"La hija de mi enemigo"

Capítulo 2: "Una luz en mi vida"

Un atractivo jovencito de cabello alborotado con el rostro completamente iluminado detenía el combate que estaba llevando a cabo con uno de sus amigos al ver que el gigantesco reloj de la pared del gimnasio donde entrenaba marcaba la hora en la que él tenía que irse a encontrar con la bella jovencita que había conocido la noche anterior.

Hasta aquí no más, detengamos el combate, dijo Gokú sorprendiendo a su amigo cabello de flama por su actitud.

¿Te sientes mal?, tú nunca dejas una batalla a la mitad, dijo preocupado Vegueta mirando a su amigo de cabello alborotado.

No, claro que no, lo que pasa es que ya tengo que alistarme para ir a encontrarme con alguien, dijo Gokú rápidamente dirigiéndose al lugar donde había dejado su maletín.

¿Tienes una cita?, dijo Vegueta sonriendo.

Sí, dijo Gokú sonriendo.

¿Con la chica del pub?, dijo Vegueta intrigado.

Sí, dijo Gokú caminando hacia su camerino.

Vaya si que eres rápido como dijo Yamcha, decía Vegueta riendo.

No seas mal pensado, nos hicimos amigos, ella no es de la ciudad, se encuentra sola aquí no conoce nada solo el lugar donde se esta quedando y pues al pub la trajo el taxista, yo quede en hoy encontrarnos para mostrarle algunos lugares turísticos, es todo, además tú mismo dijiste que me distrajera un poco y que deje todo en manos del investigador, decía Gokú.

Así es amigo y me alegra escuchar que me tomaste el consejo, decía Vegueta.

Gokú entro a las duchas con una amplia sonrisa mientras a su mente venía el bello rostro de la jovencita que había conocido la noche anterior.

Mientras tanto:

En un pequeño departamento una bella pelinegra se terminaba de alistar para encontrase con el joven que había conocido la noche anterior.

Creo que así estoy bien, decía la pelinegra mientras se colocaba una pequeña casaca sobre el polo manga corto deportivo que llevaba puesto y se miraba al espejo su bella figura con el short y zapatillas que llevaba puesto.

Luego de algunos minutos el timbre del departamento de la pelinegra sonó y esta fue abrir la puerta encontrándose con el atractivo jovencito de cabello alborotado que vestido también con ropa deportiva la miraba de pies a cabeza embelezado.

¡Hola Gokú¡ dijo Milk dulcemente dándole un beso en la mejilla haciéndolo reaccionar.

¡Hola niña bella¡ dijo Gokú sonriéndole haciendo que la pelinegra se sonrojará ante las palabras del joven de cabello alborotado.

Ya no soy una niña, ya soy mayor de edad, dijo Milk sonriendo.

Si ya lo sé, ayer me lo dijiste, pero pareces aún una niña, una niña muy bella, tienes un rostro tan angelical, dijo Gokú sin darse cuenta haciendo que la pelinegra se sonrojara más.

¡Eh¡ mejor vámonos ya, dijo Milk sonriendo.

¿Te molesto lo qué dije?, pensé que estabas acostumbrada a que te dijeran cosas así, ya que eres muy bella, decía Goku al darse cuenta de la actitud de la pelinegra.

Pues no es que me moleste, es solo que no estoy muy acostumbrada a ello, dijo Milk.

¿A poco en tu escuela, preparatoria o universidad nadie te lo dijo?, decía Gokú intrigado.

Pues no, la escuela, preparatoria y universidad lo estudie por sistema abierto desde mi casa, solo iba a dar los exámenes y generalmente solo me encontraba al maestro que me evaluaba, dijo Milk con tristeza.