Capítulo 10: "¿Qué te está pasando?"

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Un atractivo joven de cabello alborotado se despertaba tomándose la cabeza mientras pensaba: No fue un sueño, fue real, me enamore de la hija de mi enemigo, se que ella no tiene la culpa de nada, pero lleva su sangre su maldita sangre y para colmo yo mezcle la mía con la suya, ¿qué debo hacer?, no puedo seguir con ella, pero tampoco quiero dejarla sola, ella espera un hijo mío, solo me tiene a mi ahora, sin querer ambos nos enamoramos, si la dejo y la lastimo de alguna forma estaría cobrando venganza pues es su única hija y lo que le afecte a ella tiene que afectarle también a él pero si hago eso también me lastimaría yo.

Los pensamientos del joven de cabello alborotado se vieron interrumpidos al abrirse la puerta de la habitación y al entrar por ella la bella pelinegra con una dulce sonrisa, ella estaba vestida con ropa materna que la hacía verse aún más bella de lo que era. La jovencita llevaba en sus manos una pequeña fuente con el desayuno que había preparado.

Supuse que no te sentirías tan bien después de cómo viniste ayer, por eso preferí traerte el desayuno hasta aquí, decía la pelinegra dejando la fuente en una mesa de noche y acercándose a besar dulcemente los labios de su esposo que llevado por el amor que sentía por ella la beso con la misma dulzura mientras cerraba los ojos y de ellos salían unas lágrimas.

¿Qué te pasa?, ¿qué fue lo qué te dijo ese hombre al qué fuiste a ver?, decía Milk tomándose el vientre.

¿Estás bien?, dijo Gokú preocupado.

Si, es solo que él bebé anda un poco inquieto, pero responde lo que te pregunte, dijo Milk sonriendo.

No me pasa nada, dijo Gokú.

Gokú ¡por favor¡ somos un matrimonio, dijo Milk.

Milk, déjame tranquilo si, iré a ducharme y luego iré al gimnasio, dijo Gokú.

¿No vas a desayunar?, dijo Milk preocupada.

No, no tengo hambre, dijo Gokú dirigiéndose a la ducha dejando desconcertada a la pelinegra.

Horas después: "Gimnasio"

Dos jóvenes platicaban en un gimnasio.

¿En dónde estuviste ayer que la pobre Milk estaba preocupada tratando de localizarte?, si fueras un picaflor, pensaría que andabas por ahí con alguna conquista pero te conozco y tu no eres así, además Milk le dijo a Bulma que fuiste a ver a un investigador que tenía que decirte algo importante, decía Vegueta mirando al joven de cabello alborotado que entristeció al escuchar ello.

Así es fui a ver al investigador, dijo Gokú con nostalgia.

¿Y ya encontró a ese hombre?, dijo Vegueta.

Si, dijo Gokú.

¿Qué tienes?; deberías estar feliz, ahora si podrás hacer justicia, decía Vegueta.

Lo que tanto temía se dio, me enamore de la de mi enemigo, me case con ella y hasta vamos a tener un hijo, ¿cómo quieres que me sienta?; me siento terrible, me quiero morir, decía Gokú con rabia.

¿Quéeeeeeeeeee?, dijo Vegueta.

Lo que oyes, me enamore de la hija de mi enemigo, Milk, es su hija, su hija, dijo Gokú con rabia mientras de sus ojos salían gruesas lágrimas de dolor.

Cálmate amigo, eso no puede ser cierto, tiene que haber alguna equivocación, decía Vegueta.

No, no la hay, no la hay, maldita sea, dijo Gokú con rabia.

Cálmate, cálmate, creo que este no es un buen lugar para hablar, vamos a otro lugar, dijo Vegueta.

Vamos a un bar, dijo Gokú.

"La hija de mi enemigo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora