-Soñar es gratis –zanjé, y me dispuse a seguir mi camino a casa-
Él se quedó parado con los brazos cruzados, y con su típica actitud de chulo, pero podía verse su ceño fruncido. Él también estaba confuso, al igual que yo. Intenté apartarle de mi mente y me concentré en llegar a casa sin perderme, aún no conocía la ciudad. Llegué justo a tiempo para comer, y pasé la tarde haciendo el vago en casa. En la cena, Henry me anunció algo que no me hizo ni pizca de gracia: Tessa y unos amigos suyos vendrían al día siguiente a comer. Para que “socializase con gente de mi edad”, según él. Después ellos se irán al cine y nos dejaran la casa, para que estemos más tranquilos y cómodos. Intenté poner alguna excusa, dije que había quedado con Jackson y Collin, pero tachán, ellos estaban invitados también, así que no me sirvió de nada. Finalmente me resigné a lo que tendría que soportar al día siguiente.
No me apetecía nada ver a Collin después de lo que había pasado con él, y de Jackson no había sabido nada desde el incidente de la discoteca. Posiblemente estaba enfadado conmigo por jugársela. Mala suerte.
A la hora de comer del día siguiente se presentaron Tessa, Collin, Jackson y… ¿Tara?¿Cara?¿Lara? Ni si quiera recordaba su nombre, sólo que era la amiga de Tessa que se pegaba mucho a Jackson en la discoteca. Todos me saludaron con amabilidad, mis padres no notaron nada, pero la tensión se podía cortar con un cuchillo. Tessa sólo vino para molestarme, y Collin y Jackson posiblemente también. Comimos entre una falsa conversación cordial. Jackson apenas me miraba, y Collin en cambio no me quitaba ojo de encima, incluso juraría que me dio alguna patada por debajo de la mesa. Cuando acabamos de comer, mis padres se fueron al cine como estaba planeado, y yo tuve que hacerme cargo de la situación. Allí estaba yo, sola, frente a dos especies de “parejitas”. ¿Qué podía hacer? La piscina. Siempre era la mejor opción.
-Mm… ¿Os apetece un baño? –dije intentando parecer amable-.
-Claro –respondieron los chicos al unísono-.
-Nosotras no tenemos bañador –protestó Tessa-.
-Podemos bañarnos en ropa interior, es casi lo mismo –respondió su amiga-
-Tienes razón, además, Collin y Jackson son de confianza –añadió Tessa lanzándoles una mirada pícara-.
-Bueno pues… yo subo a cambiarme a mi habitación, vosotros dos si queréis cambiaros podéis entrar a cualquier habitación o baño. Ahora vuelvo.
Dicho eso subí y me cambié, pero esta vez me puse un bikini con tirantes, por si acaso, no iba a cometer el mismo error dos veces. Cuando bajé ya estaban dentro de la piscina, muy educado por su parte. ¿Para qué pedir permiso a la dueña? No me apetecía bañarme con ellos, así que me tumbé a tomar el sol donde siempre. Con mis gafas de sol puestas para disimular, los observaba. Collin y Tessa estaban a un lado de la piscina, como siempre, dándose abrazos pegajosos típicos de los novios, pero Collin me miraba de vez en cuando. La escena era exactamente igual al otro lado de la piscina, pero con Jackson y Lara. Me sentía como una carabina, y era muy incómodo. Decidí huir, no creía que les fuese a importar, todos estaban ocupados con sus respectivas parejas.
-Bueno, creo que ya he tomado demasiado al sol y me estoy empezando a quemar… Será mejor que me siga bañando arriba. Si necesitáis algo estoy en el jacuzzi de mi baño –finalicé mientras me iba hacia dentro de la casa-
Nadie contestó. Como suponía, estaban demasiado ocupados metiéndose mano debajo del agua. Y sí, estaba celosa. Si eso era lo que querían lo habían conseguido, pero ya daba igual, iba a relajarme en mi jacuzzi. Las burbujas, el olor a jabón, el agua caliente… Estaba a punto de quedarme dormida hasta que alguien entró en el baño. Primero pasó Jackson. Pensé que quería volver a intentar algo. Pero de su mano venía Lara.
-Nos preguntábamos si podríamos probar el jacuzzi –dijo ella remarcando el probar-
-Claro, pasad, aunque es un poco pequeño, vamos a estar apretados –respondí yo intentando disuadirlos-.
Pero no fue así. Entraron, y estábamos muy apretados. Pero si se pensaban que me iban a echar de mi jacuzzi para montárselo en él, lo tenían claro. Se acomodaron, ella encima de él, y me miraron esperando a que me fuese. Yo sonreí, cerré los ojos y eché la cabeza para atrás. No era lo que ellos esperaban. Pero aun así, no tuvieron problemas en toquetearse a mi lado. Ella le daba besos en el cuello, en la barbilla, y creí que alguno le rozaba los labios, pero no estaba segura, disimulaba que les estaba observando. Él se dejaba hacer. La verdad es que estaba muy molesta. Y celosa. Tenía ganas de quedarme con su rubia coleta en la mano. Al cabo de un rato, que se me hizo eterno, llegó Tessa. Suena raro pero fue mi salvadora.
-Oye Lucy, ¿no tienes nada de beber? –preguntó-
-En la nevera hay refrescos –contesté aun con los ojos cerrados-.
-Me refiero a algo… de alcohol.
-No voy a darte nada de alcohol, agradece que te doy un refresco. No voy a arriesgarme a que intentes destrozar mi casa otra vez, lo siento –respondí abriendo los ojos de golpe y mirándola-
-Mira Lucy… -dijo entrando en el baño y señalándome con el dedo, hasta que su amiga la cortó-
-Yo sí que quiero ese refresco. Vamos Tessa –dijo enroscándose en una toalla y arrastrando a la bruja fuera de la habitación-.
Me había quedado sola con Jackson. Por primera vez en todo el día me miraba directamente a los ojos.
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Hola! Pues bueno, siento la tardanza pero hago lo que puedo. El capítulo es corto pero es lo que he podido escribir en una hora, el único rato que he tenido libre en muuucho tiempo y que no he usado para dormir. Ni si quiera tengo tiempo para pensar en como continuar la novela, así que si teneis sugerencias no me vendrían mal. La semana que viene tengo vacaciones, así que podré escribir más (bieeeen). Espero que os vaya gustando.
Votad y comentad, porfi.
Chauu!