Capítulo 16: "No puedo dejar de amarte"

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(Últimos capítulos)

Un atractivo joven de cabello alborotado hablaba por celular con su abogado mientras estaba sentado en una banca mirando a sus amigos combatir.

Entonces se comunico con usted para decirle que siga con los trámites del divorcio, decía Gokú con melancolía.

Así es joven Son, su esposa me dijo que acepta que el divorcio sea de mutuo acuerdo, por suerte la primera vez que fui a verla le deje mi número, hoy quede ir al departamento llevándole los documentos para que los firme y nos pongamos de acuerdo en los días de visita al niño y a todo ello, ¿qué días le gustaría visitar a su hijo?, decía el abogado a través de la línea telefónica.

El día que ella decida está bien, solo quiero seguir viéndolo, donde ella diga, si no quiere que lo saque de la casa yo acepto, pues aún está muy pequeñito, decía Gokú.

A mi me parece que tú no quieres divorciarte de tú esposa, si no quieres hacerlo aún estás a tiempo de dar marcha atrás a esto, decía el abogado.

No continué, lo que yo sienta no importa, dijo Gokú con tristeza.

Está bien, entonces en cuanto la señora me firme los documentos yo los ingreso al juzgado, decía el abogado.

Está bien, dijo Gokú con tristeza.

Horas después:

Milk recibía en el departamento al abogado.

Pase, tome asiento, decía la pelinegra al abrir la puerta.

¡Gracias¡ dijo el abogado caminando hacia uno de los muebles para sentarse y al hacerlo vio a un pequeño bebé acostado en una pequeña cunita portátil.

Es muy bello, dijo el abogado mirando al bebé que estaba dormidito.

Acaba de dormirse, dijo Milk.

Entonces seré breve no se vaya a despertar, estos son los documentos que tienes que firmar para que el divorcio sea por mutuo acuerdo, también ¿quiero saber que días le darás a mi cliente para que pueda visitar a su hijo?, dijo el abogado.

Gokú puede venir a ver a su hijo el día que quiera, esta es su casa, el tiene el número de teléfono de aquí y de mi celular, cuando quiera venir que me lo comunique de un día para otro para poder organizarme es todo lo que tiene que hacer, dijo Milk con tristeza.

Es muy triste el caso de los dos, ustedes no se separan por falta de amor como justifico en mis documentos, sino por algo de lo cual ninguno de los dos es culpable, dijo el abogado mirando con tristeza a la pelinegra.

Así es, yo amo al padre de mi hijo, pero se que nuestro amor lo atormenta, le hace daño como el dice por eso e decidido alejarme de él así me duela, decía Milk sollozando.

Cálmese, dijo el abogado.

Disculpe, soy una tonta, mejor voy firmando esto de una vez, dijo Milk secándose las lágrimas con la palma de su mano mientras buscaba la hoja donde tenía que firmar.

Minutos después:

La pelinegra le entregaba al abogado los documentos firmados.

Eso es todo, dijo el abogado.

La pelinegra no dijo nada, su mirada solo se nublo por las lágrimas que amenazaban con salir.

El abogado salio del departamento mientras la pelinegra rompió en llanto mientras caía de rodillas al piso cubriéndose la boca para acallar su llanto.

"La hija de mi enemigo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora