Instituto. [markson/2jae/yugbam] [namjin/yoonmin]

Llegamos

Chicos corrían de un lado a otro en busca de su ropa y objetos de utilidad.

Jackson abrió la puerta de sus vecinos repentinamente.

—¡Mark! ¿No vas visto mi bóxer?

—¿Cual de todos?.–preguntó el rubio quien tenía la vista en su móvil y giraba en la silla de escritorio.

—El de tigres.

—Yugyeon ¿no has visto los calzones de jackson?.–preguntó al pelinegro quien recién entraba a la habitación después de haberse dado un baño.

—¿El de tigres?

—Si.

—Los traigo puestos.–dijo para señalar sus caderas y mirar a jackson quien aún seguía de pie en la puerta.—¿Quieres que te los devuelva?

—No, quedatelos.

—¡Dense prisa!.–le grito Mark cuando jackson volvió a entrar a su habitación.

Mark había sido el único que había guardado sus cosas un día antes. Todo esto era debido a su padre quien lo obligaba a estar listo con anticipación  siempre que salían de viaje nunca sabía si algo podría pasar era mejor estar listo que lamentar no estarlo.

24 horas antes.

—¿No deberíamos empacar ahora?.–preguntó YoungJae con el mando del juego en sus manos yugyeom permanecía a su lado con otro mando y jackson simplemente miraba la partida.

—Lo haremos mañana.

—Pero salimos a las diez de la mañana.–le dijo yugyeom.

—Pondremos la alarma a las seis de la mañana. Ahora es mi turno de jugar.–el rubio arrebató el mando de las manos de yugyeom quien acababa de perder contra el castaño.

Sábado 9:30am.

De a poco el castaño empezó abrir sus ojos tomó su tiempo para estirar los huesos de su cuerpo. Tomó su móvil para desbloquearlo y ver la hora. 9:36am.

—¡Nos quedamos dormidos!.–grito y todos en la habitación respetaron.

—Mierda, YoungJae no te dije que pusieras la alarma. –le dijo el rubio mientras se ponía de pie y comenzaba aventar prendas de ropa hacia su cama.

—Pense que tu lo harías.

Nueve cuarenta y todos corrían de un lado a otro.

[...]

—¿Seguro que vendrán?.–preguntó hoseok al peliverde quien ya parecía impaciente.

—Si, o si no los convertiré en mujersitas.–lo último lo dijo en su susurro para si mismo, pero no se salvo del golpe proveniente de jimin quien estaba atrás de él.

[...]

Para las nueve cincuenta los chicos ya se dirigían hacia la salida del instituto, todos dentro del auto de Jaebum. El mismo que había usado para llegar al instituto.

A lo lejos se podía ver a los otros chicos esperándolos fuera del todo terreno de yoongi.

[...]

Fueron cuatro horas de viaje, algunos dormían en la parte trasera de los autos y otros iban en su mundo. Llegaron a una zona boscosa  se adentraron en los estrechos caminos un auto detrás del otro.  Hasta llegar a donde era su destino. Una casa tipo cabaña que contaba con dos pisos de altura y una terraza enorme.