuperación. Por que tenga por seguro que no aprobara en mi materia.

La campana sonó, el profesor guardó sus cosas y se retiró del salón, unos alumnos salieron detrás de el.

Mark se quedó callado, solo apretando el lápiz que sostenía en su mano derecha, con tanta fuerza que el lápiz término por partirse en dos.

Jackson que se encontraba a un lado suyo, se percató de eso, colocó su mano en la pierna de Mark.

—Relajate.–la voz de jackson sonaba ronca y sería pero con un tono bajo.

Mark no era un chico malo, pero no le gustaba ser humillado, no le gustaba que los demás lo vieran enojado. Siempre trataba de guardarse sus problemas, el no tenía la necesidad de que los demás sintieran lástima por el.

Aveces Mark podía llegar a llorar debido a su coraje o que tan enojado estaba y el que no pudiese hacer nada lo enojaba a un mas.

Las lágrimas de Mark comenzaron a desprenderse de sus ojos, cayendo a su mesa mojando la página del libro que estaba debajo.

—¿Por que yo?.–comenzo a decir mientras su voz sonaba quebrada.

Jackson simplemente guardaba silencio mientras su mano aun seguía pegada a la pierna de Mark.

—¿Por que solo me molesta a mi? Yugyeom esta aquí, tu también estas aquí, hay cuarenta y tres alumnos en su maldita clase.–su voz termino quebrándose por completo. Apoyo sus manos en la banca y su cabeza baja.

Su respiración comenzaba acelerarse, jackson dándose cuenta de eso apretó la pierna del contrario y susurró.

—Mark...–susurró jackson.

Mark no sabía por que era que jackson calmaba su interior, tal vez era su voz, tal vez era el modo en que susurraba su nombré y trataba de calmarlo.

Mark volvió a ponerse recto en la silla sonrió débilmente se puso de pie y salió del aula.
Dejando a un jackson confundido.

Mark caminaba por los pasillos, sin prestarle mucha atención al camino, su mente estaba en blanco. Cuando recordó que su siguiente clase estaba por comenzar.

Chocó la palma de su mano contra su frente, cuando recordó que sus cosas las había dejado en el aula.

Trató de dar media vuelta e ir en busca de sus cosas. Pero el coque repentino con alguien se lo impidió.

Jackson se encontraba delante de Mark obstruyendo su paso.

—Olvidaste esto. –dijo el rubio, entregándole la mochila a Mark.

—Gracias. –logro pronunciar, por un lado se sentía avergonzado por su reacción dentro del aula. Pero por otro lado, el que jackson se tomara la molestia de traer sus cosas pensaba que no tenia motivos para sentirse de tal manera.

Ambos empezaron a caminar a su siguiente clase, la cual también compartían.

Por otro lado, en la habitación 134.
Youngjae se encontraba tendido en su cama durmiendo plácidamente.

Había decidió faltar a sus clases, se había quedado jugando en su móvil hasta altas horas de la madrugada.

Aunque sus compañeros intentaron levantarlo los intentos fueron nulos, ya que YoungJae no mostraba señales de vida.

Decidieron dejarlo, para que siguiera durmiendo, después le prestarían sus apuntes.

Un irritado bambam entró a la habitación llamando a YoungJae en un grito.

—¡Despierta!.–eran aproximadamente la una de la tarde y el castaño seguía durmiendo.

—¿Que paso? Yo no fui.–un sobresaltado YoungJae despertó, confundió por los gritos y por sus sueños. Tallo sus ojos, para bajar de su cama.

Ya de pie estiró su playera halandola hacia enfrente  ya que esta estaba arrugada.

—¿Que hora es?.– dijo mientras alborotaba su cabello, y un bostezo salia de su boca.

—La una con diez.–contestó bambam acomodado en su cama.

YoungJae tomo algo de ropa, y se dirigió a las duchas.

Tomo su baño tranquilo, ya que no había nadie, la mayoría seguía en clase o llegaban a sus habitaciones.

Cuando término salió y volvió a caminar por el pasillo de regreso a su cuarto.

Había puesto su mirada en la puerta de su habitación la distancia no era mucha. Confió en su habilidad para calcular. Así que puso la toalla en su cabeza para secar su pelo, pero esta cubría su cara evitando que pudiera observar el camino.

El cálculo que YoungJae había echo para llegar a su habitación fallo, entrando al cuarto equivocado.

Cuando YoungJae quito la toalla de su cabeza y dejando a sus ojos ver de nuevo.

Se encontró con la figura de jaebum sin camisa, este lo observó sin decirle nada.

—Lo siento, lo siento. No estaba viendo por donde venia.

Se preguntó si era posible que alguien le creyera aquello. Aunque era verdad, pero al decirlo sonaba raro.

YoungJae se disculpó con el pelinegro. Salió se ahí, y camino los tres pasos faltantes para llegar a la habitación correcta.

—¿Que le paso a tu cara?.–preguntó bambam cuando observó a YoungJae entrar al cuarto.

—¿Que tiene?.–YoungJae colocó ambas manos en cada una de sus mejillas.

—Esta roja.

—Debio ser el agua caliente.

Bambam sólo se encogió de hombros asintió, y continuo con lo que hacia.

YoungJae no podía sacar la imagen de Jaebum de su cabeza.

El era uno de los tres chicos que compartían el secreto el cual no quería revelar;
El era homosexual.

Y a decir verdad, había quedado enamorado desde la primera vez que vio a Jaebum.

Instituto. [markson/2jae/yugbam] [namjin/yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora