9. Jacuzzi

433 22 10
                                    

Me había quedado sola con Jackson. Por primera vez en todo el día me miraba directamente a los ojos. Se levantó del jacuzzi con su rostro serio y se dirigió a la puerta. Pensaba que se iba a ir y a dejarme allí sola, pero para mi sorpresa cerró la puerta con pestillo y volvió a entrar al jacuzzi pero sin cambiar su expresión.

-Hola –dijo mirándome a los ojos-.

-¿Cómo que hola? Llevo aquí todo el día, esta es mi casa –respondí con bastante indignación-.

-Ya lo sé –dijo todavía sin cambiar la expresión ni dejar de mirarme-.

-Deja de mirarme así, ¿Qué te pasa?¿Estas enfadado por lo del otro día? –me removí incomoda dentro de la gran bañera-.

-¿Por qué debería de estar enfadado?

-Lo sabes de sobra.

-No eres la única chica del mundo –dijo alzando una ceja- si no quieres nada conmigo, otras sí. Mira a Lara, no hay manera de quitármela de encima. He tenido hasta que cerrar con pestillo, no creas que ha sido porque quiero estar a solas contigo, simplemente no me apetece enrollarme más con ella.

Sus palabras me pusieron furiosa. Maldito prepotente. En el fondo era igual que Collin, por algo eran tan amigos. Intenté pensar una respuesta ingeniosa y que le callase la boca pero no me vino ninguna idea. El enfado me nublaba la mente.

-Genial –respondí volviendo a recostarme hacia atrás-.

Se produjo un silencio sepulcral e incómodo. Al cabo de un par de minutos noté unos dedos acariciando mi rodilla. ¿Era bipolar? ¿Acababa de decir que no quería nada conmigo y luego empezaba a acariciarme la pierna?

-¿Se puede saber qué haces? –pregunté descolocada-.

-Yo no hago na… -me respondía inocente hasta que la manivela de la puerta bajó, y se oyó la irritante voz de Lara al otro lado-

-Joder, ya ha vuelto la pesada –dije con resignación-

Jackson se movió rápidamente a mi lado, haciendo un gran ruido al salpicar en el agua. Le miré confundida.

-Gime –me susurró al oído-.

-¿Perdona? ¿Cómo que …? –me interrumpió poniendo un dedo en mis labios-.

-Si no lo haces no se irá y tendré que dejarla entrar. Eso significa que continuaremos con “lo nuestro”, y creo que eso te hace sentir un poco incómoda, ¿verdad? Tú eliges.

Le miré con rabia. No podía soportar otra vez el espectáculo de tenerlos en mi jacuzzi, a mi lado, comiéndose a besos y toqueteándose. No me quedó otra opción. Comencé a gemir avergonzada ante su risa ahogada, mientras él golpeaba el jacuzzi para hacer ruido. Se oyó un grito de sorpresa al otro lado de la puerta y refunfuños indignados. Después se fue. Nosotros paramos los ruidos.

-Creo que vuelvo a estar interesado en ti –dijo acercándose peligrosamente a mi cuello-.

-Alto, alto, alto –dije retirándome de él- ¿Eres bipolar?

-Simplemente me  gusta tu modo de gemir –respondió seductoramente-.

-Eres un cerdo.

-¿Has jugado alguna vez a los Sims?

-Mm claro, todo el mundo ha jugado alguna vez en su vida. ¿Pero eso qué tiene que ver?

-¿Sabes cuando metes a dos personajes en el jacuzzi y le das a la opción “hacer el ñiqui ñiqui”?

-Oh dios, estas enfermo…

-¿No te gustaría que pasase lo mismo aquí, entre tú y yo?

-Lo de los pétalos de rosa es demasiado cursi para mi gusto, lo siento –dije mientras comenzaba a levantarme para salir, pero él me lo impidió-.

Estiró de mi brazo produciendo que perdiese el equilibrio y que cayese justo sobre su pecho, y delante de su rostro. Agarró mi nuca con su mano y me acercó a él hasta fundirnos en un apasionado beso. Tenía ganas de probar sus labios, no podía negarlo. Su boca pasó a mi cuello, al igual que la noche de la discoteca, mientras mi mano recorría su firme y musculoso pecho. No pude evitarlo y solté un gemido de excitación. Él se separó un segundo y me miró con una sonrisa, para volver a besar mis labios y mi cuello. Cuando empezó a desabrochar mi bikini me di cuenta de que la cosa estaba subiendo demasiado de tono y me separé bruscamente.

-¿Qué pasa? –preguntó confundido-.

-Esto es un error –dije saliendo del jacuzzi mientras él me miraba sorprendido aun dentro-.

-¿Por qué siempre huyes de mí cuando la cosa empieza a ponerse interesante? –preguntó tras salir rápidamente de jacuzzi y situarse delante de mi-

-No lo hago –respondí evitando su mirada-.

-Sí que lo haces –cogió mi barbilla y situó mi rostro mirándole a los ojos- ¿Por qué?

-No soy el tipo de chica por la que chicos como tú y Collin os interesaríais. No soy un juguete, no soy un reto. Sé que lleváis algún tipo de jueguecito entre manos que tiene que ver conmigo, y no me gusta.

-Son tan solo cosas de chicos –dijo acariciando mi rostro-

-Pues preferiría no formar parte de esas “cosas de chicos” –dije girándome y dándole la espalda-

-Tengo la sensación de que te he asustado –cambió de tema mientras pasaba sus brazos alrededor de mis hombros, y apoyaba su barbilla en mi cuello- A veces me olvido de que sólo tienes 17 años. Iré más despacio la próxima vez –y se dirigió a la puerta tras besar mi mejilla-.

-No va a haber próxima vez –dije no muy convencida-.

-Estoy seguro de que la habrá –terminó y salió por la puerta-.

-------------------------------------------------------------------------------------------

¿Collin o Jackson? ¿A quién preferís? 

Votad y comentad, please!!

Besos!

New Beginnings, New Love |Colton Haynes, Nolan FunkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora