11. Novata

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El tiempo pasó volando, y cuando me di cuenta ya llevaba más de una hora entre partida y partida. Era raro. Estaba con Collin sin que intentase ligar conmigo como habitualmente, simplemente como dos amigos, con un poco de tonteo, todo hay que decirlo, pero no era tan descarado como siempre había sido. Por lo visto, lo de que los videojuegos nublan la mente de los hombres es cierto. Estaba cómoda con él, no tenía las ganas de pegarle o de huir que siempre tenía cuando estaba cerca de él. Me gustaba este Collin, y esta nueva “amistad”.

-Te he vuelto a ganar –dijo él lanzando el mando sobre la mesa-

-No es justo, no me has dejado ganar ni una vez –respondí haciendo pucheritos, de broma- eres muy poco caballero.

-Has ganado una…

-Pero porque tu mando se ha quedado sin batería, no cuenta –protesté como una niña pequeña-

-Buenos pues … -se abrió la puerta del cuarto de Jackson y éste salió hacia la nevera-

-Collin, apaga ya eso, tengo sueño y no puedo dormir –dijo mientras sacaba una botella de agua de la nevera, sin reparar en mi presencia hasta que hablé-

-Sí, es tarde, será mejor que me vaya –dije levantándome y quitando mis piernas de encima de Collin, sin saber como había llegado hasta ahí-

-¿Qué haces tú todavía aquí? –preguntó sorprendido y a la vez con una especie de enfado-

-Esta es mi casa también amigo, yo también puedo tener visitas –comentó Collin- Y más si son tan sexys como Lucy –intentó sentarme sobre su regazo pero lo evité-

-No empieces, que nos estábamos divirtiendo –dije dando un pequeño empujón a su hombro-

-Si vienes a mi habitación nos divertiremos más –respondió sugerentemente-

-Creo que voy a pasar de eso –contesté- Pero me debes una revancha.

-Otro día será –interrumpió Jackson- Ya no son horas de visitas.

-Gracias por la información Jackson, como ya he dicho, me voy, tranquilo –dije abriendo la puerta- Nos vemos, Collin.

Maldito estúpido, ¿se atrevía a echarme de su casa? Ahora sí que me había cabreado. Pero eso no se iba a quedar así. Durante el resto de la semana continué yendo a visitar a Collin, al principio por molestar a Jackson, pero después realmente me divertía con él, incluso sus proposiciones pervertidas ya no me parecían tan molestas. Tal vez me gustaba un poquito. Tal vez, en algún momento, cuando estaba tan concentrado jugando que hasta me parecía mono, no me habría importado besarle de nuevo.

El lunes de la siguiente semana comenzó la universidad. Parecía que iba a ser un buen día, el sol brillaba, hacía calor, pero no demasiado, el clima perfecto, le gente parecía agradable… En mi clase, extrañamente, no había prácticamente ninguna chica. Si mis matemáticas no fallaban, éramos menos de 10 en una clase de aproximadamente 50 personas. Las primeras clases antes del descanso fueron lo típico, presentaciones, introducciones a las asignaturas... Cuando salíamos de clase, un grupo de chicos de cursos mayores estaban esperando. Pensaba que eso sólo pasaba en las películas, pero no, venían buscando a los novatos. El cabecilla, un chico alto y musculado, con el pelo rizado y alborotado comenzó a hablar.

-Novatos y novatas de este año, como vuestros mayores que somos, os ordenamos que realicéis una prueba para mostrar vuestro respeto hacia nosotros.

Miré a mi alrededor, pensando que todo era una broma, pero no, mis compañeros tenían cara de pánico, iba en serio. Por lo visto, debía de ser una tradición de este sitio de la que yo no estaba al corriente. El chico continuó hablando.

New Beginnings, New Love |Colton Haynes, Nolan FunkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora